Los mineros, obligados a hacer microvoladuras por la dureza de la roca en la galería hacia Julen
Tienen previsto introducir una microcámara cuando lleguen a los tres metros excavados para tratar de llegar al lugar donde podría estar Julen.
25 enero, 2019 06:24Noticias relacionadas
La brigada de Salvamento Minero desplazada desde Asturias para rescatar a Julen ha excavado ya un metro y medio de los 3,8 metros de longitud de la galería que pretenden practicar hasta llegar a él, pero se han visto obligados a hacer microvoladuras en dos ocasiones por la dureza del terreno.
Y puede que tengan que volver a recurrir a los explosivos ya que, según cuentan fuentes del dispositivo, "el terreno no ayuda mucho". Se trataría de los mismos problemas de dureza de la roca que surgieron al perforar el túnel vertical por el que han accedido los mineros para practicar la galería que conecte con el pozo donde se cree que está el niño.
Para estas microvoladuras, los mineros cuentan con la ayuda de la Guardia Civil, cuyos especialistas en explosivos han tenido que bajar también por el túnel.
Además, dentro del plan de rescate, tienen previsto introducir una microcámara cuando lleguen a los tres metros excavados para tratar de llegar al lugar donde podría estar Julen. Estas imágenes le ayudarán a terminar de alcanzar al pequeño.
La brigada minera empezó a trabajar en la galería a las 17.33 horas de este jueves e inicialmente cifro en 24 horas el tiempo necesario para excavarla de forma manual, de las cuales ya han transcurrido más de cinco horas.
Los mineros son asturianos. Todos tienen más de 35 años y una década de experiencia en la minería. Los ocho mineros de la Brigada de Salvamento de la empresa pública Hunosa que tratan de rescatar a Julen son Sergio Tuñón, Antonio Ortega, Maudilio Suárez, Lázaro Alves Gutiérrez, José Antonio Huerta, Jesús Fernández Prado, Rubén García Ares y Adrián Villaro.
[Más información: Estos son los ocho héroes mineros que excavan el túnel para rescatar a Julen]
Tras lonas de plástico y un furgón de la Guardia Civil, la cápsula en la que descienden los mineros cuelga de una grúa. Ahora llega el momento en que los brigadistas han de abrir una galería perpendicular de cuatro metros. Se ayudan de un martillo neumático, un hacho y, en caso de encontrarse con rocas extremadamente duras, podrán ser asistidos por los especialistas en explosivos de la Guardia Civil.
Los rescatistas han realizado distintas comprobaciones por motivos de seguridad, como ver si la jaula asciende y desciende sin encajonarse. Según informa Sur, un geolocalizador ha comprobado que la ventana de trabajo del tubo de 60 metros introducido en el pozo estaba alineada con el orifico al que cayó el niño el domingo 13 de enero. El objetivo era, explican a este periodista, que la orientación de dicha apertura, por la que han de excavar los mineros, fuera la correcta.
A las 17.49, tras dichos trabajos previos en el pozo, los mineros han descendido. Una vez han llegado a la cota -50 de su pozo, se han situado a la misma profundidad que el niño, que está en el tramo comprendido entre el metro -71 y el -73. Ambos pozos coinciden porque el túnel perforado para los brigadistas tiene su inicio a 23 metros por debajo de la cabeza de la cavidad a la que cayó el menor.
Además de los ocho mineros asturianos, el rescate participan diez guardias civiles (ocho de ellos son especialistas de montaña y de actividades subacuáticas) y ocho bomberos del Consorcio Provincial de Málaga. Los mineros ya pican la montaña en busca del niño. El pozo de los brigadistas mide 60 metros. Los últimos diez se van a usar como escombrera.