Por cada pregunta del fiscal una respuesta que en demasiadas ocasiones contenía cierta carga de chulería. Tanto es así que Isabel María Carrillo, magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Murcia, ha tenido que reprochar la actitud que estaba manteniendo en su declaración Alberto García Sola, el informático lorquino que supuestamente creó Series Yonkis y Películas Yonkis. “El tono jocoso que está empleando, en ocasiones, no es el más adecuado y creo que lo está percibiendo todo el público”, advirtió la juez al principal imputado en la mayor causa de la historia de la judicatura española contra la piratería por internet de series, películas y documentales.
Su testimonio de una hora y cuarenta y dos minutos ha estado a la altura del ego que ya mostraba en su etapa universitaria a través de un blog, en cuyo apartado de información personal figuraba una frase en inglés con la que insinuaba que era ‘el elegido’.
“No tengo intención de declarar ante la acusación particular”, advirtió a los dos letrados que representan a la Entidad de Gestión de los Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEA) y a varias productoras que valoran en 555.757.046 euros el importe de los daños causados supuestamente por Series Yonkis y Películas Yonkis contra la propiedad intelectual. El informático lorquino, de 35 años, solo ha respondido a las preguntas del fiscal Pablo Lanzarote y de los letrados de la defensa de los otros tres encausados que al igual que Alberto García Sola se enfrentan a penas de dos años de cárcel: el administrativo francés Alexis Hoepfner y los empresarios catalanes David Martínez y Jordi Tamargo.
- Fiscal Pablo Lanzarote: ¿Qué finalidad tenía la página cuando la creó en 2007?
- Alberto García Sola: Series Yonkis surge como proyecto con un amigo, cuando nos fuimos de Erasmus. Echaba de menos un foro donde poder hablar del mundillo de las series. Con el paso del tiempo se creó una comunidad y nos preguntaron que por qué no hablábamos de películas (…). Lo que se pretendía era generar una comunidad que permitiera compartir contenidos. En la página web nunca se han subido películas, lo que sí permitía era que los usuarios compartiesen enlaces.
El Ministerio Fiscal preguntaba y repreguntaba al acusado mientras este respondía y el ingeniero informático sacó a pasear su ironía, despertando el primer murmullo entre el público que asistía a la vista: “No sé si existe una ley que le permita a usted que me corte”. Fue el primer encontronazo durante el testimonio de Alberto García Sola, en el que evidenció que los links jugarán un papel clave en su línea de defensa para no ser condenado. De hecho, este doctor y máster en Telemática Avanza, que ya con 17 años despuntaba como webmaster y que trabajó para la Fundación Séneca, ha asegurado que Series Yonkis, Películas Yonkis y Vídeos Yonkis solo alojaban links introducidos por miembros de la comunidad de usuarios que enlazaban con otras páginas que permitían visualizar en streamig o descargarse temporadas enteras de series, películas y documentales. “Eran enlaces externos que yo no controlaba”.
Sin dejar de gesticular con la mano izquierda, en la que lucía una escayola, ha insistido en que “todo el tiempo que administré esas páginas, es radicalmente falso que subiese contenidos protegidos por derechos de autor”. En su intervención ha confirmado que creó el portal mediante WordPress, un sistema de gestión de contenidos, posteriormente le introdujo modificaciones y una vez que estaba formada la comunidad de usuarios, su labor fue la seguridad, mantener el código fuente y actualizar el software: “Era programador y le añadía funcionalidades que me pedían los usuarios”. Durante su declaración ha llegado a asegurar que Series Yonkis no era un negocio lucrativo: “La página era un hobby, por aquel entonces, yo era investigador, y solo le dedicaba un ratito”.
Tales afirmaciones provocaban que la Fiscalía realizase más interpelaciones pormenorizadas del funcionamiento de la página.
- Fiscal Pablo Lanzarote: ¿Quién distribuía las películas por género y quién hacía las sinopsis de cada película?
- Era una organización automática que hacía el sistema. Era la comunidad la que añadía la carátula de la película y la sinopsis. Yo no soy muy cinéfilo.
- Fiscal: ¿En su piso le intervinieron carátulas?
- Me intervinieron un PC con varias carátulas.
- Fiscal: ¿Solo varias? ¡Fueron miles!
- Creo que varias es un número indeterminado.
- Fiscal: ¿Usted era consciente del ranking que ocupaba su página en España por las visitas que recibía?
- Sabía que era una página visitada respecto a otras del país, pero también estaba muy demonizada y como botón de muestra, aquí estoy (…).
