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No lleva bien en la autodenominada "Revolución de las sonrisas" lo de no ser los únicos con derecho a reírse. El independentismo digiere mal que en el otro bando hagan bromas. El último ejemplo se encuentra en la puerta de un garaje. Concretamente en el de la casa del periodista catalán Tomás Guasch. "Payaso de Tabarnia" y el símbolo de la organización terrorista Terra Lliure son las pintadas amenazantes que le hicieron el pasado día 16.
"Soy una víctima más de la escalada de intolerancia en Cataluña"; declaraba Guasch después del ataque a su casa. Una más, porque no ha sido el único que ha sufrido amenazas y señalamientos en su propia casa. "Siento tener que decirlo, pero esto me recuerda al nazismo, cuando marcaban las casas de los disidentes y de los que pensaban distinto".
Tomás Guasch es un periodista barcelonés de raíces catalanas y contrario al separatismo. Es famoso por utilizar en su trabajo el tono sarcástico y un registro humorístico. Es una de las cosas que parece haber molestado a los indepes.
Amenazados por bromear
¿Por qué a Tomás Guasch? Por utilizar el humor para manifestar una postura contraria al independentismo. Por lo mismo que a Albert Boadella le han amenazado con pintadas en numerosas ocasiones en su casa de Jafre (Girona) y por lo mismo que al periodista Jaume Vives le pintaron una esvástica en el buzón de su casa o le tiraron huevos a su balcón. El motivo es que ellos son las cabezas visibles de una gran broma que al independentismo no le hace ni pizca de gracia: la plataforma satírica de Tabarnia.
Guasch, Vives y Boadella han conformado, junto a Miguel Martínez, el autodenominado "Gobierno de Tabarnia", y eso les está valiendo quebraderos de cabeza en forma de graves amenazas. Y mientras ellos lidian con las amenazas del separatismo más radical, los partidarios de Tabarnia piden en redes que se incorpore a más detractores del independentismo a este humorístico equipo de gobierno.
Para el que durante los últimos meses haya vivido en una cueva y no sepa de lo que hablamos, un breve recordatorio de lo qué es Tabarnia: un concepto satírico inventado por algunos catalanes contrarios al independentismo. Es un territorio que delimita 14 comarcas de Barcelona y Tarragona. Allí, el independentismo es minoritario, pero se trata de la zona más industrializada de Cataluña y la que genera más riqueza. Como si de un cruel espejo se tratase, los tabarneses (gentilicio de Tabarnia) proponen separarse de Cataluña acogiéndose al artículo 143, que permite separar un territorio de una comunidad autónoma, como hizo Madrid con Castilla y Albacete con Murcia. De este modo podrían seguir siendo territorio español en caso hipotético de la independencia de Cataluña.
Performances humorísticas
EL ESPAÑOL fue tal vez el primer medio nacional en hacerse eco de este concepto satírico en este reportaje. Posteriormente se popularizó. Fue entonces cuando figuras públicas contrarias al independentismo abrazaron esta filosofía y decidieron ir un paso más allá: formar un gobierno tabarnés. Dentro de la naturaleza irónica y humorística del movimiento, el personaje elegido para presidir Tabarnia fue el actor y cómico Albert Boadella. Como ministro de Deportes fue nombrado el periodista deportivo Tomás Guasch, conocido por sus textos humorísticos. Y Jaume Vives, periodista y escritor que se popularizó por poner canciones de Manolo Escobar en su balcón de Sarrià para desquicio del independentismo, se erigió portavoz.
Ellos conforman, junto a Miguel Martínez (creador del concepto de Tabarnia), el gobierno de Tabarnia. Una especie de séquito que le da al independentismo un poco de su propia medicina, y que ha montado algunas performances memorables, como una rueda de prensa del presidente en el exilio (ironizando con la fuga de Puigdemont). Incluso en una ocasión fueron a Waterloo para intentar reunirse con el presidente catalán fugado para mantener "una conferencia al más bajo nivel".
Las consecuencias de utilizar el humor contra el independentismo
Los tres han sufrido las consecuencias de este atrevimiento que es tomarse en broma el independentismo. Albert Boadella lleva varios meses recibiendo amenazas en su casa de Jafre. En enero y en marzo, el domicilio del actor y dramaturgo ha sido objeto de varias pintadas instándole a que abandone Cataluña. No sólo él. Su hija ha sido amenazada por redes sociales, e incluso su antigua profesora de EGB manifestó públicamente que se avergonzaba de haberle dado clases.
