Si el temporal no lo impide, Greta Thunberg, la joven activista climática, pondrá pie en la Península a principios de diciembre para acudir a la COP 25, la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas. En estos momentos se encuentra cruzando el Atlántico a bordo de un catamarán, pues su propia coherencia la impide utilizar medios de transporte contaminantes. Una vez arriben en Lisboa (donde ha anunciado que prevén desembarcar), quedará lo más fácil. O tal vez lo más difícil. Este jueves, la Junta de Extremadura ha ofrecido a la activista sueca un coche eléctrico para desplazarse desde Lisboa hasta Madrid. Un último viaje que puede convertirse en toda una odisea debido a la carencia de Puntos de Recarga (PdR) repartidos por España.
Un simple vuelo de unas 15 horas, desde Hampton (Virginia, Estados Unidos) hasta Madrid, hubiese resuelto el problema. Pero claro, eso habría supuesto emitir miles de kilos de CO2, impensable para Thunberg. Por ello, y siguiendo sus convicciones, lo más probable es que recurra a un vehículo eléctrico. Si finalmente no es en Lisboa donde atraque La Vagabonde (nombre del barco en el que viaja), y es en Oporto o en Setúbal, la travesía por tierra no va a cambiar mucho. Portugal nos aventaja bastante en infraestructura de carga, por lo que llegar hasta Lisboa –en el caso de que Greta aceptase el ofrecimiento del gobierno regional de Extremadura, presidido por el socialista Fernández Vara– no sería complicado. El problema estaría en cómo llegar hasta Madrid.
"El Gobierno de Extremadura te ofrece un coche eléctrico para que puedas viajar desde Lisboa hasta Madrid respetando el medioambiente", publicaba en redes sociales la Consejería de Transición Ecológica y sostenibilidad de la Junta de Extremadura en respuesta a Thunberg. De esta forma, y según han explicado fuentes de la Consejería a Efe, la joven podría “observar la dehesa extremeña, el mejor exponente de ecosistema de lucha contra el cambio climático”. Más allá de ofrecimientos, lo que está claro es que quien vaya a encargarse del traslado de la activista desde la costa lusa hasta la capital española va a tener que planificar con detalle la ruta. A menos que no quiera correr el riesgo de quedarse tirados en la cuneta.
Difícil bajar de 9 horas
Contaminando con un coche convencional, ya sea de diésel o gasolina, hablaríamos de un viaje de 628 kilómetros, desde Lisboa hasta Madrid, según el cálculo de la ruta más corta ofrecido por Google Maps. 6 horas 5 minutos sin contar las paradas recomendadas ni los repostajes. Nada descabellado. Sin embargo, viajar con eléctricos significa afrontar que muy probablemente el viaje sea más largo. Tener en cuenta que, si la batería escasea, habrá que adoptar un ritmo de conducción más tranquilo. Aceptar que la ruta casi seguramente incluirá más kilómetros o prever que habrá que programarla con tiempo. Requiere un ‘cambio de chip’ en el conductor; si coge el volante y se lanza a la carretera sin ninguna planificación, probablemente acabe fracasando.
Para diseñar la ruta, es primordial conocer (o al menos saber) con qué coche se va a realizar el viaje. No solo por la autonomía que ofrezca su batería (que permitirá llegar más o menos lejos), sino también por el tipo de conexión que requiera su carga. Cada modelo tiene su propio enchufe, por lo que no cualquiera vale ni carga a la misma velocidad. También es recomendable constatar que los puntos preestablecidos para recargar funcionen correctamente, a través de una llamada telefónica o algún foro.
Dicho esto, podemos imaginar varias opciones de la mano de la web A Better Route Planner, cuya eficacia quedó demostrada en nuestro anterior viaje Madrid-Cádiz. Si tomamos como referencia el coche eléctrico por el que más han optado los españoles, el Nissan Leaf de 30 kWh, directamente no podemos llegar hasta Madrid. O, al menos, cargando únicamente en Puntos de Recarga rápida. Habría que hacer noche por el camino, imposibilitando el viaje en una sola jornada. Sin embargo, optando por el modelo Leaf e+ (de 62 kWh), el panorama cambia.
