Mehdi, detenido dos veces en 24 horas: revienta un súper, una cafetería y está en situación irregular
La Policía Local de Beniel ha arrestado a este ciudadano marroquí porque tenía en vigor una orden de expulsión del país.
6 junio, 2023 10:49Mehdi ha durado en la calle lo mismo que un caramelo en la puerta de un colegio. En menos de 24 horas ha vuelto a ser detenido tras quedar en libertad con cargos, después de obligar a la clientela de la Cafetería La Migaja de El Raal, a atrincherarse en el interior del establecimiento, antes de lanzarse como un 'kamikaze' contra la cristalera, y acto seguido, causar lesiones a un policía local de Beniel que tuvo que emplearse a fondo para arrestarle estando fuera de servicio.
Este lunes, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia había acordado su libertad como investigado por delitos de lesiones y daños, imponiéndole como única medida cautelar la obligación de comparecer periódicamente en sede judicial. Todo ello, a pesar de que esta persona podría padecer problemas mentales o adicciones que le llevan a protagonizar actos violentos. De hecho, EL ESPAÑOL ha confirmado que el ataque de este domingo contra una cafetería no fue algo puntual: Mehdi M. (Marruecos, 1989) también destrozó un 24 horas preso de la ira.
Los agentes que han tenido la 'suerte' de realizar intervenciones con este ciudadano marroquí sostienen que se trata de una bomba de relojería andante: "Es una 'joyica'". En diciembre de 2019, Mehdi arrasó con un supermercado 24 horas de Beniel porque las empleadas le llamaron la atención tras sorprenderle robando.
"Le pillaron quitando tres botes de cerveza", tal y como confirman fuentes policiales. De forma que lo sucedido en el 24 horas tiene un paralelismo con los destrozos que causó en la Cafetería La Migaja de El Raal: el detonante fue el toque de atención que le dio su dueña, a raíz de que Mehdi intentase quitarle la medicación a un anciano que estaba desayunando. EL ESPAÑOL ha accedido al vídeo de las cámaras de seguridad del súper que confirma que actuó con la misma rabia que en la cafetería.
En la grabación se observa cómo Mehdi, ni corto ni perezoso, delante de una de las empleadas que le ha llamado la atención tras pillarle sisando la bebida, comienza a 'engullir' una lata de medio litro de cerveza. Segundos después, apoya el bote en la caja, se quita la mochila que porta a sus espaldas y la convierte en un arma arrojadiza que emplea contra este 24 horas, situado en la avenida del Reino de Beniel: "Empezó a romper las estanterías y varias botellas". Una y otra vez, lanza la mochila contra los estantes, mientras hace aspavientos y ordena callar a las trabajadoras.
Tanto en el ataque contra el supermercado como en el de la cafetería, las imágenes ponen de manifiesto que Mehdi actúa totalmente ido: no controla sus emociones ni sus impulsos violentos. Prueba de ello es que las dos trabajadoras del 24 horas de Beniel tuvieron que pedir auxilio a la Policía Local. Las empleadas no podían contener a este ciudadano marroquí que cogió la caja registradora y la reventó contra el suelo. "Cerraron la puerta del súper para que no pudiese escapar".
El agente que se adentró en el 24 horas tuvo que emplearse a fondo para reducir a Mehdi. Cuatro años después, en la Cafetería La Migaja de El Raal, también tuvo que recurrir al uso de la fuerza un policía local de Beniel que estaba fuera de servicio y que al escuchar los gritos de pánico de los clientes, comenzó a perseguir a este marroquí, viéndose obligado a placarlo para que no huyese. Así lo evidencian las imágenes de su detención: otro agente fuera de servicio, en este caso destinado en Murcia, tuvo que ayudar a retener a este hombre, tumbándolo contra la acera, y sujetándolo de pies y manos, aguardando la llegada de una patrulla de la Guardia Civil.
Estos dos episodios jalonan parte del historial de antecedentes de Mehdi, de 34 años, tal y como remarcan fuentes policiales: "También tiene varias detenciones por daños contra la propiedad y otra serie de destrozos en bienes". Además, se ha visto envuelto en varias peleas, una de ellas contra un compatriota. "Pierde el control con el alcohol y las drogas", según concluyen las mencionadas fuentes policiales. Precisamente, la Guardia Civil también le arrestó tiempo atrás por tenencia de sustancias estupefacientes: marihuana.
