"Soy a quien estáis buscando, yo he descuartizado a Marta". Estas fueron las palabras que pronunció Jorge Ignacio Palma -al que sus amigos llamaban Nacho- en la Comandancia de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia). Desde hace casi un mes, los agentes estaban tras su pista: era la última persona que había visto a la joven Marta Calvo con vida. Los investigadores estaban seguros de que él había acabado con su vida: tenía antecedentes policiales por tráfico de drogas y se había visto involucrado en la -extraña- muerte de una prostituta en Valencia.
Coincidiendo con la desaparición de Marta en Manuel, a otra joven -de 19 años- también se le perdió la pista a pocos kilómetros del municipio valenciano. Wafa desapareció hace tres semanas de Carcaixent -la misma localidad donde se entregó a la Guardia Civil Jorge-. Se trata de una desaparición de alto riesgo; no solo por las circunstancias que la rodean, si no porque se ha producido en una localidad cercana a donde se vio por última vez a Marta. A pesar de esto, el delegado del Gobierno en Valencia ha afirmado que piensan que ambas desapariciones pueden "no tener ningún nexo en común".
La muerte de la prostituta
Jorge Ignacio Palma cuenta con un largo historial delictivo, vinculado al tráfico de drogas. En abril de este año, el hombre se vio envuelto en la muerte en extrañas circunstancias de una prostituta. El pasado mes de abril, la Policía Local de Valencia fue alertada del estado de inconsciencia en el que se encontraba una trabajadora en el barrio de Ruzafa. La mujer había mantenido relaciones sexuales con un cliente y habían consumido distintas sustancias, como cocaína. Ese cliente era Jorge.
Tras terminar el servicio, el hombre salió apresuradamente de la habitación. Algo que alertó a sus compañeras. Cuando entraron, se encontraron a la mujer tendida sobre la cama; estaba inconsciente y sufriendo convulsiones. Pocos días después, la joven murió en el hospital. A Jorge solo se le pudo atribuir un delito por omisión de socorro. Según apuntan, el hombre no supo reaccionar a la muerte de la prostituta y por eso salió del lugar con cierta prisa. Por tanto, Jorge no tuvo que enfrentarse a una pena mayor ni cumplió condena por los hechos.
La desaparición de Wafa
Wafa, de 19 años, desapareció hace más de tres semanas de Carcaixent (Valencia), la localidad donde residía. Desde principios de noviembre, la joven no ha utilizado su teléfono móvil ni se ha puesto en contacto con ningún amigo ni familiar. Tampoco tenía mucha relación con estos últimos. La de Wafa se trata de una desaparición de alto riesgo, no solo por las circunstancias que la rodean, si no porque se ha producido a poco más de 10 kilómetros de donde se esfumó Marta Calvo. La última persona que vio a la joven fue una amiga, a quien la Guardia Civil ya ha tomado declaración.
Pero la denuncia no se interpuso hasta 16 días después de su desaparición, ya que Wafa no vivía con su familia y residía entre las casas de dos amigos. Como apunta Levante-EMV, la madre estaba acostumbrada a no verla en días. El citado medio ha confirmado que la madre habló con estos dos compañeros y ninguno de ellos supo decirle dónde se encontraba su hija. Cuando llegó ese momento, Wafa ya no respondía a su teléfono móvil, que todavía permanece inactivo.
Tras darle unos días de margen, la mujer acudió a la Guardia Civil, donde interpuso la denuncia. Esto provocó la inmediata apertura de una investigación por parte de la Policía Judicial de Sueca. El mismo que ha asumido la desaparición de Marta Calvo.
La desaparición de Marta
El pasado 7 de noviembre, Marta se citó con Jorge. Se habían conocido a través de una aplicación de citas y habían decidido quedar en Manuel (Valencia), donde él residía. Juntos recorrieron los más de 100 kilómetros que separan la capital de esta pequeña localidad situada al sur de la provincia. Cuando Marta llegó a la vivienda de Manuel le mandó su ubicación a su madre, como hacía normalmente. Desde ese momento no se volvió a conectar a Whatsapp ni a ninguna otra red social. Ante la falta de noticias, la madre acudió a la casa de Jorge. Allí él le afirmó que no conocía a ninguna chica llamada Marta.
Pasados dos días, la madre de Marta decidió denunciar la desaparición de su hija ante la Policía. Tras esto, los agentes desplegaron un gran dispositivo para dar con el paradero de la joven y de Jorge, a quien también se le había perdido el rastro. Comprobaron acequias, pozos y las tuberías de la vivienda en la que ambos habían estado. Solamente encontraron una prenda de ropa con manchas rojas.
Casi un mes más tarde, en la madrugada del miércoles, Jorge se entregó a la Guardia Civil de Carcaixent. Allí confesó que se había deshecho del cuerpo de Marta descuartizándolo y repartiéndolo por distintos contenedores de las localidades de Silla, Manuel y Carcaixent. Ahora, los agentes intentan comprobar si este extremo es real o es una treta inventada por Jorge en este mes que ha estado fugado.
Los antecedentes de Jorge
En 2008, Jorge fue detenido en Brescia (Italia) cuando transportaba nueve kilos de cocaína en una Wolkswagen Bora junto a su abuelo y un tercer socio, de origen rumano. Por aquel entonces, todos ellos estaban afincados en Valencia. Jorge tenía 26 años. Por este hecho pasó por el sistema penitenciario italiano y, tras pasar una temporada allí, regresó a España. En Badajoz se produjo su primera mancha en el currículum en España: el sospechoso estuvo en búsqueda por "un asunto relacionado con estupefacientes".
Su último desliz con la justicia se produjo el pasado junio, cuando fue detenido por resistencia a la autoridad y desobediencia. El hombre se enfrentó a un agente después de ser detenido por conducción temeraria.