Los 628 kilómetros que estimaba el Maps ahora pasan a ser 682 en la ruta más corta. En lugar de pasar la frontera por Badajoz, lo que sería lo más lógico, obliga a atravesarla por Ciudad Rodrigo, mucho más al norte, para parar en Salamanca. Antes de llegar al PdR charro, sería necesario parar dos veces previamente en Portugal. Entre las tres paradas, un total de casi tres horas (2:42). Además, el calculador advierte que desde el país vecino hasta Madrid sería recomendable no rebasar la velocidad de 110 km/h (el tramo señalado en rojo). Con todo ello, la travesía se alargaría hasta las 9 horas 24 minutos. Otras opciones más lujosas, como ir montada en el Mercedes EQC, en el BMW i3 o en el Audi e-Tron, puede que se hiciesen más llevadero, pero a efectos prácticos tardaría prácticamente lo mismo (9 horas y 30, 44 y 58 minutos respectivamente).
Otra opción interesante podría ser el galardonado con el World Car of the Year 2019, que no es otro que el Jaguar i-Pace. Esta máquina cuenta con una batería de 90 kWh, pero también, al ser un SUV, pesa mucho más que el Leaf. Con él, el viaje bajaría de las 9 horas 30 minutos, pasando también por la ruta salmantina y sin necesidad de disminuir la velocidad a 110 km/h. Pero únicamente ganarían al crono 8 minutos respecto a la elección anterior, puesto que las paradas para recargar serían más largas.
Por la mitad de precio del Jaguar, el que ya ofrece una reducción considerable del tiempo es el Hyundai Kona. La versión más vendida, de 64 kWh, garantiza poder recorrer 450 kilómetros del tirón (siempre menos si se conduce solamente por carretera). Al introducir este modelo en el calculador, la ruta sigue sin variar, pero el crono ha bajado de las 9 horas, estimando el tiempo total del viaje en 8 horas 39 minutos. Misma distancia, con menos tiempo tanto de carga como de conducción, ya que tampoco exige aminorar la marcha. Eso sí, si en lugar de la versión de 64 kWh se optase por la de 39, estaríamos hablando de limitaciones a la velocidad de hasta 80 km/h y de más de 10 horas de trayecto. El Kia Niro, que puede equipar una batería similar, también estaría en condiciones de rebajar las 9 horas (8:54). En cambio, el Soul, rozaría las 10 (9:44).
Otra opción lógica, teniendo en cuenta que es por el que más apuestan las instituciones, podría ser el Renault Zoe. A falta de que la nueva versión de 52 kWh llegue al mercado, habría que calcular el itinerario con la actual, de 40. Les adelantamos que la diferencia de emprender el viaje con uno u otro variaría en casi 3 horas, según la web A Better Route Planner.
El Zoe, muy aplaudido en ciudades, se queda un poco corto en distancias largas si se compara con el resto de vehículos expuestos, todos de mayores dimensiones. Su batería le permite recorrer 300 kilómetros (menos al ser en carretera), y eso le penaliza hasta las 12 horas 40 minutos. Pero, curiosamente, la mejor ruta ahora sí pasa por Badajoz. De hecho, allí la parada es obligatoria. El resto de paradas se efectúan en concesionarios de la marca, por lo que este viaje únicamente sería posible si coincidiese con el horario de apertura de las tiendas. La duración de las cargas asciende hasta las 4 horas, pero la distancia total vuelve al cauce tradicional, fijándose en 635 kilómetros. Además, la primera mitad del tramo sufriría fuertes limitaciones para llegar hasta España, teniendo que circular a velocidades comprendidas entre 70 u 80 km/h.
Es difícil saber con qué coche llegará Greta hasta Madrid. Si podrá elegir o no el vehículo, si preferirá uno modesto y pequeño, o uno grande y robusto. O tan siquiera si alquilarán un eléctrico, utilizarán uno de la administración e incluso un particular. Lo que sí se puede saber a ciencia cierta es con cuál tardarían menos.
Es una evidencia, demostrada tanto por sus más de mil usuarios como por cualquier calculadora online. El Tesla es el mejor vehículo eléctrico para viajes largos. Ofrecen las mayores autonomías, poseen la mejor infraestructura de carga y son los que más rápido recargan. A cambio, son más caros que muchos de los expuestos aquí, pero no los que más.
La ruta con cualquiera de ellos pasa por Badajoz. Quitando las autonomías más estándar, con varios años de antigüedad, los nuevos modelos permiten este viaje parando solamente dos veces: en Mérida y en Almaraz. De media, unos 30 minutos en cada uno. De esta forma, es sencillo tardar prácticamente lo mismo que se tardaría con un coche de combustión, gasolina o diésel.