Elena, la segunda por la izquierda, junto a los otros tres activistas que participaron en los ataques a las sedes de los partidos.

Elena, la segunda por la izquierda, junto a los otros tres activistas que participaron en los ataques a las sedes de los partidos.

Reportajes

Elena, una de las activistas de Futuro Vegetal que atacó la sede del PP: "Se la hemos colado a la policía"

Estudiante de un máster y residente en Barcelona, cuenta cómo se fraguó la acción en Génova y Ferraz: "Terminamos de perfilarla el día antes".

27 abril, 2023 02:18

Elena responde este miércoles a EL ESPAÑOL por teléfono aún un poco aturdida. Ha pasado dos noches en el calabozo después de ser detenida por llenar de pintura la sede del Partido Popular en la madrileña calle Génova. La activista de Futuro Vegetal, nacida en 1997, narra cómo se gestó (hasta donde puede) "la acción" que llevaron a cabo para reivindicar una vez más la transición ecosocial y agroalimentaria que reclaman as las instituciones.

A partir de ahora deberá presentarse en los juzgados de manera periódica. En el momento de la llamada, no sabe cada cuánto tiempo, porque acaba de salir de un calabozo en el que ha dormido ya tres noches en las últimas dos semanas. Dos de ellas han sido las de este martes y este miércoles.

Está extrañada por haber pasado más de 24 horas esta vez encerrada. "Básicamente es porque hemos estado haciendo acciones este mes y cada vez resuena más nuestro nombre —el de Futuro Vegetal—. No sé cuántos medios han invertido en pararnos. Hubo una acción en la que le filtraron información y la pararon. Ahora se la hemos vuelto a colar —a la policía—. Es una medida represiva para ver cómo actuamos y por eso nos dejan en el calabozo más tiempo, para que lo pasemos mal".

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Durante la preparación de la acción, los activistas pensaban que ni siquiera les detendrían. A Elena le han llamado la atención varias cosas durante su estancia en los calabozos. "Hay mucha gente arrestada; mucha gente allí. Además, lo nuestro, sentir toda la represión... Nosotros tratamos de pinchar para tener respuesta y amplificar nuestro mensaje", apunta asombrada.

Lo que más ha llamado la atención, sin embargo, es lo que le han contado a la salida: "Las abogadas de PSOE y PP fueron al lugar donde nos tenían detenidas para pedir que se nos impusieran más cargos de los que teníamos". Esa es una de las cosas que le ha asombrado. "Si lo hubiera sabido en el momento me hubiera puesto nerviosa", dice una joven que pide "una respuesta coherente, porque no estamos haciendo terrorismo. Echamos agua con témpera".

Elena, en una acción anterior, junto a un extintor lleno de pintura.

Elena, en una acción anterior, junto a un extintor lleno de pintura. Cedida

Elena es estudiante del máster de Ecología, Gestión y Restauración del Medio Natural, en la Universidad de Barcelona. De hecho, reside en la ciudad condal desde hace años y se desplazó hasta Madrid únicamente para realizar "la acción".

Hace años que pertenece a Extinction Rebellion y tan solo unos meses que actúa junto a sus compañeras de Futuro Vegetal. "Nos conocemos y me moló que fueran tan directos y sin tanta parafernalia anterior. Y dije: voy a hacer cosas con vosotras porque no tengo miedo de acabar en la cárcel por esto", explica apuntando que le asusta más el futuro del planeta.

El 23 de diciembre realizó su primera acción bajo el logo de Futuro Vegetal cortando la M-40 en plena operación salida. Este mismo mes participó en otra acción ante la Subdelegación del Gobierno, en el momento en que declaraban sus compañeros de Rebelión Científica por haber llenado de pintura el Congreso.

Cómo se organizan

Elena narra cómo organizaron el ataque. "Funcionamos un poco juntándonos por grupito y buscamos objetivos. Vamos pensando acciones que podrían funcionar y las vamos consensuando. Esa la acabamos de perfilando poco antes. Dijimos: tenemos fuerza para hacer dos a la vez, qué partidos hacemos. Estaba pensado el día antes", afirma.

Evita contar cómo llegaron para no dar más pistas a la Policía. Tampoco explica cómo se preparan los extintores, seña de identidad de Futuro Vegetal, aunque sí aclara que contienen acuarelas y agua y están listos con anterioridad. "Es una marca nuestra y los tenemos preparados. Es algo que vamos repitiendo".

Cabe señalar que este movimiento de desobediencia civil y acción directa se organiza, tal y como explican en su web, "horizontalmente por grupos de trabajo". La portavoz Victoria Domingo explicaba el pasado martes a EL ESPAÑOL que en esta organización "cada una decide la manera de implicarse. No hay obligación de nada".

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De esta manera, cada persona es consecuente de qué acciones perpetra. "Cada una decide si quiere tomar roles de ayudar a escribir notas de prensa o cosas que son necesarias o hacer las acciones. Cada una lo decide hasta donde quiere y puede llegar, porque también somos unas privilegiadas por el hecho de que podamos protestar. En Sudamérica están matando a muchas activistas y nosotras tenemos el privilegio de solo pasar unas horas en el calabozo", apuntó.

Otras acciones

Futuro Vegetal nació de otros movimientos activistas internacionales como Extinction Rebellion hace un año. "Somos movimientos hermanos", apuntaba ayer Victoria Domingo. De hecho, este grupo de desobediencia civil ha participado en otros actos junto a compañeros de distintas organizaciones como Rebelión Científica.

Miembros de Futuro Vegetal, entre ellos Elena, en una acción anterior.

Miembros de Futuro Vegetal, entre ellos Elena, en una acción anterior. Cedida

Bajo su propio sello, Futuro Vegetal ha realizado distintas acciones. Entre ellas, ha colapsado Madrid hasta en tres operaciones salida diferentes. Precisamente en la capital es donde han llevado a cabo las acciones más llamativas: sus activistas se pegaron a Las Majas de Goya o a la tribuna del Congreso de los Diputados. Asimismo, atacaron el Ministerio de Justicia y el de Agricultura.

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Como movimiento descentralizado, las acciones que vienen realizando se dan en distintas ciudades, no solo en la capital de España. Por ello, han pintado por ejemplo un Carrefour en Santa Cruz de Tenerife, han bloqueado la entrada a la Cámara de Comercio de Lleida, realizaron acciones durante las elecciones andaluzas o han llegado a rociar con pintura y petróleo también las sedes de CaixaBank o Santander.