Lejos queda el manto de oscuridad con el que tuvo que cubrirse la masonería española durante la dictadura de Franco. Aunque la puerta de algunas logias sigue blindada -literalmente-, los templos se muestran sin trampa ni cartón a los interesados. Incluso la propia orden publica un barómetro que, puesto frente al espejo del CIS, arroja las diferencias entre los hermanos francmasones y aquellos que nunca han participado en sus "tenidas".
Ya es posible, por lo menos sobre el papel, trazar las diferencias que distinguen a los masones -alrededor de 3.000 en España- de quienes les atribuyen cierto misterio. Un aura de interrogación lógica e insalvable, teniendo en cuenta que los ritos fueron, son y seguirán siendo a puerta cerrada.
El barómetro masónico recién estrenado, al que ha tenido acceso este periódico, arroja esta conclusión: las "grandes preocupaciones" cambian cuando se miran desde la logia. Se definen mucho más igualitarios que el resto de la sociedad y no se refieren al paro como el mayor de los problemas.
El CIS frente al barómetro masónico
El último CIS situó el paro al frente de las "grandes preocupaciones" con un porcentaje en torno al 66%. Pasada por el filtro francmasón esta cifra cae hasta el 22%. La corrupción es la mayor "preocupación" en las logias. Hasta un 39% la considera uno de los grandes problemas. En términos generales, según el último CIS, pasaría al escalón de plata con un 31,7%. El descontento con los "políticos" y la "política" oscila en ambos casos en torno al 30%.
La segunda mayor preocupación de los masones es insignificante a ojos del resto: la crisis de valores. Un 28% frente a un 2%. También destaca la educación, que preocupa tres veces más a los miembros de esta orden que al conjunto de la sociedad -15% vs 5%-.
* En el gráfico los datos del CIS se corresponden con la edición del pasado octubre, cuando la Gran Logia preparó su barómetro.
¿El paro no inquieta a los masones? ¿Por qué es tanta la diferencia? ¿Por qué les agobia de tal manera la crisis de valores? Un hermano de la logia madrileña detalla dos posibles causas en conversación con este diario: "Se suele decir que eso ocurre porque sufrimos menos el paro... No lo tengo claro. Conozco muchos hermanos afectados. En mi opinión, se produce porque la crisis de valores y la educación son causas; y el paro, una consecuencia. A grandes rasgos, y con el barómetro en la mano, creo que estamos más preocupados por el origen, y no por el efecto, en este caso, el paro".
¿Quién hace las "tareas del hogar" en casa del masón?
Más allá de las "grandes preocupaciones", resulta especialmente llamativo el apartado "distribución igualitaria de las tareas domésticas". Antes de desgranarlo, conviene apuntar un detalle: el barómetro masónico sólo recoge opiniones de hombres porque las mujeres no pueden formar parte de la Gran Logia; el CIS, en cambio, pregunta indiscriminadamente.
De este estudio se desprende que la francmasonería es mucho más igualitaria que la sociedad en su conjunto. Hasta un 51% de los miembros de esta orden dijo que "hacer la compra" es cosa de ambos géneros en su hogar. En el CIS este porcentaje cae al 21%. "Preparar la comida" ofrece un resultado similar: un 35% ante un 14%.
A pesar de esto, la tradicional división de tareas se mantiene en la francmasonería. Un 73% reconoce encargarse de las "pequeñas reparaciones" y un 58% dice ocuparse de las "gestiones bancarias". Muy pocos, en cambio, asumen que su mujer se encargue de determinadas tareas domésticas.
¿Cuál es la religión de los masones?
Uno de los principales requisitos para ser masón es creer en algún dios, o dicho de otra manera; ser "espiritual", pensar que existe un "más allá", mostrar un férreo interés en la trascendencia de lo vivido. De ahí que el porcentaje entre ateos y agnósticos en las logias apenas roce el 5%. Todos ellos, explica un masón consultado, habrán concebido esas dudas "después de haber entrado"; si no, "no tendría sentido".
El conjunto de la sociedad española, siempre en datos del CIS, menciona un 27% entre ateos y agnósticos.
El 34% de los masones se adscribe a una "espiritualidad" a secas, sin mencionar religión alguna, aunque cerca de un 48% se dice cristiano -incluyendo aquí a católicos romanos y "cristianos" a secas, aquellos que prefieren ampliar el paraguas al máximo-.
¿Y políticamente?
El agnosticismo es protagonista en términos políticos. Hasta un 15% de los españoles no sabe definir su identidad frente a apenas un 2% de los masones. La mayoría de miembros de la orden se define "liberal" -23%-, "conservador" -14%- y "socialdemócrata" -14%-. El socialismo logra un 8%.
Según el CIS, los españoles conservadores -12%- empatan con los socialistas -12%-. El liberalismo se queda con un 11% y el progresismo con un 10%.
La masonería, cuarenta años después de la Constitución que la sacó del ostracismo, y en el tricentenario de su fundación, ha publicado la séptima edición de su barómetro. Todavía queda el rastro de la represión: casi un 40% de los masones considera que España todavía no garantiza el derecho al secreto de las comunicaciones.