Eva Marín, líder de los agricultores, ante la falta mano de obra joven: "No hay cultura del esfuerzo"
La presidenta de ASAJA Joven señala que cada vez es más difícil encontrar mano de obra juvenil para cubrir las necesidades del mundo rural.
28 septiembre, 2023 03:24No hay suficientes jóvenes para trabajar porque la cultura del esfuerzo está en peligro de extinción y el campo es cada vez menos apetecitlbe para emigrar. Es el balance que hace la presidenta de ASAJA Joven, Eva Marín, al cuestionarle por una de las grandes sombras que se expanden sobre la agricultura: la falta de mano de obra para cubrir las necesidades del campo, desde aquellas que requieren un perfil más especializado, como las logísticas o industriales, hasta las que necesitan menos experiencia y estudios, como las que desempeñan los peones que trabajan en las campañas de recogida en temporada, como la vendimia.
"En el sector de la agricultura siempre hay una gran demanda de empleo porque tenemos cosechas y recogidas de ciertos productos, como la uva o la aceituna, pero a raíz de la reforma laboral [aprobada por el Real Decreto Ley 32/2021 de 28 de diciembre] tenemos un problema grande, ya que no podemos contratar a una persona más tiempo de la que se necesita. Hay oferta de empleo, pero no hay demanda de mano de obra", asegura Marín.
La representante de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores señala que el problema es generalizado en todo el sector: "Falta para todo en general, para el día a día también, pero el mayor problema, cuando verdaderamente nos sentimos entre la espada y la pared, es cuando estamos en temporada de recogida".
Eva Marín, de 33 años, es la antítesis de todo aquello que denuncia. Su familia es originaria de Castilla-La Mancha. Ella vino a Madrid en busca de una carrera universitaria. Se formó en Publicidad y Relaciones Públicas pero, tras tener el título y un Máster bajo el brazo, decidió volver al negocio familiar. Hoy se dedica a la explotación agraria en Villanueva de Bogas, en Toledo.
"El problema es que hoy tenemos una cultura del esfuerzo mínima, no sólo en el trabajo, sino en los estudios", asegura la toledana. "Pero también es cierto que sentir gratificación en este sector es difícil, con la crisis económica que sufrimos, la sequía, el encarecimiento de los precios, la despoblación rural... Si a un joven le demostrásemos que tiene futuro y un porvenir y una forma de estabilizarse, quizás podría cambiar, pero para llegar a tener todo eso debes esforzarte, y eso tampoco ocurre".
Según el think tank Funcas, en el sector agrario hay empleadas, a octubre de 2022, 740.000 personas, de las cuales 177.000 son mujeres, lo que supone el tercer peor dato histórico trimestral desde hace 25 años, mientras que, tal y como señala un estudio elaborado por la Asociacón Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) a partir de datos del Censo Agrario 2020 del Gobierno, la media de edad de los jefes de explotaciones agrarias está en los 61,4 años, por lo que no hay un relevo generacional.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Para Marín, al menos una parte del problema se solucionaría si el campo tuviese futuro. "Debemos darle valor al medio rural, porque no hacerlo es uno de los gérmenes de la despoblación. Si no haces que las zonas rurales funcionen, nadie viene. No es raro pasearse por cualquier taller y que el mecánico, ya mayor, te diga que sus hijos no quieren continuar con el negocio. Dentro de 10 años, y no es un cuento, si no hay relevo generacional, el campo morirá. ¡No hay gente para seguir cuidándolo!".