Liu Sivaya, la 'influencer' rusa fan de Ayuso que vive en España amenazada por apoyar el discurso de Putin
Tras la invasión de Ucrania, la polítóloga se ha convertido en una de las principales voces en España que cuestiona la narrativa sobre la guerra.
20 marzo, 2022 03:08Noticias relacionadas
Cuatro horas seguidas repasando amenazas que acumulan un total de 119 páginas completas. Es solo el 10% de un informe que Liu Sivaya, de 28 años, ha elaborado para entregar a la Guardia Civil. Amenazas de muerte, de linchamientos, de violación… en ruso, en castellano, en ucraniano… Radicales que desde diferentes puntos del planeta aseguran que la buscarán y darán con su paradero. ¿El motivo? Que Sivaya se haya convertido, en las últimas semanas, en una de las principales voces discordantes en España sobre la invasión rusa a Ucrania.
Sivaya atiende a EL ESPAÑOL desde su refugio en el campo en algún lugar del país. Evita dar más detalles sobre su ubicación. Tampoco sobre su trabajo ni sobre su vida privada, aunque este reportaje pretende conocer la historia de un personaje que, de la noche a la mañana, ha pasado una de las caras más reconocidas de los platós de televisión nacional.
El pasado miércoles en el programa 'Cuatro al día' de Joaquín Prat, el entrevistador pidió a Sivaya que condenase la acción de Putin sobre Ucrania: “Yo, Liu, de verdad, las apelaciones al Donbás ¡ya está bien! Putin yo te voy a decir lo que es: es un cabrón que mata a mujeres y niños, que le importa el Donbás, Donetsk y Lugansk, un pimiento morrón, porque no le ha importado nada durante todos estos años. ¡Coño!, ¿es un criminal de guerra o no es un criminal de guerra?”, dijo Prat visiblemente impaciente. Sivaya se negó nuevamente a condenar directamente a Putin y el periodista cortó la conexión con su entrevistada.
“Cuando inició la invasión rusa de Ucrania me di cuenta de una cuestión: todo el mundo se abalanzaba sobre mí esperando una condena enérgica de los hechos solo por el hecho de ser rusa. Y todo lo que no sea una condena enérgica no es válido. Cuando trato de contextualizar, se me acusa de justificar a Putin, y yo no lo justifico, intento ver más allá”, dice Sivaya.
De Siberia a Madrid
Sivaya nació en Krasnoyarsk, en el corazón de Siberia. La familia de su padre es de ascendencia polaca y católica, y la de su madre, rusa y ortodoxa. Ella fue bautizada en la fe ortodoxa, pero reconoce que no practica. En 2012 se mudó a España por amor. Un año antes conoció a un chico gallego durante una estancia de estudios de inglés en Irlanda, al que luego seguiría.
“Yo era una ‘niña bien’, sacaba muy buenas notas y ya tenía el futuro escrito: estudiaría en San Petersburgo, donde vive una de mis dos mejores amigas, y haría una vida en Rusia. Pero conocer a esa persona, aunque sabía que no iba a ser para siempre, me movió para venir a España”, afirma.
Aterrizó en Madrid y se matriculó en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense, en el famoso campus de Somosaguas. Aprendió español en ocho meses. En Somosaguas le dieron clase profesores que más tarde formarían el núcleo duro de Podemos, como Carolina Bescansa o Jorge Verstrynge. Sivaya se define como “liberal” y de “centro centrado”. “Para los fachas soy una roja y, para los rojos, una facha”, asegura Sivaya, que realmente ha estado vinculada al PP de Madrid como atestiguan sus redes sociales y se ha declarado fan de Isabel Díaz Ayuso. También se ha mostrado partidaria de intervenciones del líder de Vox, Santiago Abascal.
El asunto ucraniano estalló en medio de sus estudios universitarios, en pleno año 2014. Entonces, se unió con un grupo de estudiantes para condenar la revuelta del Euromaidán en los círculos universitarios, una revuelta que ella siempre ha entendido como un “golpe de Estado promovido por la OTAN”. Desde aquel momento, la cuestión del Donbás, la región prorrusa al Este de Ucrania que se oponía al nuevo régimen pro-europeo de Kiev, se convirtió en una cruzada personal.
