'Santa', muerto en otro pozo de Málaga: el hippie que conocía al dedillo la montaña
Rescataron su cuerpo del pozo, esta vez con agua, junto al de su pastor alemán, durante la madrugada del lunes. "Era un hombre que transmitía mucha paz", dicen sus vecinos.
30 enero, 2019 02:10Las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores resonaban con fuerza este martes en la localidad malagueña de Villanueva del Trabuco -a 60 kilómetros de Totalán- por la muerte de uno de sus vecinos más conocidos: Juan Antonio Santamaría. Desapareció el pasado domingo, dos días después de que el equipo de rescate hallase el cuerpo sin vida del pequeño Julen en el pozo. El desenlace de la historia, de nuevo, fue el peor de los posibles y tuvo como escenario, también, el interior de un pozo.
La Guardia Civil rescató su cuerpo del pozo, esta vez con agua, junto al de su perro, un pastor alemán, durante la madrugada del domingo al lunes, a las pocas horas de iniciar la búsqueda. Ahora, Villanueva entera llora la pérdida de este vecino, y todavía se pregunta cómo puso suceder tan trágico suceso.
Santa, así es como le solían llamar sus amigos, era el hippie del pueblo. Siempre acostumbraba a ir solo por la calle, junto a su perro y era conocido por ser un gran amante de la naturaleza y los animales. "Era un hombre que transmitía mucha paz", dice de él José María García, el alcalde de Villabuena del Trabuco. "Nunca lo veías metido en ningún problema, era una persona simpática y muy alegre", prosigue el primer edil.
Era muy habitual que saliese varias veces a la semana a dar largos paseos por la zona con alguno de sus canes. Precisamente, la zona de los Cien Caños, un enclave natural cercano al municipio, era su favorita. Se le conocía por ser un experto de todo el paraje natural que rodeaba al pueblo, donde solía organizar y participar en rutas senderistas para grupos. Los vecinos del pueblo siempre acudían a él cuando querían hacer alguna excursión a la zona montañosa. En cuanto a su trabajo, Santa era un trabajador habitual del campo que había participado en la última campaña de recogida de la aceituna, y que también se dedicaba a las labores de la carpintería.
Concentraciones de caravanas
Además de dar largos paseos por la naturaleza, también era frecuente verlo siempre con su caravana, dicen los vecinos. Todos los años organizaba concentraciones en el camping del pueblo, hasta donde se desplazaban numerosas familias, también con sus caravanas, para disfrutar varios días de ese espacio natural.
Precisamente, fue su debilidad por la naturaleza la que le llevó a pensar a su familia, cuando desapareció, que tal vez estaba en la zona de los Cien Caños. Y así fue, mientras llegaba el dispositivo de búsqueda, fue Alberto, su sobrino, acompañado de su tía, la hermana pequeña de Santa, quienes vieron sus ropas al lado del pozo, y dentro su cuerpo al lado del de su perro, que según sus allegados, era "su fiel compañero". El pozo está ubicado en el sendero que conduce a la fuente de los Cien Caños, a varios kilómetros del nacimiento del Rio Guadalhorce, en dirección a la localidad frente al Molino Jabonero.
Quienes le conocen dudan de que cayera por accidente al pozo, pues todos saben que conocía a la perfección esa zona. Según pudo saber EL ESPAÑOL, la Guardia Civil maneja una hipótesis principal en torno a estos hechos. Santamaría se encontraba, en ese momento, paseando con su perro. En un determinado momento, la mascota podría haberse subido al muro y precipitado al agua, o también podría haberse escurrido por un pequeño orificio que comunica el exterior con el interior.
Murió de una hipotermia
El hombre, al intentar salvarlo, se habría precipitado al interior de las aguas. Todo apunta a que ambos habrían muerto ahogados. La principal vía de investigación de la Benemérita sería que el hombre perdió la vida al intentar salvar a su propio perro. Algo que también confirme el alcalde de la localidad a este diario: "la hipótesis que cobra más fuerza es que intentó rescatar a su perro y murió de una hipotermia".
"Qué pena lo de este hombre, siempre le veía pasear por la carretera. Podía haberme avisado cuando se le cayó su perro, podíamos haberle ayudado", cuenta, con tristeza, una vecina de la zona, que tan solo vive a unos 200 metros del pozo en el que se encontró a Juan Antonio. En el agujero, al que se ha acercado este diario, y que ya permanece cerrado con rejas, se pueden apreciar varias flores que cuelgan de las mismas, en señal de duelo por su muerte.
Aunque la Guardia Civil maneja esa hipótesis principal, la investigación sigue abierta y están analizando el entorno del fallecido en busca de posibles signos de depresión, según ha adelantado Diario Sur. Los agentes quieren averiguar si atravesaba una mala situación económica o cualquier causa que refuerce una teoría distinta o apunte al suicidio, ya que parece que una caída accidental es bastante improbable por la situación del pozo, que además de contar con un muro, queda al margen del camino, esquinado junto al arroyo que discurre por la zona.