El parricida se había separado de su mujer antes de matar en Madrid a su hija Abril, de 3 años

Abril tenía de 3 años. Sus padres se acababan de separar. No había orden de alejamiento, no constaban, de hecho, denuncias previas entre sus progenitores. Ningún signo de violencia machista conocido hasta este jueves, cuando presuntamente su padre decidió acabar con la vida de la pequeña para después suicidarse él.

Ambos aparecieron muertos en la noche de este jueves en la calle del Amparo, en Madrid. La Policía encontró los cadáveres con "signos de violencia", según el Summa 112, por lo que las primeras hipótesis apuntan unos hechos claros: el varón, de nacionalidad francesa, habría matado a la menor y después se habría suicidado. Hacía escasas fechas que se había separado de María, la madre de la niña.

A las 10 de la noche de ayer, la Policía Nacional recibió una alerta para que acudieran al número 91 de la calle del Amparo en la capital española, en el barrio de Lavapiés. Al llegar, los miembros del Summa 112 encontraron los dos cadáveres, sin que pudieran hacer nada por salvar la vida a ninguna de las dos personas.

Se desplazaron hasta el lugar de los hechos agentes de Seguridad Ciudadana, del Grupo de Delitos Violentos de Policía Científica y de Homicidios para proceder a la investigación.

Además, dos mujeres se encontraban dentro del inmueble en el momento en el que llegaron los agentes de la Policía Nacional. Ambas presentaban un cuadro clínico de crisis de ansiedad, según informó Javier Chivité, portavoz del Summa 112.

No se descarta que una de estas mujeres fuera María, madre de Abril y expareja del presunto parricida. La mujer es psicóloga infantil y hacía poco tiempo que se había separado del padre de la niña. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, no constaban denuncias previas por violencia de género ni órdenes de alejamiento. La otra mujer, sería la abuela de la menor.

Por el momento, lo único que se sabe es que se trata de una "muerte violenta", según el Summa 112.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido la primera en pronunciarse sobre este caso. "No hay palabras que acompañen el dolor para la madre y familia de esta niña. La violencia vicaria busca dar donde más duele a las mujeres. Es obligación del Estado garantizar los derechos de las madres protectoras antes de que las asesinen, a ellas o a sus hijos/as".

La Delegación del Gobierno en Madrid también ha mostrado sus condolencias en Twitter. "Estamos recabando datos del asesinato de una niña de 3 años en Madrid por presunta violencia de género", exponían.

De confirmarse el parricidio, el número de menores de edad asesinados por violencia de género ascendería a 7 en 2021 y a 46 desde 2013. La Delegación del Gobierno terminaba su mensaje con dos mensajes acompañados de dos puños en alto con lazos violetas: "Vivas nos queremos; ni una menos".