Giro sustancial en el caso de los tres hombres que este pasado domingo aparecieron en la cuneta de una autovía de la provincia de Cádiz maniatados y con signos de haber sido torturados. Uno de ellos acabó perdiendo la vida. Los otros dos, en coma, se encuentran en estado crítico. Según informó este lunes EL ESPAÑOL, la Guardia Civil baraja como principal hipótesis que las víctimas hubiesen sufrido el intento de robo de un alijo de hachís por parte de una banda de narcos franceses. Pero fuentes de la investigación explican ahora a este periódico que el verdadero dueño de la droga es un conocido traficante de Chipiona (Cádiz), donde vivían la víctima mortal y los dos heridos. Esta persona, que habría salido ilesa, se encuentra en paradero desconocido. Las pesquisas tendrán que determinar qué relación guarda el fugado con el fallecido y con los dos hospitalizados.
Mientras tanto, la instrucción del caso sigue su curso. La magistrada titular del Juzgado número 1 de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) envió este martes a prisión a los cinco detenidos por la muerte de un varón de 39 años que el pasado domingo apareció maniatado, brutalmente golpeado y con una profunda puñalada en el pecho en la cuneta de una carretera. Junto a él se encontró a otros dos hombres en similares circunstancias, aunque los servicios sanitarios consiguieron mantenerlos con vida. Presentaban fracturas craneales y múltiples contusiones en el cuerpo. La jueza ha decidido mantener el secreto del sumario.
Fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) explican que a los cinco encarcelados, que este martes declararon en sede judicial en presencia de su abogado y bajo un amplio cordón de seguridad, se les imputa un delito de homicidio, dos delitos de homicidio en grado de tentativa, tres delitos de detención ilegal y otro de tenencia ilícita de armas. La jueza decretó para los cinco prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Cuatro de los ahora encarcelados son franceses. El quinto es de origen marroquí. La víctima mortal se llamaba Manuel Jurado Ruiz. Ayer se veló su cuerpo en el tanatorio de su pueblo, Chipiona. Está previsto que su funeral se celebre este miércoles.
Habla un familiar
Los tres hombres -la víctima mortal y los dos supervivientes- sufrieron torturas, según fuentes de la investigación. Se baraja como móvil el intento de robo de un alijo de hachís a un conocido traficante de drogas chipionero. Un ser querido de uno de los dos varones que consiguieron sobrevivir explica que su familiar se vio envuelto en los hechos por la llamada de ayuda de dicho narco, propietario de un taller de coches en Chipiona y actualmente en paradero desconocido. "Mi familiar no es un narco. Su único error fue ir a ayudar a uno que decía ser su amigo y ahora está fugado", explicaba la citada fuente.
El domingo pasado, sobre las 17.30 horas, el detenido de origen marroquí arrojó tres cuerpos desde una furgoneta Ford Transit de color blanco a la cuneta de la autovía A-380, que une las localidades de Jerez de la Frontera con Sanlúcar de Barrameda. Después, emprendió una huida que lo llevó hasta Sevilla. Una vez en la capital hispalense, el delincuente intentó fugarse corriendo por el barrio de Los Remedios, donde la Policía Local consiguió detenerlo.
La rápida detención de los cinco presuntos homicidas se produjo, en gran medida, por la ayuda de un guardia civil fuera de servicio que había recibido esa misma tarde la alerta sobre la aparición de tres varones maniatados y con heridas de consideración. Este agente ubicó a una furgoneta blanca y a un Opel Insignia con matrícula francesa circulando a gran velocidad y a escasa distancia uno de otro por la autopista que une Cádiz y Sevilla, la AP-4.
El agente conducía su coche particular acompañado de su hijo, que iba a presentarse al examen de ingreso al cuerpo en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid). Este guardia civil fuera de servicio alertó a sus compañeros y siguió el recorrido de ambos coches. La Benemérita consiguió dar el alto al turismo en el que circulaban cuatro franceses en la autovía A-66, a la altura de San José de la Rinconada. Al marroquí se le detuvo en la capital andaluza, donde efectivos de la Policía Local ya estaban avisados.