El monitor de tirolina que asusta a los niños: "Un montón se han caído pero no todos han muerto"
- Un vídeo muestra cómo el organizador de un campamento de Jaén aterroriza a un menor antes de que se tire para que haga "pucheros".
- Alfonso Roldán se ha justificado este jueves explicando que todo era "una broma pactada con los padres del niño".
“Me estás asustando, no quiero (saltar)". Un niño tiembla de miedo desde lo alto de una plataforma para tirolinas en un campamento de verano de Jaén. A su lado, el organizador desarrolla una macabra “broma”: atemorizar todo lo posible al chaval para que haga “pucheros”. El vídeo, grabado por el adulto, se ha hecho viral en las redes sociales.
Asediado por las críticas, Alfonso Roldán ha asegurado este jueves en El Programa del Verano que se trataba de “una broma pactada con los padres del niño”. El progenitor de la víctima también se ha quejado de que el vídeo se ha “sacado de contexto”. El organizador ha hecho énfasis en que los pequeños tenían pleno conocimiento de la broma y que se la “esperaban”.
Las imágenes muestran a un niño asustado que ante la primera pregunta de Alfonso -“¿Te da miedo esto?”-, asiente de forma tímida. El encargado aprovecha el temor del protagonista del vídeo para burlarse de él y le explica las “normas básicas” ante una caída: que cierre los ojos y la boca. Le consuela diciendo que el casco, aunque es de “plástico malo”, le protegerá “algo”. No contento con esto, le llama la atención acerca del número de ruedas que hay en el suelo: “Han sido los niños que han caído” pero “no todos han muerto”.
A mitad del discurso el niño decide que no quiere tirarse. “Me estás asustando”, le dice al monitor, que en lugar de tranquilizarle continúa: “¿Eres hijo único?”, “¿has firmado el papel amarillo?”, “¿sabes rezar?”. Finalmente, el menor decide olvidar su miedo y saltar. Mientras desciende por la tirolina se escucha a Alfonso Roldán hablando con su compañero: “Me encanta cuando hacen pucheros, tío”.
Esta no ha sido la única polémica en la que se ha visto envuelto el organizador del campamento. “No vayas a chillar si ves mucha sangre”, le dice a una aterrorizada niña en la misma tirolina. Cuando la pequeña salta, el hombre vuelve a comentar la jugada con otro trabajador: “Menos mal que ha llorado”.