—¿Queréis que hable el presidente? —preguntaba un camionero ante la masa enloquecida.
—Sí —contestaron alrededor de las 5.000 personas reunidas en el Paseo de la Castellana de Madrid.
—Podéis hacerlo mejor. ¿Queréis que hable el presidente?
—Sí —gritaron todos embravecidos.
El Paseo de la Castellana era un fervor de camioneros antes de que el reloj marcara las 9 de la mañana. Vista desde arriba era una masa uniforme de chalecos reflectantes, que iba creciendo conforme pasaban los minutos. Pero sería a las 10 horas cuando la manifestación estallaría de júbilo. Gritos de “presidente, presidente” u "olé tus cojones" se dirigían hacia un círculo que caminaba uniforme, arrollando lo que pillaba a su paso. En el centro, como si se tratatara de una estrella de rock o el mismísimo mesías, Manuel Hernández, presidente de la Plataforma Nacional.
Es un héroe del pueblo. Las dudas se disiparon conforme cruzó la primera línea de camioneros. Manuel Hernández recibió piropos de todo tipo: le quieren de líder, de presidente e, incluso, hubo quien le pidió de Lendakari.
Hernández estaba agobiado por la masa por momentos. Un séquito de seguridad al parecer improvisada intentaba abrir un círculo, pero la muchedumbre quería hablar, abrazar y hacerse fotos con su líder. Caminar junto a él era como hacerlo delante de un paso de misterio de la Semana Santa de Sevilla durante la ‘madrugá’: codazos, empujones y momentos de tensión entre los ‘improvisados’ seguridad y la prensa, con la que por momentos algunos camioneros tuvieron feos gestos y le impidieron trabajar. Posteriormente, todo sea dicho, se consiguió organizar todo.
Lo advirtieron el martes algunos camioneros durante las marchas: “Manuel que se quede en su casa hasta que tenga que reunirse con la ministra, que mantenga la cabeza fría”. Sin embargo, aunque él mismo expuso esa teoría al finalizar la manifestación cerca del Ministerio de Transportes, mantener la mente sosegada en esos momentos era difícil.
Los camioneros se saltaban el propio cordón de seguridad para fotografiarse con el hombre de moda en el camión. Unos bromeaban con sus patillas, bien perfiladas para la ocasión, y se lo gritaban. Otros hacían lo propio con su pelo lleno de Patrico. Y había quien mostraba la foto de Manuel en First Date, con el lema: “Quiere conocer a la Ministra de Transporte”.
Todos los que exponían estas bromas compartían la admiración por el hombre que había conseguido unirles y plantar cara a la ministra Raquel Sánchez, a la que vacilaban con cánticos jocosos. “Somos la minoría” o “ministra dimisión, cómprate un camión”.
A Manuel le veneran desde todos los territorios de España. Desde Algeciras a País Vasco; desde Galicia o Asturias hasta Valencia. Siempre reivindicativo por redes sociales, ahora es cuando él ha alcanzado la fama.
En declaraciones a EL ESPAÑOL, Manuel, al que en ningún momento dejó respirar la muchedumbre, no se mostraba sorprendido: “Te seré franco, me esperaba este recibimiento”.
Pasaban las 11.30 horas por entonces en el reloj. La ministra les acababa de llamar para convocarles a una reunión a las 17 horas. Manuel andaba y respondía a las preguntas que le hacía EL ESPAÑOL durante un minuto. Luego, un par de toques en las piernas y Hernández no volvería a responder a nadie más. “Vamos a dejarlo tranquilo que ya ha atendido a muchos”.
En esos instantes, el Gobierno daba por hecho que el acuerdo alcanzado la pasada madrugada con las patronales de transportes de mercancía y viajeros da la vuelta a la situación de conflicto vivida en los últimos días. Hernández también tenía la intención, como reconocía a EL ESPAÑOL, de desactivar el conflicto. Pero, spoiler, eso no iba a ocurrir.
Aún faltaban horas para la reunión y no todo les valía. Si se rumoreaba que la ministra iba a explicarles el acuerdo que alcanzaron la pasada madrugada con el Departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), desde Plataforma Nacional tenían claro que no había condiciones en esa reunión: “Hay que entrar, negociar, pactar, firmar y desconvocar, en ese orden”.
El Jimmy Hoffa español
Lo que ha conseguido Manuel Hernández es harto complicado. Un sector muy dividido por la gran cantidad de pymes y autónomos que lo componen se ha unido en uno solo. Ahora creen en la lucha común.
En Madrid se han reunido todos por primera vez y todos veían como un ídolo a Hernández. Daba igual a quién se le preguntase. Manuel, "el presidente", como todos le llaman, se ha convertido en una especie de Jimmy Hoffa español.
Tomás es un camionero santanderino que estaba en la Castellana desde temprano. Hablaba a las mil maravillas de Hernández. “Nos ha abierto los ojos de una ruina apoteósica", dice Tomás, al que el presidente le "cae genial, porque nos defiende". "Le daría un abrazo tremendo"
Le gustaría que no se desconvocase el paro hasta que se arreglara todo. Tomás está muy dolido por lo expuesto por la ministra Raquel Sánchez, que tildó al colectivo 'huelguista' de minoritario. "Son insconscientes. Qué le digo yo a ellos. Cuando comen de la sopa boba y no andan por las noches... El año pasado me dio un infarto por el camión. ¿Qué le digo? ¿Que soy facha?"
Por su parte, Antonio es transportista desde hace años y no está asociado a nadie. Tampoco se plantea entrar en Plataforma ahora, pero eso no quita que admire a Manuel. "Es muy grande lo que ha hecho".
Se ha ganado el respeto incluso de aquellos que no manejan un camión. Jesús es autónomo y ha llegado hasta la manifestación para apoyar a sus compañeros. "Manuel es un caballero íntegro, como hay que ser", dice.
