Los bomberos que acudieron el pasado lunes, 3 de abril, a sofocar el incendio en el camino de la Rúa, en La Laguna (Tenerife), se encontraron con el cuerpo de Vicky en el interior de la vivienda. La mujer de 44 años había sido asesinada dos días antes. Tenía un golpe en la cabeza, el que había acabado con su vida. Estaba envuelta por una manta impregnada de material inflamable y, junto a ella, había dos bombonas de camping gas que no llegaron a estallar. Las pesquisas policiales no tardaron en conducir hasta Iván, su pareja. Estaba en el municipio de Granadilla de Abona, a unos 45 minutos en coche. Había intentado suicidarse. No tardó en derrumbarse ante los agentes y confesó ser el autor del crimen y del incendio, con el que había intentado borrar sus huellas.
El asesinato de María Victoria Zanardi Maffiotte ha conmocionado a los habitantes de La Laguna, donde residen unas 150.000 personas. Sus vecinos hablan del “carácter amable” y la “simpatía” de la víctima, quien vivía con su pareja en una vieja casa de dos plantas de una zona residencial de la ciudad tinerfeña. La vivienda había sido propiedad de sus padres.
Vicky trabajaba como comercial en Conisys, una empresa regentada por su hermano Enrique dedicada al comercio al por mayor de ordenadores, equipos periféricos y programas informáticos. La vivienda se encontraba en un mal estado de conservación, hasta el punto de que las primeras informaciones apuntaban al abandonado.
Sin denuncias previas
Iván y Vicky llevaban diez años juntos. Él tenía seis años menos que ella y tenía el título de maestro industrial en Formación Profesional. No constan denuncias por malos tratos y ningún vecino, amigo o familiar tenía constancia de antecedentes violentos, tal y como asegura Diario de Avisos.
El modo en el que se desarrollaron los acontecimientos, no obstante, hace pensar que el autor del crimen estudió con minuciosidad los pasos que iba a dar. Intentó borrar su rastro en el escenario. Durante dos días pensó en cómo hacerlo. El lunes regresó a la casa en la que estaba el cuerpo de su novia, lo impregnó de un líquido inflamable, colocó las dos bombonas de camping gas y prendió fuego a la vivienda.
Iván se dio a la fuga
Los agentes de la Policía Nacional lo tuvieron claro desde el primer momento. El incendio no era casual: el punto de ignición no se localizaba en la cocina o junto a la instalación eléctrica, sino en un sofá del salón.
Aunque se había dado a la fuga, no fue difícil dar con Iván. Estaba en Granadilla y había llamado la atención de sus vecinos con sus gritos de auxilio: quiso colgarse para acabar con su vida, pero influido por el alcohol perdió el equilibrio en las tumbonas a las que se subió y cayó al suelo. Tenía fuertes dolores en el costado y no era capaz de levantarse.
Ahora se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza.
"El entorno es fundamental"
El asesinato de Vicky es el segundo relacionado con la violencia machista registrado en Canarias en lo que va de año. El pasado 31 de marzo fue asesinada en la localidad grancanaria de Telde Yurena López Henríquez, 23 años.
La delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, ha aseverado: “Tenemos que trabajar en poner todos los medios para luchar contra esta lacra y concienciar a la población de que es trabajo de todos, porque hay que tener tolerancia cero contra la violencia machista”.
Yolanda Baumgartner, jefa de la Unidad de la Violencia contra la Mujer en la Delegación del Gobierno en Canarias, ha destacado la importancia del “entorno” para detectar posibles casos de violencia machista.
María Victoria Zanardi Maffiotte, de 44 años, es la vigésimo primera mujer asesinada por un hombre desde que comenzó el año. Se suma a la lista de víctimas mortales de la violencia machista en España en 2017 en la que también están Matilde de Castro, de 44 años; una mujer de 25 años cuyo nombre se desconoce; Blanca Esther Marqués, de 48; Toñi García Abad, de 33 años; María de los Ángeles, de 77 años; Virginia Ferradás, de 55 años; Cristina Martín Tesorero, de 38 años; Ana Belén y Ana, madre e hija de 46y 18 años; Carmen González Ropero, de 79 años; J.D.L.M., de 40 años (solo se conocen las iniciales); Laura Nieto Navajas, de 26 años; María José Mateo García, de 51 años; Leidy Yuliana Díaz Alvarado, de 34 años; Margaret Stenning, de 79; una mujer de 91 años cuyo nombre se desconoce; Mariló Correa Pérez, de 47 años; Gloria Amparo Vásquez, de 48 años; Erika Lorena Bonilla Almendárez, de 32 años; así como Yurena López Henríquez, de 23 años.
En total, la serie 'La vida de las víctimas' contabiliza 21 mujeres asesinadas. EL ESPAÑOL está relatando la vida de cada una de estas víctimas de un problema sistémico que entre 2003 y 2016 ya cuenta con 872 asesinadas por sus parejas o exparejas.