De modo que con semejante currículum, la puesta en libertad de Mehdi este lunes, había generado cierta indignación entre algunos miembros de las Fuerzas de Seguridad y de las personas que presenciaron en directo el ataque que protagonizó este domingo, en La Migaja. Aquel día, se lanzó como alma que lleva el diablo contra la puerta de cristal del negocio después de que su dueña bloquease el acceso para proteger a sus clientes.
"Parecía que estaba poseído", asegura Rafa, el hijo de la propietaria de la cafetería y autor del vídeo que inmortalizó esta nueva 'hazaña' del marroquí: destrozó con su propio cuerpo la cristalera del local.
Como ya ocurrió en el súper 24 horas de Beniel, este domingo actuó supuestamente bajo los efectos del alcohol. "Llegó borracho perdido, pidiendo un vaso de leche muy grande, pero no se le entendía muy bien porque balbuceaba", según recuerda Rafa. "Primero, estuvo molestando a un hombre que estaba con su hijo, y después, pidió un café, se salió a la terraza y se puso a quitarle las pastillas de su medicación a un señor mayor que estaba desayunando".
Este incidente con un anciano, enfermo crónico, y que es cliente habitual de este local de la pedanía murciana de El Raal, provocó que su propietaria, Fina, saliese a la terraza a llamar la atención de Mehdi. Tal tirón de orejas desencadenó pasados unos minutos una explosión de ira de este ciudadano marroquí: una reacción similar a la que tuvo en el súper de Beniel, cuando le llamaron la atención por robar unas birras.
"Echó a andar por el medio de la calle, pegando gritos como un energúmeno, le chilló a un hombre mayor que pasó en bicicleta, los vecinos se empezaron a asomar a los balcones, y luego regresó a la cafetería gritando en plan amenazante", según relata Rafa. "Mi madre no le echó y no se negó a servirle, al revés, le atendió y no le pagó el café que se tomó. Ella solo tenía miedo de que ocurriera algo".
- ¿Qué es lo que hizo su madre con los clientes que tenía en la cafetería?
- Rafa: Vimos que era peligroso, nos metimos dentro, cerramos la puerta, y yo me puse a grabar con el móvil. Pero nunca en la vida me habría esperado que se lanzaría contra la puerta. De hecho, no me pilló la cristalera de milagro. Daba miedo de verdad. Estaba enfrente de la cafetería, pegando gritos, haciendo aspavientos, hecho un loco... No sé si iba drogado, borracho o las dos cosas, pero era exagerado.
Prueba de ello es que Fina, la dueña de la Cafetería La Migaja, afirma que hubo momento en el que la conducta enfurecida de Mehdi -profiriendo expresiones en árabe- le recordó a la de Yassine Kanjaa: el argelino que en enero de este año mató a un sacristán. "Me acordé de lo que pasó en Algeciras". La Guardia Civil ha aclarado que lo ocurrido en El Raal no está vinculado con ninguna cuestión de extremismo religioso ni con el racismo, pero lo cierto es que los vecinos no entendían su puesta en libertad.
"Este hombre es un peligro", tal y como concluye Rafa. "Ya ha hecho cosas parecidas en el mismo plan, va desquiciado, y hace unos meses le vieron 'liándola' en otra cafetería de El Raal: borracho y drogado". Había preocupación vecinal y la Policía Local de Beniel estaba al tanto de los movimientos de este ciudadano, tras recuperar la libertad. Tanto es así que este martes le han arrestado al comprobar que se encontraba en situación irregular en el país y con una orden de expulsión en vigor.
"Su señoría había decretado su libertad, a pesar de tener antecedentes penales por hechos de similar naturaleza y sin aportar ningún documento oficial que acredite su identidad y origen de procedencia", según lamentan fuentes policiales. La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional ya ha sido informada del arresto de Mehdi, este martes, para proceder a su traslado a un Centro de Internamiento de Extranjeros para ejecutar su expulsión a su país de origen: Marruecos.
El café que se tomó este ciudadano marroquí en La Migaja, le costará a la hostelera 6.000 euros: el importe de la puerta eléctrica y acristalada que le reventó en un ataque de ira que parece que ha sido la última andanza de Mehdi en suelo español.