Los ucranianos 'españoles' dispuestos a viajar a Kiev para luchar contra Putin: "¡Tomaremos las armas!"
Ulyana, Maryana o Andriy, ucranianos afincados en España, se manifiestan en Madrid y explican que volverían a su país a "luchar por la libertad".
28 febrero, 2022 02:14Noticias relacionadas
El día amaneció gris. Solamente había un puñado de ucranianos en la plaza de Colón a falta de 30 minutos del inicio de una manifestación en repulsa de la guerra en Ucrania. Pero los minutos pasaron y las lágrimas de emoción al cantar su himno intercaladas con el grito de “¡Libertad!” hicieron que los manifestantes pronto se amontonaran en el centro de Madrid. Hombres y mujeres. Ancianos y niños. Españoles y ucranianos. Todos unidos bajo una proclama: “Europa, protege el futuro de tus hijos. ¡Detén a Putin!”. Mientras eso ocurre –si ocurre–, varios ucranianos afincados en España con los que ha hablado EL ESPAÑOL lo tienen claro: irán a la guerra para “proteger” a sus familias y su patria.
Y salió el sol. Calentando no sólo la capital, sino los ánimos de los ucranianos que clamaban pacíficamente por el bien de su país. A ellos, se unieron cientos de españoles llegando a ser, entre todos, 40.000 personas, ha informado la Delegación del Gobierno en Madrid. Todas marchando en paz. Pidiendo la paz, como ya lo hicieron miles de personas en 1997 para pedir el fin de ETA tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco o en las protestas contra la guerra de Irak en 2003. Miles de personas, nuevamente, concentradas para pedir a Vladímir Putin que detenga su ofensiva contra Ucrania.
Algo que, previsiblemente, no hará. Es más, ha ordenado aumentar la ofensiva y ha bombardeado Kiev mediante “ataques brutales”. Pero Ucrania aún resiste tras cinco días de invasión. Aún no ha caído. De ahí que el presidente Volodimir Zelenski haya llamado hace unos días a la “movilización general” de todas las personas en edad de servir en el Ejército por la guerra que inició el jueves Rusia contra el país. Una llamada que está siendo escuchada por el pueblo ucraniano.
“Aunque me dé miedo, ya estoy mirando y buscando la manera de viajar a Ucrania para ayudar a mi país. Si hace falta, ¡tomaremos las armas!”, se sincera a EL ESPAÑOL Ulyana, una joven ucraniana de 29 años que ha crecido en España. Su amiga Maryana, de 30, concuerda con la tesis de su compañera y denuncia también el “horror” de la guerra. “Tenemos familia allí. Están atrapados en bunkers; soportando cada día los bombardeos”, se queja mientras se le adivinan algunas lágrimas a punto de salir de sus vidriosos ojos.
En los mismos términos se ha expresado Andriy, un arquitecto de 37 años que lleva desde los 21 viviendo en España: “Defenderemos nuestra libertad y nuestra autonomía. Queremos hacerlo de manera pacífica, pero si tenemos que ir a luchar a Ucrania, lo haremos”. Él, que se reconoce también español, estaría dispuesto a viajar al frente; a impedir que triunfe la invasión rusa en Ucrania. De momento, al igual que su amigo Volodymyr, dice que están “ayudando enviando dinero” a sus familiares. 4.000 kilómetros de distancia entre Kiev y Madrid, de momento, son un hándicap. “Tener ya la familia aquí es otro motivo por el que sería difícil partir”, añade Volodymyr.
Decepción con Europa
El termómetro de la decepción con la Unión Europea, la OTAN y el resto de Occidente, según avanza la manifestación, sube de temperatura. “¡Europa, escucha; también es tu lucha!” u “¡Hoy Ucrania; mañana Europa!” son las consignas que han elevado el tono de los 40.000 manifestantes españoles y ucranianos. El reloj marca las 12:30 y los ucranianos vuelven a cantar su himno –ya lo habían hecho previamente– y la emoción vuelve a cundir.
“Yo también, si es necesario, quiero ir a luchar por mi país, pero soy una persona normal –civil– y no entiendo por qué la Unión Europa y la OTAN nos han abandonado. Ellos son militares y podrían ayudar a mi país a librarse de Putin. Es un asesino”, afirma a este medio otro ucraniano envuelto en una bandera azul y amarilla, la de Ucrania. Y continúa su andadura en la manifestación volviendo a gritar: “¡Hoy Ucrania; mañana Europa!”.
Tras ello, Irina, de 27 años, rompe a llorar: “Estoy muy preocupada por todo. Tengo familia allí y las bombas no paran. Me gustaría pedir que la OTAN por lo menos ayude a cerrar el espacio aéreo. De esa manera, por lo menos no podrán entrar aviones rusos y tirar más bombas. ¡Que protejan nuestros cielos!”. Y, a partir de su proclama, empiezan los demás manifestantes a corear lo que la joven ucraniana ha gritado. “¡Que protejan nuestros cielos!, ¡Que protejan nuestros cielos!, ¡Que protejan nuestros cielos!”, repiten los manifestantes ucranianos.
La “valentía” de los ucranianos
Mientras tanto, tanto las Fuerzas Armadas ucranianas como varios civiles están en plena batalla de contención ante el avance ruso. Así lo demuestran, por ejemplo, algunos medios ucranianos que están compartiendo vídeos de la “valentía” del pueblo ucraniano. En uno de ellos, se aprecia a decenas de hombres desarmados, con las manos metidas en los bolsillos de sus abrigos, avanzando con decisión hacia los tanques rusos para cortarles el paso. Sólo van ellos, caminando, sin nada, a pelo, como aquel ciudadano chino que en 1989 se puso delante de los tanques en la plaza de Tiananmen, en Pekín.
#Ukraine Ukrainian media publish videos in which people with their bare hands stop Russian tanks and armored vehicles. Such bravery pic.twitter.com/ZfuWENgbnR
— Hanna Liubakova (@HannaLiubakova) February 27, 2022
En otro vídeo, se ve a una mujer ucraniana de 50 años plantando cara a los soldados rusos. Les recriminó su presencia. “¡Vosotros sois unos ocupantes. Unos fascistas!”, le afeó la civil a un soldado de las fuerzas invasoras. La mayoría de los ciudadanos de Henichesk, no obstante, se han mantenido en actitud de cautela después de que varias ciudades de toda Ucrania hayan sido bombardeadas sin miramientos. Pero la valiente mujer le preguntó a un soldado que quién era y qué hacía ahí. “Tenemos ejercicios aquí. Por favor, vete”, respondió el militar ruso.
De vuelta a España, según ha podido testar este diario, los manifestantes ucranianos de este domingo sólo quieren “la paz” y que “Putin abandone Ucrania; que se vaya a casa”, pero el escenario de que la contienda se perpetúe e, incluso, se recrudezca, empujaría a Ulyana, Maryana o Andriy a volver a su Ucrania natal para “luchar por la libertad”. Les “da miedo”, reconocen, pero están dispuestos a volar a Kiev –o donde haga falta– a hacer frente al Ejército ruso, como ya lo hacen algunos de sus compatriotas.