Carlos Sadness actúa en el Morriña Fest: "Galicia tiene uno de los públicos más fieles"

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El barcelonés Carlos Sadness está considerado un icono indie desde que comenzó su carrera musical hace más de una década y ahora está en una etapa de transición preparando su nuevo disco. Hará un alto en el camino por un buen motivo, el Morriña Festival de A Coruña, que cerrará el sábado de madrugada con sus temas de siempre y otros recientes, como Jugo de guayaba, sin perder la esencia que le caracteriza.

El nombre artístico que adquirió en sus inicios reconoce que ahora ya no le representa tanto, sino que se siente más cómodo presentándose como "Tropical Jesus", como ha bautizado a su último álbum de estudio. Tiene seguidores fieles en España y también al otro lado del charco, sobre todo en México, y reconoce que en sus primeros años sobre los escenarios no venía mucho a Galicia por distancia, pero que desde que puso un pie en la comunidad ahora siempre quiere volver. Alaba al público gallego, sobre quienes dice que son de los más fieles en un lugar donde siempre se siente querido.

Foto: Cristina García

Isla Morenita, Todo estaba bien, Física Moderna, Ahorita o Chocolate y nata sonarán en su concierto en el Puerto de A Coruña, una actuación en la que promete regalar al público temas "bailongos", además de que hará del final algo enérgico, poniendo así el broche a la tercera edición del festival coruñés este 2023.

Decidiste presentar este verano de 2023 como un "verano mágico", ¿a qué se debe?

Yo estaba este año trabajando en el nuevo disco, no iba a sacar ninguna canción en verano, entonces iba a estar como bastante encerrado, trabajando. Y de pronto, cuando vi que se acercaba el verano, pensé ostras, no puede ser, me apetece que este verano sea especial, vivir este verano de una manera mágica. Me inventé este concepto del verano mágico para englobar un poco todo lo que iban a ser los lanzamientos que podía yo adelantar de mi disco durante el verano, los conciertos, los festivales, los momentos bonitos. Englobarlo todo dentro de un contexto que no es un disco, simplemente es como casi una filosofía de vida veraniega.

El último tema que has lanzado es Jugo de guayaba. ¿Qué mensaje quieres transmitir?

Es una historia un poco más larga, la que hay detrás de de la canción y del jugo de guayaba. Una vez estando en una isla del Caribe francés fue cuando se me ocurrió esta canción, pues yo había abierto la nevera del lugar donde me quedaba y simplemente había un una botella de jugo de guayaba. A partir de ahí la canción que estaba escribiendo dos días después decidí titularla así porque era lo que estaba viviendo aquella mañana. Habla de cuando disfrutamos mucho algo, cuando algo nos hace mucho bien y nos entra pues ese miedo tan humano de perderlo o de que se termine.

¿Qué línea seguirán los temas en los que estás trabajando? Te caracterizas por el positivismo y la alegría en tu música.

Como Jugo de guayaba no hay ninguno, de hecho creo que es el más veraniego del disco. Los demás no están tan en esa línea, pero quizá por eso mismo decidí sacarlo ahora este verano, porque pensaba que que pegaba con el momento y que quizá dentro del disco pues bueno, destacaba un poco por ser diferente.

¿Con este nuevo trabajo persigues alcanzar otras metas musicales que no hayas alcanzado en discos anteriores como ‘Tropical Jesus’ en 2020?

No me las planteo, la verdad, hago las canciones y es verdad que luego hago un poco de selección de lo que incluyo en el disco. Hay algunas que disfruto haciendo, pero publicarlas me parece menos interesante, hago selección de lo que incluyo en el disco mientras voy trabajando.

Nunca me he sentado a componer, o sea, sí lo he hecho una vez, pero no me salió nada. He visto que eso no era un método para mí. Hay mucha gente que dice la inspiración te coge trabajando y a mí la inspiración me coge trabajando en otras cosas, haciendo otras cosas. Siempre me llega la inspiración y entonces digo que tengo que agarrar algo para escribir, porque una idea que quiero desarrollar me gusta y creo que puede convertirse en algo. Es un poco sorpresa, me llega la idea cuando menos lo espero y a partir de ahí trabajo en ello.

