Carlos, el primo del alcalde Almeida, golfista, abogado y salpicado en el caso de las mascarillas
La Fiscalía Anticorrupción señala al primo del alcalde como pieza clave para que Luis Medina y Alberto Luceño pudieran contactar con el Ayuntamiento.
8 abril, 2022 03:03Noticias relacionadas
El Ayuntamiento de Madrid está inmerso en su mayor polémica desde que José Luis Martínez-Almeida tomara posesión de su cargo en 2019. La Fiscalía Anticorrupción se ha querellado contra los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño por cobrar una comisión de seis millones de euros de contratos de compra de material sanitario en marzo de 2020, en lo que ya se conoce como el pelotazo de las mascarillas. Para que esa trama se completara, la Fiscalía señala como pieza clave a Carlos Martínez-Almeida Morales, abogado y primo del alcalde.
Este jueves el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha admitido a trámite la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra los dos citados empresarios. El Ministerio Público les acusa de los delitos de blanqueo, estafa agravada y falsedad documental. El magistrado titular del Juzgado, Adolfo Carretero, tomará declaración a los dos querellados, así como a varios testigos. Anticorrupción acusa a ambos empresarios de "inflar" el precio de varios contratos sanitarios (para guantes, test contra la Covid y mascarillas) "de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico".
Aunque Carlos Martínez-Almeida —apodado el primo guapo del alcalde— no está acusado de nada, la Fiscalía le sitúa como pieza clave de la trama para que los dos empresarios pudieran entablar relación con el Ayuntamiento de Madrid, según adelantó El Periódico de España. Además de compartir primer apellido, el alcalde y su primo comparten a menudo el green.
Almeida es “muy competitivo, muy picón. Con su primo siempre quiere ganar, odia perder en todo lo que hace”, explicaba recientemente a este periódico una persona del entorno del alcalde. Los dos primos se han dejado ver practicando este deporte en el campo de golf de Llanes (Asturias), un espacio que a ambos les entusiasma.
En el ámbito laboral, Carlos es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y tiene su propio despacho de abogados, Martínez-Almeida Abogados. El primo del alcalde realizó los cursos de doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid en Derecho Mercantil, así como cursos de postgrado en la Universidad de Georgetown en Washington D.C., es árbitro de la Corte Española de Arbitraje y especialista en litigación con más de 20 años de experiencia profesional, según se extrae de la página web de su bufete.
Además, es Secretario del Consejo de Administración y Asesor Jurídico de distintas sociedades del ámbito sanitario, industrial, tecnológico y financiero. Es Patrono Tesorero de la Fundación Anar de ayuda a la Infancia, ámbito en el que ha participado de forma comprometida y activa como presidente de la Plataforma de Organizaciones de Infancia.
No está del todo claro qué relación une a Carlos con Luis Medina, el hijo de Naty Abascal, duque de Feria y Marqués de Villalba. La Fiscalía sospecha que les pudo poner en contacto una tercera persona todavía por identificar, algo que también ha asegurado el alcalde de Madrid.
Almeida ya ha anunciado que el Ayuntamiento se va a personar en la causa contra Medina y Luceño, tal y como le ha ofrecido el juez instructor de la causa. “El familiar mío no conocía a Luis Medina, le contacta una amiga común. El familiar mío le da un correo electrónico y le indica que ese es el cauce oficial”, aseguró el alcalde ante la prensa este miércoles. “Después de un año de instrucción, ni mi familiar ni yo fuimos llamados a declarar. No se dirigen contra mi familiar ni contra mí. La única gestión de mi familiar, que no conocía a Luis Medina, era proporcionar un correo electrónico porque decían que tenían contacto para suministrar materiales sanitarios”.
Preguntado por si conoce personalmente a Luis Medina, el alcalde declaró que no había tenido ningún contacto, “más allá de una llamada telefónica en la que le agradecí una donación con mascarillas. Esa ha sido la única vez”.
Un piso, ferraris y un barco
Esa transacción con el Ayuntamiento se salda ahora con una imputación para los dos empresarios con los delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.
En total, hubo tres contratos millonarios para la compra de un millón de mascarillas por 6.689.300 dólares (5,9 millones de euros); 2.500.000 guantes de nitrilo por 5.000.000 dólares (4,5 millones de euros) y 250.000 test rápidos Covid-19, por un precio total de 4.250.000 dólares (3,8 millones de euros). Los precios, a la vista está, estaban tremendamente inflados.
Luceño cobró en total 5,1 millones de dólares en comisiones y, además, ocultó parte de estas comisiones a su socio, según la Fiscalía. Por su parte, Medina recibió un millón de dólares del contrato de mascarillas. El saqueo no fue todavía mayor porque el Ayuntamiento exigió la devolución del dinero que pagaron por 2,5 millones de guantes y tuvieron que renunciar a las comisiones.
Con esas mordidas, Luceño pagó una vivienda en Pozuelo por 1,1 millones de euros y varios coches de lujo: un Ferrari 812 Superfast (355.000 euros), un Lamborghini Huracan Evo Spider (299.999 euros), un Aston Martin DB11 (160.000 euros). También costeó una estancia de una semana en un hotel de lujo de Marbella por 60.000 euros y un reloj de oro rojo de 26.000 euros. Medina invirtió su comisión en bonos y en la compra de un yate modelo Eagle 44, llamado Feria, por el que pagó 325.515 euros.