Desde hace tres semanas, el teléfono de Carlos López Prieto (32) no ha dejado de sonar ni un solo segundo. Tanto que ni él ni su equipo dan a basto a responder los cientos de llamadas que reciben al día. En todas ellas, sin excepción, el cliente hace idénticas preguntas: ¿Cuánto cuesta alquilar una autocaravana un par de semanas estas vacaciones? ¿La puedo conducir? ¿Cómo está equipada? ¿También las tenéis en venta? ¿Puedo ir a verlas?
Tras meses privados de realizar cualquier movimiento, de salir a calle, de ver a nuestra familia, a nuestros amigos, en definitiva de hacer cualquier otra cosa que no fuera estar en casa y teletrabajar. Las vacaciones post-pandemia (y su planificación) han estado el pensamiento de la mayoría de españoles. No obstante, sin poder de salir de nuestro país, las opciones eran limitadas, sobre todo para los incansables viajeros. ¿Cuál era la mejor alternativa para huir del contacto con la gente? ¿Cómo se podían aprovechar al máximo y con la mayor seguridad posible?
La autocaravana, casi al mismo tiempo, daba respuesta a todas las preguntas que podía formularse cualquiera. Y es que, ¿qué mejor opción existe que recorrerte el país entero al volante de tu propia casa, con familia o amigos, y sin preocuparte de dónde vas a dormir cada noche? No la hay, desde luego.
Donde mejor lo saben es en Comercial Caravaning. Esta empresa familiar, con sede en Alcorcón (Madrid), lleva más de 30 años dedicándose al negocio de las caravanas y las autocaravanas. Y en los últimos días están viviendo un auténtico e inesperado boom en el negocio, después de la crisis económica que muchos vaticinaron y con la que ellos contaban en cierto modo. Cada día, reciben citas de clientes bien para comprar directamente un auto, como ellos denominan a las codiciadas caravanas, o para alquilarla. Tanto es así que si quiere disfrutar de una de ellas durante los meses de julio, agosto o septiembre, lo tiene difícil. Está todo prácticamente reservado.
10.000 metros cuadrados
Aún quedan un par de minutos para llegar al negocio de los López Prieto, cuando pueden verse a lo lejos cientos de miniautomóviles perfectamente colocados en una explanada de aproximadamente 10.000 metros cuadrados. Una vez dentro, uno se pierde entre ellos, los hay de todo tipo. Inmensas filas de caravanas adaptadas para cualquier coche, autocaravanas de hasta seis personas, furgonetas con mobiliario...
Allí nos recibe Carlos López, que desde hace cinco años es el que dirige la empresa, aunque a la sombra de su padre, Luis López Cabeza, retirado hace unos años. Él fue quien creó al gigante caravanero que hoy posee esta familia madrileña. La pasión por estos automóviles le llevó a dejar su puesto de director en una multinacional, asfaltar la finca de sus padres y convertirla poco a poco en lo que hoy es, un referente nacional en la venta, alquiler, reparación y parking de caravanas y autocaravanas.
"A mis padres les han gustado siempre estos autos, yo he ido a camping desde que tenía tres meses. Hemos pasado por todo: tienda de campaña, carro-tienda, caravana y autocaravana. La última se la compraron cuando nosotros cumplimos 18 años. Nosotros empezamos a viajar más con nuestros amigos y ellos empezaron a recorrerse el mundo con ella. Esto, o te gusta mucho, o no te gusta nada", cuenta Carlos López, en una entrevista con EL ESPAÑOL.
Su negocio le corre por la sangre y no lo esconde, muestra de ello es incluso hasta la mascarilla que porta, llena de autocaravanas de colores. "Nos las hizo una chica de administración", dice, riendo.
Autocaravana estrella
Todos los empleados, entre los que también está su madre, su hermana y su cuñado, que se encargan del parking, alquiler y de la venta de los autos, respectivamente, tuvieron que ponerse la mascarilla precisamente hace tres semanas, cuando reabrieron la empresa y empezaron a recibir a decenas de clientes al día. El teléfono quemaba. "Nos ha llamado mucha gente, muchos para alquilar que no eran clientes asiduos, otros que tenían el gusanillo y tenían ya clara la compra de la caravana. Sobre todo, nos han hecho muchas preguntas que no teníamos en junio de 2019, aquellas de quienes no saben del sector y han empezado a interesarte", explica este empresario.
