Tenía que comprar decoración para el cuarto, unas cintas para hacer deporte al aire libre y bolsitas para congelar comida en paquetes individuales. Bajar al bazar de debajo de casa era una opción, nunca me ha fallado, pero estaba seguro de que debería buscar al menos otra tienda para encontrarlo todo. Así que me enteré que había un nuevo centro en Madrid que podía tenerlo todo: en Alcorcón han abierto un centro de 6.000 metros cuadrados en el que prometen que encontrarás de todo.
Algunos bazares son un cajón de sastre. Cuando acudimos podemos encontrar todo lo que queramos. Tanto es así, que en nuestra mente este tipo de tiendas ya son capaces de cumplir todos nuestros deseos: podemos ir por un regalo de cumpleaños para un amigo, menaje para el hogar o una funda para el móvil. Sirven para casi cualquier 'desavío'.
En nuestro caso nos hemos acercado a Prime Home Prix. Este centro abrió sus puertas este pasado fin de semana en Alcorcón. La gran inauguración de este establecimiento invita a pensar que podremos encontrar todo lo que necesitamos. Así que en vez de ir andando, llamamos a un taxi para que nos lleve a la avenida de Europa de la localidad madrileña.
No hay pérdida. Una gran nave azul nos anuncia en inglés que esto es un centro comercial. Prime Home Prix, el centro del abuelo y el niño —se nos viene a la cabeza como chiste malo—. Tenemos cosas de Interior, textil, menaje, fiesta, mueble, droguería, mascotas, juguetería, papelería, bricolaje, decoración y jardinería.
Esperamos algo lujoso en el interior de este megastore situado en Parque Oeste. Fuera una pantalla enorme sirve de luminoso, y perfectamente podría ser el marcador de un estadio de fútbol.
El párking tiene un total de 140 plazas que hoy no están ocupadas ni en su cuarta parte. Dicho esto, vamos adentro, que está lloviendo bastante y no es cuestión de ponerse ahora a hacer de los hermanos Morenatti al aire libre.
Una vez que llegamos aquí, todo está nuevo. Ya no están los globos que anunciaban la apertura anteriormente en la entrada, pero en el interior siguen recubriendo las columnas que rodean las cajas.
Este lugar es enorme. Hay un total de 30 pasillos, lo que suponen un total de, al menos 120 estantes repletos. A eso hay que sumar todo lo que hay colocado por las paredes y que el centro está compuesto por un orden más diáfano.
Tal y como señala su web, "queremos ser un referente para todas las familias de la zona Sur de Madrid. Por eso hemos creado un espacio con todas las facilidades en tus compras".
Un paseo
Aquí hay de todo. Se supone que son un total de 15 millones de referencias. En un primer vistazo nos damos cuenta que podemos encontrar desde fundas del teléfono móvil, a manteles, a plantas de plástico, pasando por ropa para el trabajo, trajes de gitana —para disfrazarse, por favor— o algunas cosas de ferretería.
Llegamos al pasillo de los cumpleaños. Me acuerdo de que no tengo ninguno cerca, pero sí una boda. A ver si encuentro un par de jarras para regalarle a los novios y que hagan el rito de la arena con algo bonito. Sin embargo, nada. Esta zona es para cumpleaños. Como mucho podría aprovechar los globos que hay por aquí para colocarlos de decoración o 'photocall'.
Sigo mirando. Hace tiempo que quiero cambiar la decoración del cuarto. Busco un cuadro tamaño póster en vertical que pueda colocar junto a la ventana. En otros lugares había encontrado algunos a buen precio, pero aquí todo se eleva. Eso sí, todo es mucho más bonito. Hay uno de un patio andaluz precioso por menos de 20 euros. Me lo pensaré.
Continuamos nuestro paseo por estos lares, a ver si encontramos lo que buscábamos. Hemos visto una zona de deporte. No hay mucho, pero algo hay. Pesas de poco pesaje y pesas rusas se pueden encontrar aquí fácilmente. Sin embargo, lo máximo que encontraremos serán 10 kilogramos. Cintas para hacer trabajos de fuerza también hay. Las cogemos, veremos a ver si nos sirven para hacer deporte al aire libre. Tal y como está el tiempo hoy, será mejor hacerlo en casa.
Llegamos al pasillo de jardinería. Aquí la mayoría está plastificado. Miramos algún ramo, pero finalmente nos decidimos a llevarnos una enredadera, a ver si aporta algo de color al cuarto con su color verde. Lo peor de esta zona es la música, que está en bucle. Candy Shop, el éxito de hace 12 años de 50 Cent suena sin parar. Cuando acaba, vuelve a sonar. Cambiemos de pasillo, que aquí está todo el pescado vendido.
Nos damos cuenta de algo. Al lado de este lugar está el área de descanso. El niño que llevo dentro sería feliz aquí. Hay un parque de bolas pintado completamente de azul y blanco y lleno de colchonetas para saltar y brincar mientras los mayores hacen cosas de mayores. Entiendo que, por mi edad, no puedo probar esta zona de la tienda, así que continúo mirando.
El área de descanso es amplia y tiene sofás que parecen cómodos. En cafetería no hay nadie, así que tampoco nos tomamos un café. Seguimos con nuestra compra. Vemos todo lo relacionado con las herramientas, el coche, sistemas electrónicos y menaje del hogar. Aquí hay unas cuantas gangas que podríamos aprovechar. La cubertería está muy barata, sobre todo los cuchillos, que es lo que suele faltar en los pisos de alquiler. Pero pasamos al siguiente nivel.
Vamos a la zona donde está la ropa. Se anuncia sobre todo la ropa para trabajar. La de cocina, enfermería u obra. Hay de casi todo. Al lado, los calzoncillos, calcetines que puede usar todo el mundo, incluso aunque no trabaje.
Al fondo del todo llegamos hasta la zona con artículos para coser. Las agujas para hacer crochet están bien, pero nunca conseguí tener el arte y la destreza de mi abuela a la hora de hacer punto. Así que miro las lanas pensando de qué color le pediré una bufanda el año que viene y sigo adelante.
Lo más llamativo de este lugar es cómo cambia el ambiente cuando llegamos al lugar de las bombillas. Allí hay música clásica. Entra tanta música moderna, este es el pasillo de las luces, sin duda.
Hay de casi todo en este sitio, aunque a todo se le puede poner un pero. Eché de menos que poderme llevar algo específico para la boda de mi amigo y una zona de deporte más amplia. Ya lo dice la canción, que hay veces que en la vida todo no se puede tener, y eso que soy del todo a 100.