Juana Caballero es la cara visible de Palomares del Río (Sevilla), su alcaldesa accidental –la titular, Ana Isabel Jiménez, está de vacaciones–, la que explica el sentir de un pueblo. El municipio no quiere a los miembros de La Manada en sus instalaciones públicas. “Son unos violadores y punto”, califica en conversación con EL ESPAÑOL. Por eso, fueron expulsados de la piscina por “alarma social”. “No vamos a permitir que esto se convierta en refugio de violadores ni de delincuentes, ni vamos a tolerar que nuestra ciudadanía se sienta alarmada por este tipo de visitantes indeseables. Donde van, la lían”, reconocía la edil tras el incidente.
José Ángel Prenda y Jesús Escudero, dos de los miembros de ‘La Manada’ más conocidos como ‘el Prenda’ y ‘el Peluquero’, sufrieron un ‘escrache’ en la piscina municipal de Palomares del Río al ser descubiertos. Ambos habían acudido a celebrar un cumpleaños junto a otras 10 personas. Y, tras ser reconocidos por algunos vecinos, tuvieron que salir de las instalaciones.
Tras el revuelo armado, un operario municipal –al que se le ha abierto un expediente informativo– los condujo al campo de fútbol para que utilizaran las duchas antes de marcharse. El Ayuntamiento, que los había declarado personas ‘non gratas’, se enteró de lo ocurrido el domingo. Entonces, empezó a investigar para tomar las medidas oportunas.
“Crean rechazo allí por donde van. Yo lo siento por ellos, pero son unos violadores y punto pelota. Hay instituciones que hemos manifestado que no estamos de acuerdo con la sentencia. Aquí no les vamos a imposibilitar que entren a ningún sitio salvo que causen revuelo. ¡Pero entrar en instalaciones cerradas como el campo de fútbol!”, explica Juana Caballero en conversación con EL ESPAÑOL.
La medida la tomó el ayuntamiento por la “alarma social” causada. “Los vecinos estaban molestos. Mucha gente nos llamó para decirnos que ellos no tienen que soportar a personas de ese calibre. Por qué soportarlos en nuestra piscina”, ilustra la edil.
“Yo no los reconocería, pero en el pueblo sí. Les vieron los tatuajes…”. De ahí que tomaran la medida contra estos dos miembros de La Manada. Todos fueron condenados por la Audiencia de Navarra a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual con prevalimiento contra una joven en los Sanfermines de 2016. Los vecinos, al conocer sus rostros, los increparon hasta echarlos de la piscina.
“No les vamos a cerrar el paso al pueblo o a poner vallas, pero si me han declarado ‘non grato’, yo intentaría no ir. Hay que tener un poquito de dignidad”, comenta la alcaldesa, haciendo valer el sentir de Palomares del Río, que no los quiere en su municipio ni en su piscina.
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