Miguel y Carolina llevan cinco años juntos. Y, en ese tiempo, han visto en el Gobierno de España al PP de Mariano Rajoy, al PSOE de Pedro Sánchez –gobernando en funciones– y al actual Ejecutivo de socialistas y Unidas Podemos. No obstante, ninguno de estos gabinetes ha logrado acabar con la tasa rosa. O lo que es lo mismo, “el incremento de precio de un mismo producto cuando se trata de una ‘versión femenina’”, tal y como la define el Ejecutivo vigente. Por ello, al final de cada año, Carolina paga hasta 38 euros más que su pareja en sus productos de higiene básica. Una brecha de género en los gastos que no ha podido solucionar la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Entre estos productos de higiene básica, en este sentido, se hallan los productos menstruales que Carolina Ruiz (Murcia, 1994) utiliza todos los meses. “En mi caso, sólo uso tampones y gasto una caja de 5 euros cada tres meses. O lo que es lo mismo, pago 30 euros al año”, explica esta ciudadana a EL ESPAÑOL. Pero si Carolina usara compresas o copas menstruales, por ejemplo, seguiría pagando de más por un producto de primera necesidad.
Aquí, la biología humana desempeña un papel fundamental, pero Carolina pagaría menos cada año si el IVA en productos menstruales fuese el superreducido, del 4%, que se aplica para bienes de primera necesidad como pueden ser la compresas, los tampones o las copas menstruales. Pero en España el gravamen es del 10%, una tasa que el Gobierno prometió reducir o eliminar en el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos y cuya reducción no se ha cumplido. Carolina, en este caso, paga una tasa rosa, un impuesto para usar un producto de higiene de primera necesidad.
En todo lo demás, Miguel Soto (Murcia, 1993) gasta lo mismo cada año que Carolina en los productos básicos de higiene gracias a compartir gastos. Por ello, cada uno puede gastar anualmente “unos 7 euros en champú, unos 6 euros en gel de baño, 2 euros en cepillos de dientes, 15 euros en pasta de dientes, 9 euros en desodorantes y 31,2 euros en papel higiénico”, sostiene la pareja al otro lado de la línea telefónica. En afeitarse –él– y depilarse –ella–, que sería lo más comparable, ella gasta “8 euros en cuchillas”, dice, y él “0 euros más la electricidad de la máquina”, añade Miguel.
La cuenta anual en higiene básica, con estos datos, le saldría a Carolina a 107,20 euros –teniendo en cuenta sus productos menstruales– y a 69,20 euros a Miguel. En otras palabras, hay 38 euros de diferencia que no se alivian con la reducción o eliminación de la tasa rosa que hasta este fin de semana se pretendía aplicar en el anteproyecto de ley del aborto. Esta nueva norma, encabezada por el Ministerio de Igualdad, se ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros, pero el IVA en productos menstruales seguirá siendo del 10%.
Choque entre ministerios
Pese a ello, cabe mencionar que Irene Montero sí ha intentado que se incluya esa bajada del IVA al 4% en la nueva norma, que, por ejemplo, recupera la posibilidad de que las menores de 16 y 17 años puedan interrumpir voluntariamente su embarazo sin necesidad de autorización de sus progenitores. Pero volviendo al tema, al de la tasa rosa, lo que está claro es que no se ha establecido la reducción o eliminación del 10% de IVA por la oposición del ala socialista del Gobierno.
Así, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha rechazado incluir en la nueva ley del aborto la bajada del IVA al 4%, aunque era un compromiso que forma parte de los acuerdos de coalición e iba en el mismo programa electoral del PSOE. La titular de Igualdad, Irene Montero, y toda el ala morada del Ejecutivo, defienden por su parte que esta promesa “hay que cumplirla ya”, tal y como ha explicado este diario.
La propia ministra de Igualdad ha lamentado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros no haber conseguido la reducción o eliminación de la tasa rosa, como se había planteado en los primeros borradores del anteproyecto de la ley del aborto. Pese a ello, ha dicho que el compromiso es que se negocie “en la Ley de Presupuestos Generales para el año que viene”. “Y el caso es que, para eso, nos queda ya poco tiempo”, ha añadido la ministra. Tic, tac. Mientras tanto, Carolina seguirá pagando más que Miguel en los productos de su higiene básica.
El día anterior, ante los micrófonos de la SER, sin embargo, Irene Montero decía que la reducción del IVA al 4% “queda pendiente”. “Es una medida de 30 millones de euros que es fundamental para la salud de muchas mujeres, tenemos que conseguirlo”, ha asegurado. Lo que sí incluye la norma es la distribución gratuita de esos productos en los centros educativos, los que ofrecen servicios sociales para mujeres en riesgo de exclusión y las prisiones.
Algunas compresas gratis
Aun así, informa este periódico, la norma aprobada en primera vuelta en este Consejo de Ministros sí establece un reparto gratuito de “productos de salud menstrual” y de “métodos barrera anticonceptivos” en institutos, centros de salud, prisiones y organismos públicos. Así se persigue poner un parche y luchar con la llamada “pobreza menstrual” con la repartición de productos menstruales en institutos, prisiones, centros de la mujer, centros cívicos, centros sociales, y organismos públicos.
Pese a ello, el resto de mujeres con la edad de tener el período seguirán pagando por sus compresas, tampones o copas menstruales gravadas con un IVA del 10%. El del 4%, el superreducido para productos de primera necesidad, aún sigue siendo una utopía y las mujeres como Carolina seguirán pagando más por su higiene que los hombres, como Miguel. Es una brecha en el gasto que, de momento, sigue sin solución.
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