“Los nacionalistas ucranianos han humillado y masacrado a la población rusa de Ucrania y eso es algo que no se cuenta en el discurso de pensamiento único de los medios españoles”, repite como una especie de mantra, en conversación con este periódico y allí adonde va.
“Estando en la universidad, hablamos con un profesor que lo del Donbás era un genocidio y nos respondió que eso era mentira porque en la 1 [de Televisión Española] no habían dicho eso. Ahí me di cuenta de que la propaganda rusa que se ataca en Occidente se produce exactamente igual a la inversa”, añade.
El asunto ucraniano quedó enterrado con el paso de los años por la pérdida de pulso informativo. Sivaya continuó con su trabajo en una oficina de la capital, al tiempo que opinaba de cuestiones políticas de actualidad nacional en redes sociales y desarrolló su faceta de 'influencer'. Hace dos años se mudó al campo, donde pudo dedicarse completamente a los animales, una de sus grandes pasiones. Tiene una yegua y varios perros con los que convive.
Sus comentarios políticos la llevaron a ser colaboradora de Esdiario y a la cadena televisiva de reciente creación 7nn. Pero su fama era mínima. Fue el programa 'Horizonte' de Iker Jiménez el que la catapultó para ser rápidamente identificada por numerosos medios como una de las adalides del Kremlin en su campaña de desinformación sobre la guerra de Ucrania. “Me comenzaron a llamar como la chica del Donbás”, dice.
Preguntada por si está financiada por algún ‘think tank’ o grupo de interés ruso, Sivaya responde: “Para nada. No tengo ninguna cuenta en el extranjero, solo aquí. Solo soy una politóloga que, por el hecho de ser rusa y tener el discurso que tengo, se me ha llamado a participar en algunos medios. Nada más”.
Pero entonces, ¿cuál es su interés en ponerse en contra de todo el mundo? Sivaya dice que su único afán es “analizar el conflicto aportando el razonamiento que hay detrás de ambas partes. Hay una historia más allá de que Putin es un villano”, dice. “Quiero que la gente tenga toda la información y si me tengo que inmolar mediáticamente, quiero hacerlo, al menos, por la libertad informativa”.
Propaganda rusa
La presunta neutralidad de Sivaya contrasta con el peso real de la propaganda rusa en España. Según la base de datos de la Unión Europea EUvsDisinfo dedicada a registrar campañas de desinformación, en España se han producido, desde 2015, 57 casos de desinformación contra el país a través de medios de comunicación oficiales o cercanos al Kremlin.
Con la suspensión de las actividades de Russia Today y Sputnik en toda la UE en el contexto de la invasión, el discurso de Moscú se canaliza ahora a través de voces oficiales como la de la Embajada rusa en Madrid, y de otras como la de Sivaya, o de antiguos colaboradores de esos dos medios. Muchos de ellos están en círculos de la izquierda de Podemos, como es el caso del propio Pablo Iglesias o del exmilitar Luis Gonzalo Segura.
Aunque sus intervenciones no están dirigidas de forma directa por el Kremlin, repiten el discurso que Putin ha esgrimido desde antes de la invasión a Ucrania relativo al Donbás y a las injerencias de la OTAN en Ucrania. Este reltato pretende generar un estado de opinión que haga dudar a la ciudadanía sobre el hecho más objetivo: que Rusia ha roto la integridad territorial de un país de forma unilateral, provocando una guerra con miles de muertos.
Sivaya sale al paso de estas sospechas: “Hay hechos objetivos como que Rusia no es un país enteramente democrático, o que hay una guerra que es una desgracia para todos. Pero tengo que insistir en que no es lo mismo explicar que justificar. Que Rusia no sea democrática o que esta guerra sea una desgracia no significa que, desde este lado, seamos plenamente demócratas o que Occidente no haya apoyado una guerra igualmente ilegal y cruenta contra la población del Donbás o de Yemen”.