Gara Santana, la asesora de Montero imputada por ser su niñera y que hacía "lo que Irene quería"
La exjefa de prensa de la ministra ha sido imputada por el juez que investiga el caso Neurona, Juan José Escalonilla.
12 abril, 2022 04:10Noticias relacionadas
Hace un año, el cerco judicial alrededor de Podemos y su caso Neurona arrojó a un nombre que hasta el momento había pasado desapercibido. Se trataba de Teresa Arévalo, jefa de gabinete adjunta del Ministerio de Igualdad y, de cara a la narrativa posterior, la niñera de los hijos de Irene Montero. Ahora, en el marco del mismo proceso, el juez Juan José Escalonilla ha llamado a declarar como imputada a una segunda niñera desconocida hasta la fecha: Gara Santana, exjefa de prensa de la ministra.
La investigación del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha tomado en especial consideración las declaraciones de Elena González, una de las testigos del caso y exescolta de Irene Montero. En un principio, la comparecencia buscaba aclarar si Montero había usado a su exjefa de gabinete en el Ministerio, Teresa Arévalo, como cuidadora de sus pequeños; no obstante, cuando la testigo negó haber visto nunca a Arévalo hacer de niñera, el interrogatorio siguió una dirección distinta.
El pasado 22 de marzo, González acusó a la ministra de obligarla a hacer de recadera y chófer de su familia y subordinados. Uno de ellos, dice, era Gara Santana, entonces miembro del equipo de prensa de Podemos en el Congreso de los Diputados. Ella llevaba poco en Madrid, desde que en 2015 se la trajo Victoria Rosell de su Telde (Las Palmas) natal. Entonces era una graduada en Historia que había heredado la vocación periodística de su padre, el fallecido reportero Adolfo Santana.
Al aterrizar en la capital, Gara no tardó en convertirse en una eficiente de prensa de Irene Montero, luego jefa de prensa del partido y, en el plano personal, empezar una relación con el diputado Rafael Mayoral. Con el tiempo también destacó con un puesto de responsabilidad en LUH, el diario fundado por Dina Bousselham, en el que actualmente ejerce como jefa de redacción. También ejerce como reportera en varios vídeos promocionales colgados en el perfil de Podemos en YouTube.
Todo esto sobre el papel, pero fuera de él compaginaba sus labores con el cuidado de los pequeños de Montero. Siempre según el relato de la exescolta, la jefa de prensa le confesó su malestar por tener que encargarse del cuidado de los hijos de la ministra y Pablo Iglesias. Nunca vio cómo cuidaba a los pequeños, pero sabía lo que hacía dentro porque la propia Santana se lo decía durante sus trayectos en coche, allá por el año 2019.
“La estuve llevando meses a la casa. Me decía 'vengo a ver a los pequeños' o 'ya me vengo a pelear con los niños'. También decía que estaba cansada de tener que hacerlo. Es que todo el mundo hacía lo que Irene quería”, aseguró la exescolta. En este lapso, era vox pópuli en el partido que la jefa de prensa desatendía sus labores oficiales, presuntamente porque estaba centrada en el cuidado de los pequeños.
Además de sus tareas como chófer de la presunta cuidadora, la exescolta asegura que, en numerosas ocasiones, Montero le indicaba que debía hacer tareas que no correspondían a su trabajo de seguridad. Algunas eran de carácter marcadamente personal, como “ir a buscar al padre de Irene Montero” o “hacerle unos papeles a la madre”, aunque no ha detallado cuándo. En este caso, el padre de la ministra falleció en junio de 2018 y la pareja se mudó a Galapagar un mes antes.
El llamado "caso niñera" es una pieza de la causa abierta en torno a las cuentas de Podemos. Esta investigación, surgida surgida por las informaciones de dos exabogados del partido, estudia la presunta utilización de una asesora del ministerio -Teresa Arévalo- como cuidadora de los hijos de Montero y el gasto de presupuestos de campaña para financiar estas labores.
Unas cuantas de estas causas se han cerrado, pero otras siguen en marcha. La principal es el conocido como caso Neurona, que busca aclarar los pagos de Podemos a una consultora chavista y la realidad de los trabajos electorales abonados.