Amanda Meyer, alto cargo de Izquierda Unida y actual jefa de Gabinete de la ministra Irene Montero, recomendó durante años la contratación de una empresa fundada por Juanma del Olmo, hombre fuerte del vicepresidente Pablo Iglesias y ahora imputado por la presunta Caja B de Podemos. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, Meyer ayudó a que se premiase a la cooperativa Enreda con adjudicaciones en distintas administraciones públicas, desde ayuntamientos hasta la Junta de Andalucía, con Izquierda Unida (IU) siempre presente.
Varias fuentes que estaban en el partido han denunciado esta práctica a este diario, que ha podido comprobar que, entre 2008 y 2019, Enreda se estuvo nutriendo de contratos públicos en hasta 12 ayuntamientos -en su mayoría andaluces-, diputaciones de la comunidad y la propia Junta, todos ellos organismos públicos y en los que Meyer, y por extensión IU, tenía influencia. El monto total de dinero público que Enreda recibió a través de este modus operandi, ya sea a través de contratos o de subvenciones, fue por lo menos de 267.897,86 euros, aunque la cifra podría ser mayor.
Juanma del Olmo (Soria, 1982) y Amanda Meyer (Sanlúcar de Barrameda, 1977) se conocían de las Juventudes Comunistas (UJCE). Los dos llegaron a ocupar altos cargos en el Partido Comunista e Izquierda Unida y él fundó Enreda en 2008. Junto a Del Olmo, el equipo inicial de la cooperativa estaba formado por Javier Moreno, actual secretario ideológico del PCE y que sigue figurando como colaborador en la empresa, y Pablo García, exmilitante de la UJCE y todavía socio cooperativo de Enreda. Del Olmo acabó abandonando la cooperativa en julio de 2012 por desavenencias con García, un par de años antes de entrar en Podemos.
Los tres eran conocidos en los círculos internos de IU como “los amigos de Amanda”. “Empezaron a tener contratos donde tenía mano Izquierda Unida [...] porque Amanda les hablaba de la empresa, y de ahí hacia arriba”, revela un excompañero de Meyer a este diario, un extremo que han confirmado otras tres fuentes distintas. Esta influencia sirvió para que la cooperativa despegara entre 2008 y 2014 y le valió para que, incluso después de la salida de Del Olmo, se convirtiera en una entidad con una cartera de clientes notable formada en su mayoría por organismos públicos.
De esta forma, según las citadas fuentes, Meyer utilizó entre esos años su posición de poder interna, primero como cercana a la dirección regional de IU y luego como secretaria general de la Junta de Andalucía (2012-2015), para recomendar a Enreda. Fue durante ese tiempo que la cooperativa fundada por sus “amigos” granjeó sus primeros contratos en ayuntamientos como los de Marbella, Cádiz o Utrera, donde el partido tenía poder ejecutivo, así como en la propia Junta.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con Amanda Meyer y, aunque ha afirmado conocer a los tres fundadores de Enreda, así como la cooperativa, niega haberlos promocionado. Este diario se ha intentado poner en contacto con Pablo García, todavía en Enreda, pero no ha habido respuesta.
Lo que es innegable es que, con el tiempo, las trayectorias políticas de Meyer y Del Olmo han seguido en aumento, primero separadas y ahora en el Gobierno, enredadas de nuevo. Amanda Meyer es hija del histórico eurodiputado de IU Willy Meyer, y a día de hoy compagina la jefatura de Gabinete del Ministerio de Igualdad -una especie de número dos de la ministra Irene Montero- con un puesto en el Comité Federal del PCE y de la dirección federal de IU. Es una de las principales voces del partido que apuesta por una fusión con Podemos y fue muy polémica tras crear la fraudulenta beca black de la que se benefició Íñigo Errejón en la Universidad de Málaga entre los años 2014 y 2015.
