La familia de Patricia teme que la secta del 'Príncipe Gurdjieff' la arrastre a un suicidio colectivo
Las investigaciones sobre Patricia Aguilar apuntan a que Félix Steven Manrique, ciudadano de Perú, está detrás de la secta gnóstica que la ha captado. Se trata de un dios acorralado que, en su delirio, podría inducir a sus adeptas a un suicidio colectivo.
11 junio, 2017 01:54“Si tienen algo por hacer, háganlo. (…) Los perversos han cometido el error de haber activado el apocalipsis. Sin saberlo, ellos mismos han tirado de la cuerda de la guillotina que tienen en sus propios cuellos. La humanidad va a tener la maravillosa oportunidad de poder comprobar lo que he dicho. ¿Cuánta sangre le va a costar la comprobación? ¿Cuántos van a quedar vivos?”.
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El último vídeo publicado en YouTube por el Venerable Maestro Príncipe Gurdjieff alerta del fin del mundo. Actúen y arrepiéntanse, porque la muerte es insalvable. El dios de esta secta gnóstica ha hablado y todo se encamina hacia un destino fatídico. ¿Quieren evitarlo? Sigan sus pasos. ¿Necesitan respuestas? Escuchen sus “develados”, las verdades absolutas que extiende a través de Internet. Patricia Aguilar Poveda, de 18 años y natural de Elche, así lo hizo antes de desaparecer de España el pasado 9 de enero rumbo a Perú. Allí se reunió con su nueva “familia”, sus compañeros de secta. La familia que quedó aquí -padres, hermano, seres queridos- tiemblan ante el desenlace anunciado por el Príncipe Gurdjieff. No porque crean sus palabras, sino porque temen que en su delirio arrastre a la joven española a un inminente suicidio colectivo, tal y como ha ocurrido en otros grupos sectarios.
Rosa María, madre de Patricia, expresa la inquietud que comparte con su marido Alberto:
- Ha habido varios casos de sectas que anunciaban el apocalipsis con resultados fatales. ¿Temen que este puede ser uno de esos casos?
- Sí, porque el líder es apocalíptico. Además Patricia tiene una cardiopatía congénita y debería tomar una medicación que sabemos con seguridad que no está tomando. Y tememos que le puedan suministrar alguna sustancia que pueda poner en peligro su vida.
Su pesadilla atraviesa altos y bajos, siempre envuelta en la angustia de no saber cuándo verán -si es que lo consiguen- a su hija, ausente desde enero de este año. Hablan desde Elche, pero su corazón está en Perú. En la habitación de la joven, como ya contó EL ESPAÑOL, han encontrado elementos de la secta gnóstica que ha captado a la chica. A partir de ahí han desarrollado una investigación a duras penas, abriendo puertas en un universo hasta hace poco desconocido.
Son retazos de espanto y de dolor que por fin empiezan a tomar forma. Sus pesquisas les han llevado hasta un nombre concreto: Félix Steven Manrique. Según sostienen, es la identidad que se oculta detrás del Príncipe Gurdjieff, la deidad sobre la que gira la secta. Su vida se desarrolla, fundamentalmente, en Lima (Perú), aunque viaja a menudo a Chile, México y otros países próximos. Al menos, en su vida física. En el mundo virtual no conoce fronteras. Sus perfiles de Facebook cuentan con cientos de jóvenes agregadas. Les ofrece consuelo a sus preocupaciones espirituales y terrenales: de forma milagrosa promete aumentos de pecho, cambios físicos, o respuestas a preguntas trascendentales sobre la vida y la muerte.
Patricia atravesó un trance complicado en el verano de 2015, con la muerte prematura de su tío José Manuel, de 29 años, al que adoraba con locura. A la joven no le bastó con saber que una pancreatitis se lo había llevado: quería saber el por qué. Fue entonces cuando supuestamente entró en contacto con Félix Steven Manrique. Él siempre tiene respuestas, una suerte de religión que bebe del cristianismo, islamismo, budismo… incluso de las creencias de los antiguos faraones egipcios.
La lucha inquebrantable de la familia de Patricia Aguilar ha puesto al líder de la secta bajo el foco mediático. EL ESPAÑOL desmontó la mentira inicial de la joven, quien aseguraba que se encontraba en Rumanía con un novio. Este periódico, no obstante, consiguió el certificado que acreditaba su entrada en el país andino. Igualmente, la revista Interviú publicó recientemente una fotografía de Patricia acompañada de Félix Steven Manrique en un aeropuerto de Chile.