Jaume Vives, por su parte, denunció en Twitter que estaba siendo objeto de numerosos insultos y amenazas por redes sociales, a causa de haber liderado un movimiento satírico llamado Resistencia Catalana que ponía a todo volumen canciones de Manolo Escobar y el himno de la Guardia Civil. Lo hacía desde un balcón en su casa del barrio barcelonés de Sarrià, tal vez el más pudiente de la ciudad. Poco después de empezar con esta broma, llegaron las amenazas. Identificaron su hogar y le pintaron una esvástica en el buzón. También le lanzaron huevos al balcón, a pesar de encontrarse a una altura más que considerable.
Por último, durante una manifestación independentista le pintaron "Muerte a los pijos" al lado de su casa. Del mismo modo, ha sido objeto de un acoso en redes importante. Un día sufrió una especie de escrache coordinado, con miles de personas insultándole y faltándole el respeto a la vez. Uno de los responsables de esta campaña fue el presentador de TV3 Toni Soler, que ha estado atacando de forma sistemática a Vives desde su programa en la televisión pública catalana, la misma que pagan todos los catalanes, incluido el propio damnificado Vives. Lo ha hecho sacando de contexto varias declaraciones suyas para tacharlo de homófobo, machista y ultra católico.
El último ha sido Tomás Guasch. El periodista, que se sumó al gobierno de Tabarnia por ser abiertamente contrario al independentismo y por el componente humorístico del concepto, se ha levantado esta semana con una desgradable sorpresa: le han pintado en la puerta de su garaje el símbolo de la organización terrorista Terra Lliure y lo insultan llamándole "Payaso de Tabarnia".
Como no podía ser de otra manera, desde algunos sectores del independentismo catalán se han apresurado en señalar la presunta falsedad de estos ataques. Es decir: acusan a las propias víctimas de perpetrar los atentados contra sí mismos, para luego decir que es obra del independentismo catalán. Es una estrategia que inició la diputada de la CUP Mireia Boya, al calificar cualquier ataque independentista de "falsa bandera". Es decir: el independentismo es bueno por naturaleza y no ataca ni amenaza jamás. Y si los hechos lo desmienten, se acusa a las víctimas de perpetrarse ellos mismo los atentados.
Los otros amenazados
¿Son los únicos en ser amenazados? No. Otras figuras que se han hecho populares por sus posturas contrarias al separatismo también han sufrido amenazas en sus propias carnes por haber liderado iniciativas humorísticas o jocosas contra el independentismo. Curiosamente, otro de los que montó una performance en la puerta de la casa de Puigdemont, igual que hizo el gobierno de Tabrnia, también ha sido objeto de amenazas. Jaime Vizern, creador de los GDR (Grupos de Defensa y Resistencia), se disfrazó de Guardia Civil y fue a Waterloo a entrevistarse con PUigdemont. Tras esta acción, en redes pedían que Vizern fuese nombrado ministro de Defensa de Tabarnia. Hace dos semanas recibió pintadas amenazantes en la puerta de su casa.
Otro que sonaba entre los simpatizantes de Tabarnia para formar parte de gobierno tabarnés era Karl Jacobi. Este empresario alemán se dio a conocer tras desear, en una conferencia de Roger Torrent, que la justicia metiese en la cárcel a los políticos catalanes sedicionistas. CUando atraparon a Puigdemont montó una fiesta en su casa de Alella. Su popularidad hizo que los tabarneses lo pidiesen como ministro de Industria. Pero a los independentistas no les ha hecho ninguna gracia: ha recibido numerosas amenazas en redes sociales y ha sido relacionado con el nazismo, sin más fundamento que los prejuicios y su nacionalidad alemana.
Los políticos indepndentistas no condenan las amenazas
¿Ha condenado algún político independentista estos actos? Públicamente no. Alguno lo ha hecho a escondidas. Es el caso de Gabriel Rufián, que es aficionado del RCD Espanyol y se puso en contacto con Tomás Guasch para transmitirle su desacuerdo con las amenazas. Guasch dijo que "es un gesto que le honra, pero podría haberse pronunciado públicamente y con contundencia".
Esto contrasta con la actitud de políticos constitucionalistas cuando se han dado casos similares en el bando contrario. Alguno tan criticado por el independentismo como Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, que criticó con dureza que un joven se acercase a Puigdemont en Dinamarca y le instase a besar una bandera de España. Girauta declaró lo siguiente:
"Abomino de lo que ha hecho y está haciendo el político Puigdemont. Pero nada justifica que se humille y escarnezca a su persona. Ni a nadie. La dignidad individual es sagrada. Espero que con esto quede claro".
En redes piden más ministros.
Entretanto, las voces para que se aumente el número de ministros del gobierno de Tabarnia crece por momentos. Son muchos en redes los que van proponiendo nombres. No obstante, si se les otorga cartera es sólo decisión del actual equipo de gobierno. También deberían ser conscientes los candidatos de la situación a la que se exponen, porque integrarse en esa broma suele conllevar que a uno le señalen con amenazas en su propia casa.