Foto: Cristina García

Cierras el Morriña Festival. ¿Cómo será el final de tu actuación y por consiguiente de esta cita musical coruñesa?

No sabía que era el último (risas), pensaba que después de mí todavía había algún artista. En cualquier caso yo hago mi show y acabaré de una manera enérgica pero tampoco una rave. Los shows que preparo siempre los moldeo un poco en función del horario, de cómo veo al público…siempre hay un margen, pero la verdad es que si cierro el festival lo cerraré con mi personalidad y mi estilo. No voy a disfrazarme de artista cerrado de festivales porque no es propio de mí.

¿Cómo definirías al espectador la experiencia que ofreces cuando estás sobre el escenario?

Es verdad que es un show festivalero, un show divertido, que se puede bailar y tiene momentos emocionantes y incluso que te puedes reír. Tiene también tuna parte muy humana y cómica que forma parte de mí, por lo que creo que es un show bastante disfrutón y en un festival al aire libre y con buen tiempo sin duda es para para pasárselo bien, para emocionarse. Todos esos elementos no van a faltar, sea la hora que sea.

Temas como Física moderna, Isla Morenita o Qué electricidad, has comentado en varias ocasiones que son especiales para ti y que incluso alguno la canción que llevas por bandera como artista. ¿Estos clásicos sonarán en A Coruña y son imprescindibles en tus actuaciones?

Para mí también hay una diferencia entre lo que sería una actuación de un festival y un show de sala o un show en el que solamente tocas tú y tienes más tiempo. Es verdad que puedo tocar algunas canciones que quizás son menos populares a nivel masivo pero que son muy apreciadas por los fans, entonces cuando hago un festival, al tener menos tiempo, intento encontrar un poco el equilibrio entre las canciones que sé que conoce todo el mundo y las que más me representan a mí.

Todo estaba bien, Te quiero un poco, Isla Morenita, Física moderna, Ahorita… son canciones que forman un poco el el esqueleto de los shows, que siempre están ahí. Y a partir de esas seis o siete canciones que prácticamente todo el mundo conoce ya voy introduciendo las novedades que me parecen divertidas o canciones que creo que al público le pueden gustar, u otras más festivaleras como será el caso del Morriña Fest. Voy a tener que incluir algunos títulos como Bikini, Longitud de onda y otras canciones que tienen un perfil muy bailón que me vayan a ayudar a hacer el cierre del festival.

Llevas muchos años de carrera, tienes cuatro discos de estudio y varios EP y la gente habla como un icono indie. No sé si te sientes como tal y te gusta que te vean así.

Me da igual, supongo que siempre he formado parte un poco de de la escena indie y es normal que la gente me sitúe ahí. Es cierto que he estado en muchos festivales, he hecho colaboraciones con artistas indies, es una etiqueta que para nada me molesta, con la que creo que tengo cosas con las que encajo y no voy a discutirlo. A pesar de eso, siempre me he sentido muy libre a la hora de componer y tampoco creo que que sea un artista que esté atado a un género o a una etiqueta. Me gusta siempre mantener un poco la identidad, la marca y con eso poder jugar hacia un lado y hacia otro. Depende de lo que la historia que quiero contar me pida.

¿Qué te inspiró a contar la historia que cuentas en el EP de Perreo Bonito? Tres canciones y una versión que además presentaste en formato vinilo porque decías que era algo que te apetecía hacer.

Veía que tenía un largo proceso de composición con el disco, que llevaba tiempo sin sacar canciones y me apetecía de algún modo renovar un poco el repertorio con cosas nuevas para tocar en una gira bastante extensa que hice el año pasado, sobre todo en la que estuve en muchos países. De pronto el año pasado hicimos ocho o nueve países diferentes y en ese sentido me apetecía rescatar algunas canciones que tenía compuestas, que tenían un punto en común.