"Creo que no ha entendido nada de lo que he dicho”
Cada vez más chulería en las respuestas. Pablo Lanzarote miraba hacia el techo y se pasaba la mano por la cara mientras endurecía el interrogatorio hasta que interpeló a Alberto García Sola por el funcionamiento de Megaupload. La explicación del ingeniero informático recibió otra pregunta del fiscal y la cuerda se terminó de tensar entre ambos. “Creo que no ha entendido nada de lo que he dicho”, espetó Alberto García Sola al fiscal. La sala enmudeció y la magistrada tuvo que intervenir para reprochar al encausado el “tono jocoso” de sus respuestas. Tras reconducir el interrogatorio, Lanzarote se interesó por los beneficios económicos que generaba supuestamente la página a través de los banners de publicidad y del mailing. “Inicialmente no tenía publicidad, pero la introduje para financiar los costes de mantenimiento de los servidores”, se justificó Alberto. “El registro en la página era opcional para los usuarios, eso les permitía hacer comentarios en algunas secciones, y los datos del usuario sobre sus intereses, como aficiones, iban a una empresa de mailing”.
- Fiscal: ¿Además de los banners tenía otras fuentes de ingresos por suscripciones?
- Déjeme pensar…A ver, es que hace tiempo de esto y no lo recuerdo.
La recapitulación de la magistrada
Desde el banquillo de los acusados seguían atentamente la sesión los presuntos miembros de Burn Media, los también acusados Alexis Hoepfner, David Martínez y Jordi Tamargo, que en abril de 2010 se hicieron con Series Yonkis y Películas Yonkis por 610.000 euros. “Estaba deseando quitarme de en medio la web, tenía a la ministra de Cultura (Ángeles González-Sinde) cambiando la legislación (ley Sinde) por páginas como la mía, tenía a toda la industria en mi contra, me habían denunciado, la Guardia Civil había entrado en mi casa…”, enumeró el ingeniero informático mientras confirmaba que llevó a cabo la mencionada operación tras poner a la venta los portales que él había creado con un anuncio en una web especializada para profesionales SEO. Tal fue la cantidad de explicaciones técnicas que ofreció Alberto García Sola sobre conceptos relativos a servidores, URL, html…que cuando finalizó su testimonio, la magistrada Isabel María Carrillo quiso dejar claro cómo funcionaba Series Yonkis:
- ¿Entonces usted creó una infraestructura para que el enlace introducido por un usuario le redirigiera a otra página?
- Sí
Rueda de prensa improvisada
Tras el testimonio del informático murciano se hizo un receso en la sesión que fue aprovechado por su abogado, Carlos Sánchez Almeida, para organizar una improvisada rueda de prensa a las puertas de la Ciudad de la Justicia: “Alberto ha demostrado en su declaración que todo lo que se hacía en Series Yonkis lo hacían los usuarios, con lo cual, en la fecha en la que ocurrieron los hechos no se cometió delito alguno”. El letrado añadió que “quien compartía todos los contenidos de Series Yonkis al igual que todos los enlaces de aquella época, eran los propios usuarios y era algo que hacía la sociedad española y se han dictado innumerables sentencias absolviendo a los responsables”. A juicio de Sánchez Almeida “este proceso contra mi cliente no tiene ningún sentido y entiendo que debería de haber sido archivado, solo ha seguido adelante por la voracidad recaudatoria de las entidades que ejercen las acusaciones particulares, piden muchísimo dinero y no lo han justificado”.
La primera de las cuatro sesiones que dejará visto para sentencia el ‘caso Series Yonkis’ se retomó con las declaraciones de los otros encausados: Alexis Hoepfner, David Martínez y Jordi Tamargo. A lo largo de esta semana intervendrán quince peritos para tratar de determinar el alcance del perjuicio que sufrió la industria del cine y productoras españolas y extranjeras. La redacción de la sentencia no será sencilla para la magistrada Isabel María Carrillo, ya que al inicio de la sesión de hoy se plantearon numerosas cuestiones previas. Carlos Sánchez Almeida, abogado del informático Aberto García Sola, pidió la prescripción de los hechos por dilaciones indebidas: “El atestado de la Guardia Civil data del 22 de mayo de 2008 y la primera declaración de mi cliente no se produjo hasta el 29 de abril de 2010”. A esta petición se adhirió el abogado Cristóbal Martell, que representa a los empresarios catalanes David Martínez y Jordi Tamargo.
Martell también cuestionó la prueba de cargo: “Hay dos fuentes de prueba, el servidor y la página web y el artículo 367 establece que hay que conservar la prueba de cargo para ulteriores análisis”. Sin embrago, el abogado ha sostenido que “no se conserva la página web para navegar en ella y tampoco existe un volcado bit a bit del servidor y esto afecta a un derecho fundamental porque la prueba de cargo debe preservarse desde su aprehensión hasta el momento del enjuiciamiento”. Parece que el ‘caso Series Yonkis’, una vez llegado el juicio, ha mutado a uno de los géneros que bien podría haber albergado tiempo atrás: el culebrón.
Noticias relacionadas
- La vida de Francis, el panadero sevillano que ganó 121 millones en la lotería, ocho años después
- El instituto de los suicidios: dos muertes en el Ciudad de Jaén por 'bullying' en cuatro años
- Javier Ochagavía, el hombre que rescata las noticias más surrealistas de la historia de España
- La fortuna de Rosalía: así funciona el engranaje de la máquina que no para de hacer dinero