La velocidad a la que se puede circular en España varia dependiendo del tipo de vía por el que conduzcamos. Van desde los 30 kilómetros hora en ciudades hasta los 120 km/h en las autopistas.
La Dirección General de Tráfico (DGT) persigue que los conductores no se salten estos límites. Para ello utiliza, en muchos casos, radares fijos o móviles que son capaces de medir a cuánta velocidad vamos en un punto concreto. Este sistema es el que más multas consigue poner en España.
Numerosos estudios relacionan y confirman el aumento de exceso de velocidad con una mayor posibilidad de morir en carretera si se tiene un accidente de tráfico.
La DGT busca mediante las multas y la reducción de puntos del carné de conducir que los conductores se lo piensen dos veces antes de pisar de más el acelerador. Los radares son los encargados de eso.
Las multas por exceso de velocidad conllevan una sanción económica de 100 a 600 euros y la detracción de hasta 6 puntos del carné de conducir.
Si la multa es de 100 euros no perderemos puntos del carné, pero las cuantías se van incrementando dependiendo del exceso de velocidad: 300 euros y 2 puntos, 400 euros y 4 puntos, 500 euros y 6 puntos y, por último, 600 euros y 6 puntos, que es la máxima.
Para evitar los accidentes, la DGT, mediante controles y radares, busca un efecto disuasorio que ha conseguido que en los últimos años descienda la mortalidad exponencialmente en las carreteras españolas.
Aun así, hay quienes consiguen evitar a los temidos radares frenando antes de cruzar la línea que marca la cámara de estos controles. Lo que buscan es que no los cacen para no tener que pagar la multa. Pero este truco tiene los días contados.
Nuevo sistema de la DGT
Los conductores que sepan dónde está colocado un radar y frenen antes de pasar por ellos para seguidamente acelerar se pueden ir igualmente con la multa para sus casas.
Los nuevos radares de la DGT utilizarán una técnica que será capaz de detectar a aquellos que sólo frenen en ese momento.
Este nuevo sistema cuenta con dos cámaras repetidas en unas zonas concretas. La fotografía del momento será así más amplia y se producirá durante un tramo más grande.
Para la DGT estos radares son capaces de dar caza a aquellos conductores que al saber donde están colocadas las cámaras sólo cumplen la legalidad en ese momento.
Además, ese frenazo cuando llega un radar puede ser peligroso para el resto de conductores. Un cambio repentino de velocidad puede poner en riesgo la seguridad, motivo por el cual esta práctica ya está penalizada hasta con doscientos euros.
Llegados a este punto, la DGT espera con este nuevo sistema de detección evitar que los conductores sobrepasen los límites y, además, que solo los respeten en los radares.
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