La vida de 'La Manada' en prisión: trabajan, cobran, cotizan... y 'El Prenda' tiene vis a vis con su mujer
Tres de ellos, incluido Ángel Boza, quien ha visto reducida su pena, disfrutan de destinos productivos y trabajan en sus centros penitenciarios de Puerto III (Cádiz), Albolote (Granada) y Huelva.
13 septiembre, 2023 03:22Se autodenominaron manada y con ese nombre los cinco fueron y son conocidos y han dado nombre a otros agresores sexuales que también perpetraron sus delitos sexuales en grupo. Uno de ellos, Ángel Boza, cumplirá un año menos de los 15 a los que fue condenado por el Tribunal Supremo gracias a la aplicación de la 'ley de solo sí es sí' impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Es el único de La Manada que puede beneficiarse de esa reducción, pues los otros cuatro acumulan condenas por otros delitos sexuales, como los abusos que perpetraron en Pozoblanco, en los que Boza no participó. También es el que menor pena de cárcel tiene de los cinco: cumplirá 14 años.
Los autores de la violación grupal a una joven durante los Sanfermines de 2016 se encuentran todos dispersos en cárceles distintas. Cuatro de ellos, en Andalucía. José Ángel Prenda se encuentra en Puerto III (Cádiz); Jesús Escudero, en Huelva; Ángel Boza, en Albolote (Granada). Antonio Manuel Guerrero, el ex guardia civil, se encuentra en Sevilla I, y en Topas (Salamanca) está Alfonso Jesús Cabezuelo, el exmilitar.
Estos dos últimos, al haber pertenecido a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado -y expulsados tras la condena- pertenecen al FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) en su apartado 4. Viven en módulos pequeños y aparte, junto con expolicías o exmilitares, y no se relacionan con el resto de internos de otros módulos para evitar conflictos.
[El Supremo condena por violación a La Manada y eleva la pena a 15 años de cárcel]
José Ángel Prenda, Ángel Boza y Jesús Escudero, en Puerto III, Albolote y Huelva, respectivamente, viven en sus respectivos módulos de respeto junto con otros condenados del mismo perfil delictivo, como violadores, pederastas y agresores. No se mezclan con otros reos porque generarían problemas de seguridad tanto entre los internos como entre los funcionarios.
Los tres se encuentran ya participando en destinos productivos, es decir, que han ejercido su derecho a trabajar, con la aprobación de las juntas de tratamiento, en el interior de sus respectivas prisiones. Por su trabajo reciben una remuneración y su correspondiente cotización en la Seguridad Social.
El Prenda, considerado el líder de La Manada, está "plenamente integrado" en la vida penitenciaria desde que ingresara el 22 de agosto de 2019. "Se ha hecho pareja de hecho de su novia a través del Ayuntamiento de Sevilla" cuenta otra fuente consultada, y disfruta de sus vis a vis, así como de visitas de familiares y amigos. Se encuentra en el módulo 11 y trabaja en los servicios de cocina haciendo el reparto de almuerzos. Su condena se eleva a 19 años y 6 meses: los 15 de la agresión de los Sanfermines y otros 4 años y 6 meses por abusos y contra la intimidad, perpetrados en Pozoblanco.
Ángel Boza, a quien el Tribunal Superior de Justicia de Navarra ha reducido su condena en un año gracias a la 'ley Montero' por ser más favorable para su grave delito que el Código Penal anterior, se encuentra en Albolote (Granada).
Allí "hace una vida normal, está plenamente integrado y no da problemas ni con otros internos ni a los funcionarios". Condenado ahora a 14 años de prisión en lugar de 15, por su comportamiento también se encuentra trabajando en las cocinas. Se trata de un destino en el que se le otorga plena confianza al manipular y tener acceso a utensilios como cuchillos. Por este motivo también se encuentra apartado del resto de reclusos.
En la penitenciaría de Huelva se encuentra Jesús Escudero Domínguez. Su comportamiento, aseguran fuentes consultadas, es "ejemplar. Está como uno más. No ha causado problemas ni con los funcionarios ni con los internos". También se ha beneficiado de un destino productivo en el interior de la prisión. Además de su condena de 15 años, acumula otros 2 años y 10 meses por abusos y contra la intimidad por lo que hizo en el interior de un coche en Pozoblanco.
Antonio Manuel Guerrero, en Sevilla I y Alfonso Jesús Cabezuelo, en Topas (Salamanca) perdieron su condición de guardia civil y militar, respectivamente. El primero, guardia civil, en junio de 2019. Fue cuando el Tribunal Supremo emitió un fallo firme que revocó la condena inicial de abusos por agresión y elevó las condenas hasta los 15 años de prisión. Alfonso Jesús Cabezuelo, en octubre de 2018, en aplicación de la Ley de Tropa y Marinería. No obstante, en prisión reciben los dos un tratamiento especial, como integrantes del FIES 4, para evitar conflictos con otros presos. Están limitados "en todo", cuenta una fuente de toda solvencia a EL ESPAÑOL. No se mezclan ni para comer ni para salir al patio ni para practicar deportes.
En el caso del ex guardia civil, es el que acumula mayor tiempo de condena de los cinco. Además de los 15 años por la violación grupal de los Sanfermines, también fue condenado a 2 años de prisión por robarle el móvil a la víctima, y a otros 3 años y 3 meses por grabar 7 vídeos y tomar dos fotos de la violación que luego difundió por Whatsapp. Además, pesan sobre él otros 2 años y 10 meses por abusos sexuales y delito contra la intimidad, perpetrado en Pozoblanco. En total, 23 años y un mes.
Le sigue Alfonso Jesús Cabezuelo, condenado a 21 años y un mes: los 15 de la violación, los 3 años y 3 meses por grabar 7 vídeos y dos fotos durante la agresión, que difundió, y los 2 años y 10 meses por lo que hizo en Pozoblanco.