¿Cómo evitar los conflictos familiares esta Navidad? Los consejos de dos psicólogas gallegas

¿Cómo evitar los conflictos familiares esta Navidad? Los consejos de dos psicólogas gallegas Shutterstock

Salud

¿Cómo evitar los conflictos familiares esta Navidad? Los consejos de dos psicólogas gallegas

La Navidad se caracteriza por ser una época de felicidad y celebración, pero también pueden ser unos días complicados por la obligación de cumplir con las expectativas sociales y los encuentros familiares

23 diciembre, 2023 05:00

La Navidad se caracteriza por ser un tiempo de fiesta y por los encuentros con familiares y amigos. Sin embargo, también es una época que puede generar en muchas personas sentimientos como la tristeza, la nostalgia o la ansiedad, ya sea porque se está atravesando una situación vital complicada, por la presión de las expectativas familaires, o incluso, por el miedo a "perder el control" en las comidas. Carmen G. Hermo, psicóloga clínica y vicesecretaria del Colexio de Psicólogos de Galicia; y Fátima Freire, de la clínica Amizar en A Coruña, comparten unos consejos para estas fiestas.

Junto al ánimo dulce y festivo de la Navidad que habla de solidaridad, paz y amor, cada vez es más común ver a partidarios del "Grinch" que se suman al hate navideño. Y es que las cenas y comidas familiares pueden resultar complejas y cumplir con la idea estereotipada de lo que debe ser un encuentro navideño no está al alcance de todos.

"En esta época del año parece que estamos todos contentos, hay una energía distinta, pero lo cierto es que la vida de cada uno no cambia de repente porque llegue Navidad, y las dificultades o los problemas en los que estábamos inmersos siguen ahí", resalta Hermo, por lo que es muy normal no poder estar a la altura de las expectativas sociales y culturales.

En ese sentido, Freire recomienda "rebajar esas expectativas" y tener en cuenta que siempre pueden surgir contratiempos, pero eso no tiene por qué ser malo. "Al final, es una época del año como las demás, y los planes pueden fallar, no tiene por qué salir todo perfecto y eso no quiere decir que vaya a salir mal", relata.

"Tenemos derecho a estar tristes. Tenemos derecho a no a no cumplir con lo que nos marca la sociedad. Lo importante es llevarlo lo mejor que podamos nosotros dentro de nuestra normalidad", prosigue, celebrando (o no) esta época del año, intentando disfrutar de las personas que queremos.

Lidiar con los conflictos familiares

Las psicólogas también se refieren a los conflictos familiares que muchas veces se sientan también a la mesa en estas fechas, y animan a intentar evitarlos. "No podemos cambiar al cuñado raro, ni que la tía que siempre pregunta si tenemos pareja deje de hacerlo, no podemos cambiar en un día a las personas, ni tenemos por qué", asegura Hermo, Sin embargo, apunta, "tampoco tenemos que ser el saco de la frustración de todos los demás".

Por ello, aconseja enfocarse en aquellas personas de la familia con las que se tiene una mejor relación y aprovechar para pasar más tiempo con ellas, así como tratar de adoptar una actitud más asertiva y tomar distancia cuando algún miembro de la familia intente generar crispación.

"Tenemos que entender que la mesa de la cena familiar no es un atril, ni un sitio donde tengamos que defender nuestros valores, ni hacerlos valer, porque probablemente el resto de la familia ya lo sabe. Y cada uno tiene los suyos. No vamos a convencerlos, y tampoco van a cambiar los míos. Entonces es mejor no usar la mesa como como un altavoz de nuestra ideología", recomienda.

Además, la psicóloga del Colexio galego aboga por proteger a las niñas/os y adolescentes en estos encuentros, a quienes muchas veces se les hacen preguntas que "no se haría a los adultos". "De repente toda la familia puede ponerse a opinar si el adolescente tiene novio o no, si suspendió o no suspendió, o incluso cuál es su identidad género", lo que les puede generar una incomodidad que aún no saben gestionar porque "no se saben defender todavía".

Freire, por su parte, aconseja "desviar la conversación para otro lado" cuando se traten temas complicados para la familia. "Podemos proponer dejarlo para otro momento y centrarnos en estar en la cena todos juntos y comentar temas agradables, u otros asuntos que nos hayan pasado durante el año".

De igual modo, recomienda no "anticipar" lo que va a ocurrir, imaginando escenarios que nos pueden generar ansiedad, cuando en realidad no tienen por qué ocurrir. En vez de eso, "es mejor vivir el momento presente".

Disfrutar de la comida sin culpa

En Navidad también son muchas las personas que sienten ansiedad ante la gran cantidad de planes que tienen la comida como protagonista, temiendo perder el control de su alimentación. La nutricionista Valeria Freijedo compartía también sus consejos al respecto en conversación con Quincemil, y recomendaba continuar con la rutina de alimentación y ejercicio habitual durante las fiestas, y al mismo tiempo permitirse disfrutar de esos momentos en los que la ingesta aumenta.

Para disminuir esa sensación de pérdida de control, Freijedo aconsejaba planificar las comidas que se van a hacer en casa, para así poder cocinar con normalidad fuera de las fechas señaladas; así como no exponer la bandeja de los dulces, para evitar recurrir a ellos cada vez que sintamos hambre o pasemos por delante.

Igualmente, recomendaba evitar "compensar" el exceso de ingesta con prácticas como saltarse el desayuno o no comer al día siguiente, ya que además de aumentar el malestar personal, este hábito pueden tener el efecto contrario al deseado, ya que producirá que no sentemos a la mesa con más ansia.

La nutricionista reiteraba que lo mejor es seguir con la rutina normal durante el día e intentar llegar a la cena de forma tranquila. Una vez en la mesa recomendaba "masticar bien, disfrutar de la conversación e intentar ser conscientes de nuestra señal de saciedad", evitando "comer con los ojos".

Relacionado además con esos conflictos familiares, para el propio día del encuentro social aconsejaba "evitar realizar comentarios sobre los alimentos que ingieren los demás", por ejemplo, opinando si alguien está comiendo mucho o poco, o cuestionando a quien no come algún producto, como es el caso de las personas veganas o vegetarianas.

Por último, la experta abogaba por tratar de ser comprensivos con nosotros mismos si a pesar de haber tenido una buena planificación hemos comido más cantidad de lo habitual. "No tenemos que castigarnos, en la siguiente ingesta retomamos nuestros hábitos y esa será otra oportunidad para hacerlo de una manera diferente. Lo importante es intentar aprender a disfrutar de de estas fechas y de las personas de las que nos rodeamos", reiteraba.