Desde hace un tiempo, la Policía Nacional seguía de cerca los movimientos del Rúa Mar. Los agentes querían saber si el pesquero participaba, de alguna manera, en una red de tráfico de drogas. Algo muy común por la zona. La investigación, que todavía está en marcha, está dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. Aquel fatídico 23 de enero, cuando el barco navegaba por la zona de Cabo Espartel, los agentes tuvieron la sospecha de que su presencia podría estar vinculada con una operación de tráfico de drogas.
Ese jueves, la mayoría de las embarcaciones que también salían a pescar asiduamente, decidieron no hacerlo. El mal tiempo azotaba la zona son descanso. La radio-baliza del Rúa Mar se activó automáticamente cuando entró en contacto con el agua. Fue sobre la una y media de la madrugada. De inmediato, se activó el protocolo de búsqueda de la embarcación y de sus tripulantes por parte de Salvamento Marítimo. A su llegada, Salvamento encontró la radio-baliza, pero ningún otro resto. Los familiares, que aguardaban en Algeciras, tenían la firme convicción de que el barco había sido retenido. "Si se hubiera hundido, habría restos de la embarcación", explicaba la mujer de uno de los marineros a las cámaras de televisión, completamente rota.
En el Rúa Mar viajaban seis marineros. Todos ellos experimentados y con muchos años de mar a sus espaldas. La ruta que hicieron es una de las más largas; entre ir y volver a Marruecos se tardan más de quince horas. Con el paso de los días, la esperanza de encontrar con vida a los tripulantes comenzó a diluirse. El cadáver de Antonio Javier Maza, el patrón, fue encontrado en la zona de Tarifa. El de Óscar Maquera, marinero con nacionalidad peruana y española, también. Por ahora, sus cuerpos son los únicos que se han recuperado. De los otros tripulantes no hay ni rastro.
Como publica Europa Sur, la desaparición del barco hizo que se abriese de inmediato las correspondientes diligencias por parte del juzgado de guardia de Algeciras. El pasado martes, el día 28, la Audiencia Nacional remitió un escrito a la titular del juzgado en el que se le notificaba que existía unas diligencias que se habían abierto de forma previa, bajo secreto de sumario y que la investigación quedaba por completo bajo su competencia.
Las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional, como informa el citado medio, han incluido a lo largo del tiempo, seguimientos y pinchazos telefónicos. De momento, no ha habido detenidos.