Juanma del Olmo, por su parte, abandonó IU y se integró en Podemos tras su nacimiento en 2014. Llegó a ser diputado en el Congreso entre 2016 y 2019 y ahora es el Secretario de Comunicación. Es, además, el hombre fuerte de Pablo Iglesias, su fontanero y parte de su círculo de confianza. Dentro del Gobierno ejerce como director de Estrategia y Comunicación del vicepresidente. A través de sus cargos, se encarga de dirigir los llamados “trabajos sucios” de la formación, desde las purgas hasta la presunta financiación ilegal del partido, causa por la que se encuentra imputado desde agosto de 2020.
Enreda SCA
Era el año 2005. Juanma del Olmo acababa de ser nombrado secretario Político de las Juventudes Comunistas de Madrid, un elenco de jóvenes izquierdistas que años más tarde revolucionarían la política española. Allí estaban Pablo Iglesias, Irene Montero, Alberto Garzón y Amanda Meyer, todos con responsabilidades de Gobierno en la actualidad. En las medianías rondaban Javier Moreno y Pablo García, también en las juventudes. Los tres se hicieron amigos y, en 2008, decidieron fundar su propia empresa.
La llamaron Enreda SCA (Sociedad Cooperativa Andaluza), una cooperativa centrada en gestionar recursos informáticos o, en sus propias palabras, “desarrollar tecnología para la transformación social”. Al año de crearse, en 2009, recibieron sus primeras subvenciones de la Junta de Andalucía: dos partidas de 6.000 y 4.950 euros. Aunque Del Olmo se fue años más tarde -en 2012 y fruto de una discusión con García- y fundó otra empresa, la marca de ropa 198 que lucen los miembros de Podemos, siguió vinculado a la cooperativa por medio de Izquierda Unida, Javier Moreno y, claro, Amanda Meyer.
Los tres, García, Moreno y Del Olmo, eran conocidos en esos años como "los amigos de Amanda". Según un antiguo colaborador del grupo, cercano a Meyer y Del Olmo, la actual número dos del Ministerio de Igualdad habría ayudado a Enreda al recomendarla entre sus compañeros de Izquierda Unida en Andalucía: “De ahí sacaban muchos contratos. Donde IU tenía mano ella tenía mano. Al final los Meyer son los reyes de Izquierda Unida Andalucía”, concreta. Después de este primer empuje, el resto de contratos vinieron rodados.
En el año 2012 hubo elecciones e Izquierda Unida dio a Enreda el que sería su primer gran encargo: “diseñar y crear la campaña electoral”, como recuerdan en su web. Lo cierto es que al partido le fue bien, duplicando su resultado anterior y alcanzando el Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, de la mano del PSOE, que los eligió como socios de coalición. Amanda Meyer, entonces en la Ejecutiva del PCE, fue elegida secretaria general de Vivienda, Rehabilitación y Arquitectura en la Consejería de Fomento y Vivienda. Entonces volvieron las subvenciones a Enreda. En total, 27.167,29 euros entre 2012 y 2015, cuando Izquierda Unida estuvo gobernando.
Durante esos años, la formación también contrató a Producciones CMI, la productora audiovisual de Pablo Iglesias y en la que trabajaba Tristán Meyer, hermano de Amanda. Los pagos a la empresa del actual vicepresidente, según ya han publicado otros medios, eran efectuados de varias formas: o bien a través de IU, de Denis Thomas Maguire (director de varios vídeos electorales del partido), de Ezker Anitza (federación de IU en Euskadi) o a través de la propia Enreda.
Los contratos
El Gobierno PSOE-Izquierda Unida duró hasta las siguientes elecciones de 2015. Entonces, Susana Díaz (PSOE) cambió de aliado y eligió como socio a Ciudadanos, por lo que Meyer abandonó su cargo la Junta y empezó a preparar el desembarco en otro tipo de política. Lo haría en Marbella de la mano del teniente de alcalde Miguel Díaz (IU), que la contrató como asesora en 2017. La oposición lo tildó de “dedazo”, pero la cosa quedó ahí. Un año antes, Enreda había recibido su primer contrato municipale precisamente en esta ciudad, ya con IU en el Gobierno. En este caso, la cooperativa firmó 23.900 euros por labores de soporte informático del Ayuntamiento.