Luego había un par de canciones como Paradisíaco o Nadie sabe que te quiero, en las que el ritmo del beat era como bastante más cercano al al mundo del perreo que al mundo del rock. De pronto salió esta idea de de crear una especie de pieza que se llamaba ‘Perreo Bonito’, englobar estas canciones y que nos acompañasen durante el verano pasado, en esa gira que yo tenía durante verano y y otoño en en Latinoamérica.

Es un poco como hacer una pequeña pieza que se escapa de los formatos clásicos y que siempre es divertido. Yo creo que como artista renovar un poco ese concepto de tropical que ya llevaba tres años existiendo era también como un poco de aire fresco para mí, para el repertorio de los conciertos.

Has hecho diversas colaboraciones a lo largo de tu carrera. ¿Hay alguna próxima que tengas en mente por ser tu colaboración soñada?

Estoy pensando en invitar a gente al disco y la verdad es que a mí muchas veces me pasa que me gustan mucho cosas que ya he hecho con artistas con los que he colaborado, pero me apetece volver a hacerlo. No sé cómo va a quedar una canción antes de colaborar pero como la que hice con La Bien Querida, con el verano siempre me apetece repetir. No sé si caer en la tentación de volver a repetir algunos o probar con gente nueva, estoy un poco en en ese proceso ahora mismo y no hay nada seguro.

Foto: Cristina García

¿Cómo te sientes cuando actúas en Galicia?

Es uno de los sitios favoritos para mí para para ir y donde más he tardado en venir. Al principio de mi carrera me costaba mucho ir a Galicia porque estaba muy lejos y entonces era muy arriesgado. No me conocían los promotores por ahí, entonces era un territorio donde yo no trabajaba mucho, pero a partir de empezar a trabajarlo, a tocar, de trabajar también con Esmerarte que están allí en Galicia, pues de pronto siento que hay aquí como uno de los públicos más fieles y con el que me siento más querido, con una relación muy bonita.

Muchos se desplazan a otra provincia para verte o de pronto siempre hay una fiesta mayor donde se hace algo al aire libre y gratuito y también funciona muy bien. Festivales como Portamérica tienen una personalidad muy especial, entonces cuando sale una fecha en Galicia yo siempre me me alegro porque sé que a pesar de que es el punto más lejano prácticamente de España para mí, desde Barcelona, sé que el viaje va a merecer la pena.

Tienes fans en México y también en otros sitios al otro lado del charco. No sé si en estos países también notas cómo te arropa la gente y si el éxito es igual.

Es parecido. México y España para mí son países que están como súper igualados en cuanto a al tema de la popularidad y el éxito. Lo que sí que es verdad es que si eres un artista que viene de lejos y de pronto, pues también hay una pasión por la cultura muy fuerte, entonces pues siempre existe como esa emoción añadida. Eso se vive muy bonito desde dentro y como autor pues se vive de una manera muy agradecida. Me siento muy querido y es pegarte muchas horas de avión, pero es bajar, notar ese cariño y que se te olvide todo el el dolor de espalda que te ha quedado por la postura del viaje.

A nivel gastronómico, ¿qué te gusta de Galicia?

Siempre he disfrutado bastante, tanto del del marisco como del del pescado. En general hay una cosa que que sabemos todos y es que cuando vamos a Galicia comemos bien.

Tu lugar de Galicia ideal.

Tengo muy buenos recuerdos del Náutico de San Vicente en O Grove, de aquellos días que pasé allí con el paisaje, el mar, toda esa zona de las rías me dejó bastante cautivado.

Una de tus canciones para mirar al mar.

Hablando de mar y de tranquilidad, pero con cierta mesura, podría ser Isla Morenita. Es una canción que tiene un punto contemplativo, paisajístico, pero que también en algún momento dado pues pasa a la acción con una historia que me parece que es emocionante también.

¿Cómo va a ser este verano y lo que queda de 2023 a nivel profesional?

Bueno, tranquilo, en realidad tampoco tengo tantos conciertos este año porque decidí no hacer muchos para poder acabar el disco, así que voy a pasar más tiempo de lo normal en casa trabajando y menos estando de gira. No tengo una fecha concreta de vuelta pero este año no será, tengo que trabajar más todavía.