Noelia Bru, prima de la ilicitana captada por la secta y portavoz de la familia, cree que Manrique se ve acorralado por las últimas informaciones:
- Lleva muchos años labrándose un personaje. Tiene escritos que se remontan a 2005 y una de suscuentas de Facebook es de 2012. No tiene que hacerle ninguna gracia que todo esto salga a la luz, que por fin alguien lo desenmascare. Es un perfil de psicótico narcisista al que se le está dejando en evidencia y cortando suministros económicos, con el consiguiente riesgo que conlleva. Creo que se siente acorralado, observado, y eso puede hacerlo aun más peligroso en cuanto a un posible colapso inminente al no encontrar salida. Está borrando todo el material en redes sociales que le compromete, como el ladrón que borra las huellas tras el delito, cosa que lo deja en evidencia más aun si cabe.
- Existe un amplio registro de líderes sectarios que, en su colapso, han arrastrado a sus seguidores a un suicidio colectivo. ¿Cree que este puede ser el caso?
Drogas y “procreación” en la secta
A los pocos días de marcharse sin previo aviso, Patricia envió un correo electrónico a sus padres: “Soy Patri, te escribo para que sepan que estoy bien y que no os preocupéis, antes de que salga Rajoy del Gobierno vuelvo a casa a presentarte a tu nieto, te mando saludos de tu yerno”. Por entonces la joven todavía sostenía que estaba en Rumanía con un novio con el que se había fugado. Ahora que se conoce su vinculación con la secta gnóstica, la posibilidad de que engendre descendencia no le parece tan descabellada a la familia. En los escritos del Príncipe Gurdjieff se habla de “procreación” entre personas limpias de espíritu para salvar a la humanidad.
Esa no es la única preocupación que ronda en la casa de los Aguilar Poveda: “Patricia tiene una cardiopatía congénita y debería tomar una medicación que sabemos con seguridad que no está tomando”, comenta Rosa María, su madre. Una enfermedad que temen que pueda verse agravada por el consumo de “alguna sustancia que pueda poner en peligro su vida”. Se refiere a la ayahuasca, alucinógena, habitual en la secta gnóstica según han podido saber por el testimonio de una antigua adepta.
- ¿Creen que el líder de la secta puede actuar solo o que puede contar con un grupo de apoyo?
- Rosa María, madre de Patricia: No sabemos con seguridad pero creemos que sí puede tenerlos.
- Noelia Bru, prima de Patricia: Creo que es el líder de un pequeño grupo, rápido en formación y movimiento, con base en la gnosis. Claramente debe tener apoyos, puesto que los gnósticos en su base se tratan como hermanos y se apoyan. Dudo que compartan sus prácticas, pero sí pienso que pueda tener "hermanos" que le den soporte a nivel internacional en cuanto a facilidades para viajar, alojarse y demás. Viaja mucho y eso no es fácil si no se tiene ayuda. Por otro lado, sabemos de la existencia de varias chicas que forman parte del grupo que pueden tener cierto poder de decisión y que ya no son precisamente adolescentes.
Noelia habla de una mujer de Lima de unos 40 años. En la habitación de Patricia encontraron una serie de documentos que hablan de ella: “Se trata de una adepta más con la que Steven tiene descendencia y que comparte domicilio con él en”. Según afirma, esta mujer forma parte junto a Félix Steven Manrique la ong ACORACOM, acrónimo de Asociación de Corazón Compasivo. Temen que utilicen esta firma para blanquear la actividad de la secta y que la mujer actúe como “madre” del resto de chicas, más jóvenes: “Hemos sabido también que Steven está casado y tiene más descendientes. Seguramente pretende tener más con cada una de las adeptas según su fin. Aunque el grupo no sea grande, ya son varias personas a las que nos estaríamos enfrentando puesto que entendemos que actúan como un panal de abejas, protegiendo a su líder”.
Fuentes policiales consultadas por EL ESPAÑOL reconocen que la lucha de la familia de Patricia es compleja, puesto que ella se marchó siendo mayor de edad, con 18 años recién cumplidos. Y, por tanto, lo hizo con plena libertad. La familia de la joven, no obstante, lucha por demostrar que fue captada siendo menor. Por ahora han conseguido que se aprueben ciertas diligencias. “Pedimos más ayuda a los niveles más altos, como a la Embajada española en Perú, y que todo lo que se pueda investigar desde España se acelere, que no sea necesario que pase algo más grave para que se actúe con rapidez”, suplica Noelia Bru.
En ese “algo más grave” caben desesperación y rabia, el temor a que los acontecimientos se precipiten y que el líder de la secta, en su dislate, decrete la llegada del apocalipsis que ya ha anunciado.
- Si Patricia estuviese leyendo este reportaje, ¿qué le dirían?
- Rosa María: Que la queremos mucho, que todos la estamos esperando y que salga de esa mentira en la que la han metido.