Y es que el presidente de Plataforma Nacional ha logrado convocar casi de un día para otro a gente de todas partes de España. Javier está en Madrid tras 9 horas y media de viaje desde Algeciras. "Esto no es una broma de cuatro transportistas, esto es grande. En el Puerto de Algeciras no se mueve casi nadie".
Desde Badajoz llega José Antonio, mientras que Rafael Rodríguez lo hace desde Moriles, Córdoba. Destaca que no sólo es Manuel Hernández, es la unión creada lo que le ha fascinado. "Llevo 30 años en esto y nunca había visto nada igual".
Manuel y Manuel Alejandro son de un pueblo cercano al del presidente de la Plataforma Nacional. Cuentan que conocían a Hernández por las redes. "Ha luchado mucho. Siempre ha sido criticado, pero siempre ha estado ahí", refleja el primero de ellos. El segundo cree que tiene "un mensaje que ha calado".
Gorka y otros dos compañeros han llegado desde Vizcaya. Sobre el fenómeno de Manuel apuntan que la diferencia reside en que él "no pide dinero, sólo pide facturar lo que se debe facturar. Hay una cosa que no se ha dicho: cada tres meses, el Ministerio de Transportes publica el Observatorio de Costes. Sólo se pide que se pueda ejecutar y pongan algún norma para llevarlo a cabo".
La arenga de Manuel
Tras darse un baño de masas entre la multitud, Manuel Hernández llegó a un lugar cercano al Ministerio de Transportes. Allí, se subió a un púlpito desde el que le habló a los suyos, que ya se habían hecho selfies y le habían dado besos y abrazos durante dos horas.
Miguel Cánovas hizo de telonero. El hombre que tomaba la voz cantante tras las marchas de Madrid hizo lo propio en esta ocasión, arengando a los suyos antes de que Manuel Hernández tomara el micrófono.
A Hernández lo rodeaba toda la comitiva que organizaba el paro de Madrid. Las caras resultaban ya conocidas, pero ahora se sumaba el líder: Manuel Hernández.
Entre gritos de "presidente" y "ole tus cojones", comenzaba su discurso. "Buenos días, valientes. Esto es mérito de todos vosotros. Lo repito y lo digo como lo siento, yo sólo soy uno más de vosotros que, al sentir el respaldo que me estáis dando, me hacéis valiente, me hacéis fuerte, me hacéis firme. Pero os necesito firmes y os quiero firmes. Que no se os olvide".
El discurso de Manuel se metía a los suyos directamente en el bolsillo. Y, a partir de ahí, comenzó a atizar a la ministra y a la prensa: "Estos días atrás se nos ha tratado de lo que no somos. Se nos ha intentado criminalizar, se ha intentado con manipulación informativa desarticular este movimiento... Estamos haciendo historia y esto no lo podemos perder. Esto es algo muy grande que tiene que perdurar en el tiempo. Porque unidos nunca seremos vencidos".
"Nos han faltado el respeto y le han faltado el respeto a miles de familias, a los de abajo, a los que nos jugamos la vida con un camión. Cómo que una señora ministra se puede referir así a una mayoría. A nosotros se nos respeta. Estamos consiguiendo algo muy importante. Cuántas veces hemos dicho que no tenía solución. Yo aposté por vosotros y hoy aquí me estáis dando la razón. Muchas gracias", continuaba.
Se refería a la manifestación que mantendría por la tarde con la ministra Raquel Sánchez. "Por fin nos han llamado. Algo habremos hecho bien y ellos se habrán dado cuenta de que no les queda más remedio".
Exponía que entraría en la reunión siendo la voz de todos, pero que esperaría al consenso para poder desconvocar el paro. "Voy a entrar siendo la voz y la cara de todos. Si no hay una propuesta digna, si creen que somos niños y por entrar vamos a estar conformes, se van a equivocar. Van a hablar con un camionero con dignidad".
"No voy a desconvocar nada sin vosotros —comentaba el presidente de Plataforma Nacional—. Yo me debo a vosotros. Quiero vuestro compromiso".
Además, animaba a los suyos para que no cayeran en el desánimo después de dos semanas de paro, en la que no están facturando. "Sé que llevamos 12 días, sé que los cargadores nos quieren chantajear y coaccionar. Estos días nos ofrecían mucho dinero por los viajes. Antes no podía ser, pero estos días se triplicaba el precio. Esta batalla no se puede perder. No preocuparos si hay compañeros que se marchan de viaje, insolidarios, están demostrando lo que son. Mucho ánimo señores y no decaigamos".
El público se entregaba a su líder. "Ole, ole, ole, ole tus cojones", gritaban antes de encontrar la respuesta de Hernández: "Y los vuestros, no os olvidéis".
El mensaje de Manuel Hernández pretendía que los suyos no decayeran y estuvieran unidos. "No nos pueden dividir. A veces en la primera batalla no se gana la guerra, pero con insistencia se consigue. Hay que mantener esta unión. Cabeza fría y corazón valiente. Valiente sí, y caliente también".
La reunión
Los representantes de la Plataforma Nacional ya habían advertido que no desconvocarían el paro únicamente por el recibimiento. Mientras tanto, desde el Ejecutivo se advertía que la reunión era meramente informativa. Así las cosas, no hubo acuerdo.
"Si no tenemos esa garantía de que el lunes salimos sin perder dinero, no podemos desconvocar este paro", señalaba Hernández tras salir de la reunión que ha mantenido con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez.
Las dos partes estaban defraudadas, ya que por la mañana confiaban en llegar a un acuerdo. La Plataforma pretendía "alguna medida o decreto ley transitoria para que la actual ley no les siga perjudicando". El paro continuará.