"Nunca en mi vida he visto billetes más bonitos que esos", dice el abogado granadino Miguel Prados. "Eran coloridos, grandes, vistosos... Alguno llevaba la cara de Sadam, el antiguo dictador iraquí. Pero estoy seguro de que no eran de curso legal. Mi cliente y su gente comerciaban con ellos de una manera extraña".
El letrado se refiere a las nueve sacas con cinco millones de los antiguos dinares iraquíes que en 2003 se le incautaron al sirio Jamal Hussein en su casa de Huétor Vega (Granada) durante un registro policial. Desde entonces, sus hijos siguen tratando de recuperar ese dinero, un montante que el Estado español se niega a devolverles convertido en euros porque sospecha de su origen ilegal.
Recientemente, la justicia española ha vuelto a darle la espalda a la familia de Jamal Hussein, un sirio que en 2005, dos años después de su detención, fue condenado a ocho años de prisión por colaborar con la organización terrorista Al Qaeda. Los herederos de Hussein llevan años reclamándole al Estado 14,7 millones de euros por el dinero que se le requisó a su padre el día de su detención, ordenada por el exmagistrado Baltasar Garzón en el marco del primer gran golpe policial contra una célula yihadista en España, la del sirio Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah.
La Guardia Civil halló nueve sacas de dinero en la casa de Hussein cuando se produjo su arresto, allá por septiembre de 2003. En total, había alrededor de cinco millones de los antiguos dinares iraquíes, también conocidos como 'dinares suizos'. Ese dinero ha pasado por diferentes lugares, como la comisaría de Canillas en Madrid. Finalmente, ha acabado en el Archivo de Efectos.
Ahora, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha rechazado en una reciente sentencia la reclamación presentada por varios hijos de Hussein. La resolución judicial choca con un informe fechado en enero de 2017 del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que instaba al Ministerio de Justicia a abonar dicho dinero por haber incurrido en un “funcionamiento anormal” de la Administración. Los herederos del yihadista condenado podrán recurrir ante el Tribunal Supremo (TS).
Impresora china
El portal oroyfinanzas.com, especializado en dinero, explica que los conocidos como 'dinares suizos' circularon en el norte de Irak entre 1993 y 2004 a pesar de haber sido sacados del curso legal por su propia entidad emisora, el Banco Central de Iraq (CBI).
Tras la invasión de Irak a Kuwait en agosto de 1990 (I Guerra del Golfo) y la posterior victoria de los aliados, el presidente estadounidense George Bush padre retiró sus tropas de Irak, dejando intacto el régimen de Saddam.
Sin embargo, la derrota iraquí a manos de EEUU vino acompañada por una amplia gama de sanciones económicas de la ONU. Debido a los embargos, el Banco Central de Irak (CBI) ya no podía importar papel para imprimir moneda de su suministrador habitual, la empresa británica De La Rue PLC. Ante esta contrariedad, Saddam comenzó a imprimir dinares con una impresora de procedencia china.
La mala calidad del aquel dinero de la posguerra facilitaba su falsificación. Carecían de marca de agua, estaban impresos en un papel muy fino, eran fácilmente rompibles y la tinta no era la mejor. Desde entonces, a esos nuevos billetes 'Saddam' no se les otorgó el mismo valor que los dinares emitidos antes de la guerra. En mayo de 1992, los billetes más antiguos elevaron su valor a aproximadamente tres centavos de dólar al cambio, mientras que los más nuevos cotizaban a un sólo centavo.
Finalmente, el régimen de Saddam decidió deshacerse de este anómalo sistema dual de precios y terminó con el 'dinar suizo' en 1993. Sin embargo, miles de billetes siguieron circulando por medio mundo y, probablemente, llegaron hasta Huétor Vega de la mano de un sirio que acabó siendo condenado por su turbia relación con Al Qaeda.
Hussein murió; sus hijos pleitean
Jamal Hussein no pudo conocer la sentencia que desestima la demanda de sus hijos y tampoco el informe del CGPJ favorable a sus intereses. Según confirma su exabogado, Miguel Prados, su cliente falleció en 2016. Hussein no llegó a cumplir íntegra su condena en prisión por una severa dolencia cardíaca.
“Durante meses, yo intenté recuperarle el dinero y así lo solicitamos. Pero Baltasar Garzón, que fue quien lo requisó judicialmente, se negaba a devolverlo porque desconocía su procedencia y si esta era legal o no”, explica el letrado, a quien Hussein y sus hijos le adeudan los honorarios por ejercer su defensa durante el juicio. “Hace años que les pasé una minuta de 12.000 euros. Pero no he cobrado un duro”.
A Jamal Hussein, vendedor de artículos de artesanía, se le detuvo el 18 de septiembre de 2003. Su empresa, con sede en el polígono industrial de Juncaril, suministraba objetos árabes a numerosos mercadillos de Andalucía. La localidad granadina de Huétor Vega, donde residía, acaparó el interés mediático nacional durante unas horas. Uno de sus vecinos había sido arrestado por ser un presunto miembro de Al Qaeda, la organización terrorista que dos años antes, el 11S, derribó las Torres Gemelas de Nueva York.
Los investigadores hallaron durante el registro varias bolsas con billetes acuñados en Irak. Había alrededor de cinco millones de dinares iraquíes. Además, encontraron dentro de una riñonera de color negro el carnet de vendedor ambulante de Mustafá Setmarian, también afincado en Granada y, durante años, número dos de Osama Bin Laden en Al Qaeda.
Guerrilleros de Al Qaeda
En la sentencia se refleja que Jamal Hussein prestaba ayuda a guerrilleros de Al Qaeda que habían combatido años atrás en lugares de conflicto como Bosnia. Pero, ni durante el juicio, y tampoco en la sentencia que condenaba a prisión a Hussein, se habló de aquel dinero que se le incautó. Desde entonces, tanto los abogados del yihadista como sus heredereros han tratado de recuperarlo.
La familia del fallecido presentó una queja ante el CGPJ en 2012. Al tiempo, ese dinero se encontró en el Archivo de Efectos, donde aún hoy continúa. Aunque el montante que reclaman los hijos de Hussein asciende a 14,7 millones de euros, lo cierto es que el dinero que se le incautó no tiene validez actualmente. Tras la I Guerra del Golfo, que terminó en 1991, el Estado iraquí sustituyó el antiguo dinar por una nueva moneda.
Pese a que la demanda de los herederos de Hussein se basa, en parte, en el informe del CGPJ de 2017, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional rechaza que el Estado español tenga que devolver ese dinero.
En su informe, el CGPJ recordaba que Miguel Prados, el abogado que defendió a Hussein durante aquel juicio, reclamó su dinero en la Audiencia Nacional primero, en 2005, al juez de instrucción Baltasar Garzón, y luego, en 2006, al magistrado Javier Gómez Bermúdez.
Fue en junio de 2014 cuando la justicia ordenó su entrega a Hussein, pero este, aún vivo, rechazó recogerlo “por no ser de curso legal”. Ahora son sus hijos quienes reclaman que se les indemnice con el montante que resultaría al cambio en euros. Lo que nunca ha contado es cómo consiguió su padre tantísimo 'cash'.