Francisco muestra el auto de su procesamiento por homicidio.

Francisco muestra el auto de su procesamiento por homicidio. Biel Aliño

Reportajes TRIBUNALES

Francisco, acusado de homicidio por detener al maltratador de su madre: "Si no llego, la mata"

Se impuso al agresor, que fue condenado al día siguiente en un juicio rápido. Pero el maltratador murió por la tarde y la Justicia procesa ahora al joven.

22 mayo, 2021 01:26
Valencia

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Francisco se topó con el horror cuando acudió a su casa el 25 de noviembre de 2019. Era el Día contra la Violencia de Género, pero poco le importó la efeméride al exnovio de su madre. Primero la acosó por teléfono. Después acudió a su domicilio. Fundió el timbre del patio hasta lograr entrar a la finca. Aporreó la puerta del piso entre insultos. Ella alertó al 112 y al 016, pero llegó antes su hijo, que presenció cómo el agresor tomaba a su madre por el cuello. "Si no llego a actuar podría estar muerta", relata este joven de 22 años a EL ESPAÑOL.

El día siguiente fue igual de frenético. Por la mañana el hombre fue condenado en un juicio rápido por agredir a la mujer. Y por la tarde murió. Al parecer, tenía el bazo reventado. Ante tal escenario, la justicia ha procesado a Francisco por un presunto delito de homicidio. "Pienso en ello y no lo entiendo. Es injusto. Me produce impotencia. Me acusan de homicidio por salvar la vida de mi madre", afirma.

"Yo no puedo evitar sentirme culpable por haber tenido una relación con esa persona. Esto está siendo un infierno", apunta la madre. Ambos atienden a este periódico para "decir la verdad", para "evitar que se produzca una injusticia". "No se puede castigar a quien le ha parado los pies a un maltratador, a quien ha defendido a la víctima", agrega la mujer, muy preocupada por el porvenir de su hijo.

Francisco, el joven procesado por homicidio, junto a su madre.

Francisco, el joven procesado por homicidio, junto a su madre. Biel Aliño

La conducta del fallecido fue condenada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Torrent. "Se personó en el domicilio de su expareja sentimental aporreando la puerta de la vivienda y gritando para que le abriera, cosa que al final hizo. Y tras ello, dirigiéndose a ella con ánimo de menoscabar su integridad física, la agarró fuertemente del cuello y la empujó", recogen los hechos probados de la sentencia del juicio rápido, que tuvo lugar el día 26 de noviembre. Para mayor drama, todo ocurrió en presencia de la hija de 7 años del difunto.

El maltratador fue condenado "como autor penalmente responsable de un delito de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer". La pena fue de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad. También se le impuso una orden de alejamiento de 16 meses. Francisco y su madre se sintieron aliviados por unas horas, pero su pesadilla judicial no había hecho más que comenzar.

De testigo a detenido

"De pronto nos enteramos de que había muerto", recuerdan. Francisco acudió a declarar ante la Policía Nacional pensando que todo formaba parte del proceso de la agresión machista, pero comparecía realmente en calidad de detenido. La nueva investigación la lleva el Juzgado de Instrucción 3 de Torrent, que el pasado 22 de abril procesó a Francisco como presunto autor de un delito de homicidio, tal y como avanzó el diario Levante-EMV.

El auto de procesamiento, por contra, contiene claros argumentos a favor del acusado. En la descripción de los hechos expone que Francisco "le requirió para que se marchase del lugar, iniciándose una discusión entre ambos en la que se enzarzaron y golpearon mutuamente". "En un momento dado se golpeó varias veces con la cabeza en el suelo, autolesionándose al tiempo que decía que les iba a arruinar la vida", agrega al respecto el documento.

Silvia y José Manuel, de Moya Abogados, en su despacho junto a Francisco y su madre.

Silvia y José Manuel, de Moya Abogados, en su despacho junto a Francisco y su madre. Biel Aliño

"Fue horroroso y muy extraño. Se daba cabezazos para romperse la nariz, y repetía constantemente que nos iba a arruinar la vida", recuerda Francisco, que asegura que no propinó puñetazos al agresor.

"Era una persona muy problemática. Se autolesionaba mucho, tenía los brazos llenos de cortes que él mismo se hacía", apunta la madre, que lo describe como "politoxicómano y violento".

Rechazó pruebas médicas

La descripción de los hechos que realiza el auto apunta otra cuestión de gran relevancia. Detalla que, como consecuencia del forcejeo, "sufrió lesiones que determinaron una primera asistencia médica", pero subraya que rechazó someterse a pruebas médicas.

"Presentaba dolor en la parrilla costal izquierda, presentando un hematoma, y se le pautó una prueba radiológica de la zona para descartar una lesión interna que, sin embargo, este se negó a hacerse", precisa el auto. "Con las demás pruebas ya hechas, que no evidenciaron fractura de costillas ni punción en el pulmón, se le dio el alta con controles", agrega.

Francisco muestra el auto de su procesamiento por homicidio.

Francisco muestra el auto de su procesamiento por homicidio. Biel Aliño

Pero el desenlace fue fatal. "No obstante lo anterior, a las 15:00 horas del 26 de noviembre se desmayó en la puerta del edificio de su hermano y, aunque acudieron los servicios médicos al lugar y le hicieron maniobras de resucitación cardiopulmonar, se produjo la muerte del mismo a las 15:30 horas", agrega el auto.

Pese a las circunstancias, la juez considera que "los hechos relatados anteriormente revisten, por ahora y salvo ulterior calificación, los caracteres de un delito de homicidio o, en su caso, de un homicidio imprudente".

"Estos indicios resultan no ya de la imputación determinante y directa de los agentes actuantes con las investigaciones iniciales, sino de las declaraciones obrantes en autos y los informes médicos que han sido objeto de valoración por dos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML)", agrega el documento.

Francisco, el joven procesado por homicidio.

Francisco, el joven procesado por homicidio. Biel Aliño

La magistrada deja a Francisco en libertad provisional y le requiere una fianza de 10.000 euros "para asegurar las responsabilidades pecuniarias". "Esto es un calvario que no le deseo a nadie. Es peor que una pesadilla", subraya la madre.

Francisco se muestra más sereno, pero muy serio. "Trato de hacer vida normal. No he comentado nada en el trabajo ni en mi entorno, por eso preferimos que no se revele nuestra identidad", explica. "Confiamos en la justicia para que todo esto acabe cuanto antes", afirman.

La defensa de Francisco la lleva Silvia Moya, del despacho Moya Abogados. La letrada tratará de hacer valer los principales argumentos de su cliente: que intervino ante la manifiesta agresión contra su madre -probada y condenada por la Justicia- y que el difunto rechazó pruebas médicas que podrían haberle salvado la vida.