No obstante, pese a la sorpresa postcovid para esta familia, el sector estaba en alza antes de la pandemia y la facturación de la empresa ha sido similar en los últimos años. ¿La doblarán este año? "Desde que terminó la crisis, el negocio ha ido subiendo, se hacen muchas más matriculaciones, el último año estábamos en torno a 15.000 en España, antes de 2015, eran unas 5.000. En alquiler, ahora es temporada a alta y no damos a basto, también era así el año pasado. Lo que no podemos es perder la cabeza aumentando la flota porque luego viene el invierno y hay que seguir alquilando", dice.
En total, Comercial Caravaning tiene 15 caravanas para alquilar, cientos para vender y otras tantas que guarda y prepara a sus clientes durante todo el año para cuando desean disponer de ellas. Si su opción es la primera, arrendar una durante unos días en verano, tiene malas noticias. "Durante julio, agosto y las dos primeras semanas de septiembre, tenemos todo reservado al 85%", apunta López.
Los precios varían en función de la temporada y del tipo de vehículo que deseas. Una de las autocaravanas estrella es la perfilada con cama vasculante en el salón para cuatro personas y con motor y cabina fabricada por Fiat. EL ESPAÑOL puede entrar dentro y comprobar como a esta minicasa ambulante no le falta detalle. Cocina con lavabo, vitro y horno; ducha y aseo, y dos grandes camas, una que se posa sobre el salón, al final del vehículo, y otra sobre el conductor y el copiloto. Ambas invisibles a la vista hasta que no descienden del techo. También cuenta con buena iluminación natural y artificial, amplias cristaleras frontales y un gran maletero.
Precios y clientes
Alquilar una autocaravana de este tipo en temporada alta puede costar unos 170 euros la noche. En temporada baja, desciende hasta los 130 euros. Dependiendo del tipo de vehículo que elijas, en julio, agosto y septiembre los precios por noche oscilan entre 140 y 200 euros, frente al resto del año que se sitúa entre los 100 y 160 euros. El perfil de estos clientes, según explica Carlos López, suele ser de 20 a 40 años. "La gente de esta generación viene con muchas ganas de probarlas, pero no tiene todavía poder adquisitivo para comprarlas", señala.
Los compradores, en cambio, suelen tener de 50 años en adelante, sobre todo, jubilados que quieren cambiar de vida y recorrerse el mundo. "Lo más económico en autocaravana es una pequeña de dos plazas, a 45.000 euros. Si te vas hacia arriba, puede alcanzar los 115.000 euros", sostiene. En cuanto a las caravanas, que deben ir a remolque de un coche, son mas bajas; oscilan entre los 12.000 y los 30.000 euros.
¿Qué necesito para alquilarla?
Ahora que puede hacerse una idea sobre si le sale rentable o no alquilar una autocaravana este verano, también es importante saber quién puede conducirla. Para la mayoría de autocaravanas (con coche integrado) que venden y alquilan los López Prieto, es necesario el carné B, es decir, el normal. No obstante, si desea un vehículo de mayores dimensiones, necesita el carné B+E o C. "Son muy pocos los que dan el salto a una más grande, por ejemplo, con un salón trasero", cuenta este joven. No obstante, para la caravana todo depende del vehículo que desea utilizar. Determinados vehículos necesitan el carné B+E o no.
Además del carné de conducir y las tarifas, también debe saber que existen aplicaciones que ponen a disposición del cliente todas las rutas que puede llevar a cabo por todo el mundo, así como las zonas habilitadas para ellas y donde puede estacionar el vehículo. No obstante, en España todavía vamos algo retrasadas con respecto a otros países como Francia o Alemania, donde hay mayor cultura de uso.
"Todavía hay mucho estigma con la autocaravanas, el Gobierno tiene que habilitar más zonas y mejorar los accesos. Deben saber que es una opción de viaje distinta, pero igualmente válida y más ahora con el coronavirus. La mayoría piensa que los que vamos en estos vehículos no consumimos nada, no es así; yo dejo la autocaravana por la mañana y no la cojo hasta por la noche, siempre comemos fuera, compramos en los comercios locales, visito museos... es muy importante que cambie la mentalidad, a largo plazo este negocio tiene un potencial de crecimiento increíble", concluye este madrileño.