Un familiar de Julen y el pocero, en el foco de la Guardia Civil por homicidio imprudente
El dueño de la finca y el pocero podrían ser condenados por homicidio imprudente al no garantizar la seguridad del pozo, que se convirtió en una trampa mortal para Julen.
30 enero, 2019 02:10La Guardia Civil investiga la muerte de Julen como un homicidio imprudente. Así lo ha confirmado este martes el director general de la Guardia Civil, Felix Azón, cuando se le ha preguntado si este delito centraba las pesquisas: "Todos pensamos que no puede ser otra cosa". Después de que se encontrase el cuerpo del niño el pasado sábado, los autoridades están poniendo todos los medios posibles para depurar responsabilidades cuanto antes. Lo queda por saber ahora es: ¿Sobre quién pesaría ese delito de homicidio imprudente?
El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga investiga de manera paralela si David, tío de Julen y el dueño de la finca o, Antonio Sánchez, el pocero, pudieron incurrir en un delito de homicidio imprudente al no haber garantizado las medidas de seguridad necesarias para evitar que esa excavación se convirtiese en una trampa mortal para el niño. De ser finalmente juzgados y condenados por tal delito, ambos podrían enfrentarse a una pena de prisión que oscila entre uno y cuatro años. Este sería el supuesto de la vía penal. Por la vía civil, ambos se enfrentarían a una sanción administrativa por la ilegalidad de las obras.
Y en el caso de que en este proceso, según indican fuentes jurídicas, se personase la Abogacía del Estado, ésta podría incluso reclamar para los posibles responsables de este homicidio imprudente el coste total del operativo de rescate de Julen, que según indicaron a este diario, ha supuesto un coste aproximado de 1,5 millones de euros.
Los agentes ya interrogaron al pocero y al propietario y pareja de la prima del padre de Julen y ambos se responsabilizaron mutuamente de la falta de autorizaciones. Pero hay una parte de la declaración del pocero que podría cambiar la decisión de la jueza que instruye el caso a la hora de imputarle o no el delito de homicidio imprudente, según indican fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL. Y de no hacerlo, solo imponerle una sanción administrativa por hacer el pozo de manera ilegal.
La piedra que tapaba el pozo
Según declaró el dueño de la finca, éste quería hacerse una casa y ordenó rebajar terreno a la montaña y hacer una zanja donde estaba previsto un muro de contención que evitase desprendimientos sobre la vivienda. La maquinaría empleada en esa obra, también ilegal e investigada por la Guardia Civil, movió la piedra que tapaba el orificio a través del que se precipitó Julen, y que puso ahí el pocero, Antonio Sánchez, cuando hizo en diciembre ese agujero.
Este supuesto, según detallan fuentes jurídicas a este diario, podría cambiar el parecer de la jueza a la hora de imputarle al pocero el homicidio imprudente. Puesto que aunque él actuó fraudulentamente haciendo el pozo y no lo selló, sí puso esa piedra, que tapaba el orificio y que de estar ahí el pasado 13 de enero, no habría supuesto un peligro para la vida del pequeño Julen.
Sin embargo, cuando eso ocurrió la piedra no estaba, y eso propició, en cierto modo, que el niño cayese a ese pozo de 25 centímetros de diámetro y 103 metros de profundidad. No obstante, estas fuentes matizan que solo se trata de una conjetura, que la jueza podría tener en cuenta o no.
Para quien no hay tantas dudas respecto al delito de homicidio imprudente y a la sanción administrativa por obra ilegal es para el dueño de la finca. David permitió que se hiciese ese pozo sin las autorizaciones pertinentes para ello, e hizo otra obra, también de manera ilegal, que movió esa roca que había utilizado el pocero para tapar la excavación -que no sellarla-, y que propició que Julen, estuviese expuesto a ese peligro, que finalmente le costó la vida.