• A Casiña reabre sus puertas con "la misma esencia", pero con un "lavado de cara" en A Coruña

A Casiña, uno de los grandes clásicos del centro de A Coruña, cerró ayer sus puertas entre risas y lágrimas. Una emotiva despedida que coincide con el primer aniversario del fallecimiento del dueño del establecimiento, José Varela Fariña, quien siempre fue un gran seguidor del Deportivo. Precisamente este local ubicado en el número 5 de la calle Mantelería fue hasta ayer la sede de la peña decana La Estrella, que también acudió para decir adiós.

"Fue una despedida muy bonita porque vino la clientela de mi padre. Vinieron familias, amigos… Ha sido una decisión muy complicada, pero dejamos mi madre y yo el bar porque no es compatible con nuestros respectivos trabajos. Yo soy vigilante de seguridad y también tengo hijos", cuenta con cierta nostalgia a este medio el hijo de José Varela, Pablo.

"Llevamos toda la vida, pero los horarios son incompatibles. Yo me he criado en el bar, allí he comido y he cenado. De hecho, veía más a la clientela que a mi propia familia". Con respecto a la fecha de cierre, que justo coincide con el primer aniversario del fallecimiento de su padre, Pablo señala ha sido "una casualidad".

A Casiña ha sido un lugar de culto para la afición del Dépor. Por este establecimiento han pasado jugadores del equipo blanquiazul, además de los del Fabril. También ha sido la sede de la peña La Estrella. "Faltan moitas e moitos nas fotos de hoxe, pero están presentes para sempre na memoria de tantas xeracións que fixeron destas catro paredes o sitio máis especial da Coruña para moitos de nós. Grazas Jose, Andrea e Pablo", escribían en un mensaje en redes sociales.

Jaime Arias tuvo la suerte de estar presente en la última etapa de este mítico establecimiento, ya que trabajó como camarero durante un año y medio. "Los años pasan, pero ha logrado mantener el mismo rollo. Ayer todos los presentes se llevaron un trozo de A Casiña a sus casas. Algunas personas que se llevaron hasta taburetes".