Dinero real por noticias falsas. Es probable que alguna vez te hayas topado con un cajetín de historias raras debajo de una noticia. Pueden ser de lo que sean, desde el anuncio de un desconocido medicamento que puede curar el Covid hasta una galería de los tatuajes más sensuales de una actriz famosa, pero todos tienen una cosa en común: te invitan a pinchar. Se trata de un negocio discreto en sus formas, pero bullicioso en su invasión digital, que mueve miles de euros en manos de unos pocos desconocidos.
El dinero se gana de dos maneras: monetizando las noticias falsas o con la venta de productos fraudulentos, aunque a veces los dos métodos se entrecruzan. Es el caso de Hondrostrong, un spray presuntamente milagroso que cura todas las enfermedades articulares por menos de 40 euros, que está recomendado por varios médicos prestigiosos y que no deja de recibir comentarios positivos de los usuarios que lo han probado.
En realidad el medicamento no existe, o por lo menos no es un medicamento, los médicos famosos nunca han dicho una palabra sobre él y los cientos de perfiles que lo recomiendan son falsos. El fraude, recomendado por redes sociales y medios de comunicación, está promocionado por Taboola, una conocida red publicitaria que, supuestamente, recomienda al usuario noticias en función de sus intereses, pero que en realidad sirve como canal para vender información falsa y productos fraudulentos. Si alguna vez te ha salido un anuncio no deseado bajo la premisa de “contenido que te podría interesar” o “recomendado para ti”, probablemente te hayas encontrado con ella.
Uno de los perjudicados en esta estafa ha sido el cirujano Mario Alonso Puig. Un buen día se encontró consigo mismo dando una entrevista en un medio de comunicación que no conocía. Salía su foto y su nombre, pero las palabras no eran suyas. El impostor se dedica a vender y promocionar Hondrostrong, un medicamento que presuntamente habría inventado para sanar a su esposa enferma y que “aún no se puede comprar en farmacias”.
Una simple búsqueda en Google permite a cualquiera con un mínimo de interés descubrir que tanto la noticia como el spray son una estafa. Efectivamente, el nombre y la foto del doctor son reales, pero el resto de datos son falsos. De hecho, las respuestas y el texto son un calco que se ha reproducido casi al milímetro durante años para vender otros presuntos fármacos en diferentes páginas web. Cambian el nombre del médico y del medicamento milagroso, pero nada más.
En 2019, sin ir más lejos, la misma promoción la protagonizó el doctor Pedro Serrano Vidal, un presunto cirujano que se dedicaba a publicitar Parafrix, un “gel revolucionario” para curar las articulaciones. Un año antes, el mismo doctor vendía PharmaFlex Rx, un bálsamo con las mismas propiedades que los dos anteriores. Las tres entrevistas son exactamente iguales: sólo cambia el enlace de venta y el nombre del producto.
“Denuncié esta publicidad a Google y me desentendí del tema, pero hace unos días me la volví a encontrar”, señala Mario Alonso Puig, el real, a EL ESPAÑOL. “Están usando mi nombre y el de Valentín Fuster para promocionar esta estafa, pero tanto en Google como en la Policía me han dicho que es muy difícil de tumbar. Hay mucha gente que me ve y se lanza a comprar el spray”, reconoce.
Desde 2016 Google ofrece soporte para monetizar noticias falsas y recibe dinero de estos contenidos, pero permite retirarlos mediante denuncias y comprobación. En el caso de los médicos suplantados, la empresa puede borrar las estafas de la red, pero no impedir que se republiquen al día siguiente.