Serían los primeros de una larga lista de adjudicaciones en distintos organismos municipales y provinciales siempre con Izquierda Unida -y Meyer- de por medio. El nexo era, principalmente, Javi Moreno, "que es muy muy amigo de Amanda”, indica un miembro del partido en aquellos años. En 2017, a Enreda le siguieron contratos en los ayuntamientos de Cádiz y Utrera (Sevilla), ambos con miembros de Podemos o IU en el Gobierno.
No obstante, un conocedor de los contratos justifica que había "pocas empresas" en Andalucía que realizaran las labores informáticas de Enreda, menos aún cercanas a IU. Lo cierto es que consiguieron ascender y ganar reconocimiento, sobre todo por su trabajo en webs municipales, gracias presuntamente al apoyo interno de Meyer en el partido. En los años siguientes a la salida de Del Olmo, la deriva se convirtió en una carrera meteórica para Enreda, siempre ligada a contratos públicos. Sólo en 2018, y según reflejan en su página web, la cooperativa recibió 17, todos en tareas de desarrollo y soporte informático en distintas administraciones.
EL ESPAÑOL ha podido encontrar diez de estas adjudicaciones en gobiernos que dependían directa o indirectamente de Izquierda Unida, tanto dentro como fuera de Andalucía. Sólo en 2018, la empresa recibió contratos por parte de los Ayuntamientos de Sevilla, Córdoba, Utrera, Rota, Santiago de Compostela, Oviedo, Puerto de Santa María, Tarifa y Mijas, además de la Junta de Andalucía; en otros años, al grupo se suman Cádiz, Marbella, Granada y el Cabildo de Gran Canaria. En la mayoría Enreda era o bien la empresa con menor presupuesto ofertado o la única en presentarse al concurso; en otros, la licitación no aparece publicada.
A partir de 2019, el número de contratos adjudicados empezó a disminuir. Enreda, con Pablo García al frente, se alió con la empresa de economía social Creando Conciencia. Su presidente, Raúl Moreno, había sido técnico de comunicación para Podemos en la Junta de Andalucía, y juntos formaron OpenODS, una plataforma de calificación y transparencia en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, la misma que, curiosamente, dirige la vicepresidencia del Gobierno de Pablo Iglesias en la que trabaja Del Olmo.
A partir de entonces, Enreda desvió su atención más hacia la plataforma y menos hacia los antiguos contratos públicos en Andalucía. En el año 2019 disfrutó de cinco, según ha podido saber este diario, para un total de 100.930,50 euros distribuidos entre la Diputación de Cádiz, el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía, entre otros.
La segunda de Montero
Fue a partir de 2020 que las carreras de Juanma del Olmo y Amanda Meyer volvieron a entretejerse, a enredarse, justo en el año en que Enreda recibió menos contratos. De su abrupta separación política en 2014, cuando él decidió dejar Izquierda Unida y aventurarse en Podemos, no quedaron reproches entre ambos. Si hubo frialdad quizá fue en un primer momento, pero siguieron siendo amigos. Ahora, la misma política que los había separado los reúne de nuevo como los ‘número 2’ de Pablo Iglesias e Irene Montero, vicepresidente y ministra.
Meyer, aunque se quedó en el partido, nunca perdió relación con la pareja que ahora dirige Podemos. Malagueña de adopción, es hija del histórico dirigente de IU Willy Meyer, que dimitió como eurodiputado tras descubrirse su participación en una sicav, y de la dirigente del PCE Julia Hidalgo de Argüeso, descendiente de una histórica familia de bodegueros. Desde joven, Amanda militó en las organizaciones de sus padres, llegando a la Ejecutiva primero de las Juventudes Comunistas, luego del PCE y más tarde de Izquierda Unida.
Pero su vinculación con el partido venía de antes. Abogada de carrera, empezó su andadura en 2003 en el despacho de Gonzalo Boye, que un año antes había salido de prisión por el secuestro de Emiliano Revilla, perpetrado por ETA. Más tarde, Boye se haría conocido por defender en los tribunales a figuras como Edward Snowden, Carles Puigdemont y Valtònyc y en la actualidad está procesado por presuntamente ayudar a blanquear dinero del narcotraficante gallego Sito Miñanco. En ese despacho estuvo Amanda hasta el año 2005.
