Ya ha arrancado el proceso paulatino de vacunación de la sociedad española frente al coronavirus Sars-CoV-2. Éste ayudará, sin duda, a frenar la pandemia de la Covid-19, pero eso no implica que los ciudadanos no tengan que seguir protegiéndose. Aún así, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, cree que el 70% de la población puede estar inmunizada frente al virus a finales del verano de 2021. Y, claro, también hay preguntarse cómo será la vacunación de los 2.598.481 empleados públicos que tiene España. ¿Será igual a la del resto de la ciudadanía?
Sí, en efecto. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguran a EL ESPAÑOL que “los funcionarios se vacunarán según el calendario que hay establecido. En este sentido, por ejemplo, los empleados públicos de los centros sociosanitarios se vacunarán primero que otros funcionarios que tengan menos riesgos de contraer el virus”.
Sin embargo, cabe otra cuestión a este respecto: ¿dónde se vacunarán las 1.473.641 personas aseguradas por Muface, el organismo encargado de la sanidad de los funcionarios? Y es que los empleaos públicos de este país asegurados por la Mutualidad General de Funcionario Civiles del Estado pueden elegir si su cobertura sanitaria está bajo la sanidad pública o privada.
Pese a ello, Sanidad ha aclarado que en el caso de la vacunación contra la Covid-19 “no habrá diferencia” en la titularidad de los centros sanitarios para vacunar a los funcionarios asegurados por Muface y que todos se vacunarán en la red sanitaria pública.
En cuanto al sistema de jerarquización, se hará como el resto de la sociedad: se priorizará siempre por grupos de riesgo y no se vacunará a todos ni será obligatoria. De hecho, EL ESPAÑOL ha realizado una guía rápida para responder a las principales preguntas que afloran ahora que empezamos a vacunarnos. Esta sirve tanto para los empleados públicos del Estado como para el resto de los ciudadanos de España.
¿Cuándo me vacuno?
Depende. La primera etapa de vacunación empezó este domingo y se extenderá hasta el mes de marzo. De abril a junio, si todo sale según lo previsto, tendrá lugar la segunda etapa y a partir de julio empezará la tercera. En todas ellas siempre se intentará priorizar a las personas más vulnerables, ya sea por su edad o por las patologías previas.
¿Quiénes son los primeros?
Si bien ya se sabe que va a haber tres etapas, hasta el momento sólo se conoce los grupos que forman la primera etapa de vacunación que ha comenzado este domingo. Según el Ministerio, los primeros en vacunarse ahora, de diciembre a marzo, serán los residentes en centros de personas mayores y de atención a grandes dependientes. Dentro de este primer grupo se incluye también al personal sociosanitario de estos centros, ya sean trabajadores del sector público o privado.
El segundo grupo de vacunación de esta primera etapa está formado por personal de primera línea en el ámbito sanitario. Aquí se incluye a los que trabajan en unidades Covid, en el transporte sanitario urgente, en los trabajadores de las UCI, a los propios vacunadores, etcétera. Se priorizará a todos aquellos que puedan, por su trabajo, entrar en contacto con el virus.
[Puede consultar en este documento todas las especificaciones sobre quién forma cada grupo]
El tercer grupo será el resto de personal sociosanitario, aunque podría haber variaciones según el grado de contacto que se pueda tener con el virus. El cuarto grupo serán ya las personas consideradas como grandes dependientes (en grado III). Se incluirá aquí a las personas con gran dependencia que están institucionalizadas como a las que no.
¿Cómo me entero?
Tanto durante esta primera fase como durante las demás, el sistema de notificación será el de cita previa. Lo más habitual en estos casos es que se notifique por SMS, como cualquier otro trámite con la Administración de turno. Serán las comunidades autónomas las responsables de avisar el lugar y la hora de vacunación. Aunque puede haber excepciones por casos especiales, los lugares de vacunación serán los centros sanitarios tradicionales.
¿Es obligatorio vacunarse?
No. Para nada. Aunque es recomendable, en todo caso será voluntaria según lo previsto en la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas especiales en materia de salud pública. Sin embargo, el Ministerio sí pide que se registren los casos que rechacen la vacunación "con la finalidad de conocer las posibles razones de reticencia en diferentes grupos de población". Es decir, para estudiar por qué uno no se quiere vacunar.
Antes de cualquier vacunación es necesario un consentimiento informado, ya sea verbal o por escrito. Esto último sería, por ejemplo, en casos de niños que vayan a vacunarse en el ámbito escolar donde sus padres o tutores no están presentes.
¿Cómo se priorizará?
De momento, no hay nada especialmente definido respecto a quién irá primero en las demás fases de vacunación que se extendrán hasta el final del verano. Se tendrá en cuenta la edad, si ha habido patologías previas, si se trabaja en un entorno cerrado o abierto, si la localización es propensa a los brotes, etcétera. Se tendrá en cuenta incluso la situación socioeconómica, para priorizar a aquellos que el hecho de estar confinados pueda perjudicar gravemente su nivel de vida.
Aunque no hay un orden aún, por supuesto, todos los grupos se jerarquizarán. Por ejemplo, se puede dar por hecho que los jóvenes serán de los últimos en vacunarse y que los mayores de 64 años serán de los primeros. Tampoco será lo mismo una profesora que está en contacto con multitud de alumnos que una persona que trabaje en su casa.
¿A quién no se vacuna?
De momento, no se va a vacunar a los niños menores de 16 años. Esto se debe a que los jóvenes de esa edad no han participado en los ensayos clínicos y aún hay que probar la eficacia de la vacuna. El principal objetivo ha sido sacarla cuanto antes y de una forma segura pero para los más vulnerables. Como los más jóvenes no lo son, de momento quedarán exentos.
Hay otros casos que habrá que estudiar uno a uno. Por ejemplo, el de las embarazadas. Al respecto también existen menos datos de los que gustaría y habría que decidir caso por caso. En cuanto a los enfermos terminales, serán los profesionales sanitarios los que decidirán si hay que vacunarles. De nuevo, siempre caso por caso.