Un año después de salir de allí se reunió con Rafa Mayoral, actual diputado de Podemos y exdirigente de Izquierda Unida, y decidieron fundar una empresa: Kinema, cooperativa que se encarga desde 2014 de prestar servicios de gestoría laboral a la formación de Pablo Iglesias y a sus Grupos Parlamentarios sin licitación previa. Actualmente la empresa está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid en la misma causa que imputa a Juanma del Olmo, por la Caja B de Podemos.
Volviendo a Meyer, desde entonces le ha ido bien. Tras pasar varios años como abogada acabó en la ya mencionada Secretaría General de la Vivienda, Rehabilitación y Arquitectura de la Junta de Andalucía. Allí fue una de las implicadas en la creación de la conocida beca black que cobró Íñigo Errejón de la Universidad de Málaga a razón de 1.825 euros brutos mensuales (2014-2015).
Desde entonces, su trayectoria se centró más en la vida interna de partido -es pareja de Toni Valero, coordinador de IU Andalucía- hasta que, en enero de 2020, Irene Montero la eligió como número dos del Ministerio de Igualdad, un nombramiento que causó extrañeza en su momento. “Es muy raro que alguien de IU, y tan de IU como ella, esté en medio de uno de los ministerios de Podemos”, señala un antiguo dirigente del partido. Actualmente tiene nivel 30 como asesora y percibe un sueldo de 83.425 euros al año, más que la ministra y que el presidente Pedro Sánchez.
El fontanero de Iglesias
Juanma del Olmo, por su parte, ha preferido estar siempre en la sombra. Tras fundar y abandonar Enreda, dejó Izquierda Unida y se integró en Podemos en 2014. Ese mismo año creó la marca de ropa 198, uno de los símbolos del 15M que ha terminado por convertirse en el uniforme oficial de muchos dirigentes del partido morado. Es habitual ver al vicepresidente con su ropa. Desde 2017 es considerado uno de los hombres fuertes de Podemos y la mano derecha de Pablo Iglesias, una especie de fontanero del secretario general “que se encargaba de las purgas y todo lo sucio”, según un exmiembro de la formación.
Siempre del núcleo duro, siempre a la sombra del líder, pero con la autonomía suficiente para obrar por su cuenta si la situación lo requiere. Una independencia que le ha costado una imputación por malversación y administración desleal, entre otros posibles delitos, por la causa abierta contra el partido en el seno del caso Neurona, dirimido en el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid. Del Olmo sería, según la denuncia presentada por el exletrado purgado de Podemos José Manuel Calvente, el responsable que tomó la decisión de contratar a Neurona, y uno de los ideólogos de la operación.
Como punta de lanza del ideario morado, Del Olmo es también secretario de Comunicación de Podemos, puesto creado ex profeso para él. De su cabeza vienen ideas como el Tramabús, los vídeos ofensivos y el polémico cartel machista de vuÉLve, con el que se anunciaba la vuelta del permiso de paternidad de Iglesias tras unos meses con Irene Montero al frente. También las dos campañas electorales de 2019, en las que la formación no dejó de perder votos. Desde 2020 compagina su cargo orgánico con el de director de Estrategia y Comunicación de la Vicepresidencia segunda del Gobierno.
Desde que Amanda Meyer y Juanma del Olmo llegaron al Gobierno, los contratos públicos de Enreda disminuyeron, aunque sigue manteniendo vínculos profundos con Izquierda Unida. Ahí está Javier Moreno que, a la vez que ocupa un cargo en la cooperativa hace lo propio en el partido. Enreda, ahora, está considerada una empresa prestigiosa en su sector e incluso ha ganado contratos en Gobiernos del PP. Todo fue gracias a los amigos, a ese primer empujón, a esa primera cartera de clientes tan notoria. Una a la que que una cooperativa recién nacida no podría haber aspirado.
MANIFESTACIONES DE AMANDA MAYER