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Reportajes REPORTAJES

Joaquín Franco gana la guerra en la Guardia Civil por el control del narco: "Volveré a por lo mío"

El exjefe de la Policía Judicial de Algeciras, apartado del Cuerpo desde 2019 y absuelto, cuenta a EL ESPAÑOL que "la sentencia no va a reparar el daño que me han hecho", y que se reincorporará a la Guardia Civil.

28 septiembre, 2023 03:22

Joaquín Franco se despertó ayer muy temprano por una pesadilla. "Precisamente, soñé que me condenaban", cuenta a EL ESPAÑOL. Durante toda la mañana presintió que iba a salir la sentencia. La pesadilla, la más larga tanto en sueño como en vigilia, acababa cuando su abogado le telefoneaba y le comunicaba que la Audiencia Provincial de Cádiz le ha absuelto. "Cuando me lo ha dicho me he quedado sin palabras. No podía hablar. Ha tenido que hablar mi mujer con él". 

El capitán Joaquín Franco, jefe de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, apartado del cuerpo al que perteneció su padre y sus hermanos, ha sido absuelto del único cargo que ya pesaba sobre él: una supuesta revelación de secretos. Su calvario ha durado más de 4 años. Fue detenido el 4 de julio de 2019 y se le acusó de formar parte de una presunta trama corrupta tras una denuncia presentada ante Asuntos Internos de la Guardia Civil.

La investigación le encausó numerosos delitos por los que pasó 10 meses en prisión preventiva en Sevilla, acusado de pertenencia a banda criminal, prevaricación, omisión del deber y revelación de secretos. Uno a uno, los cargos fueron cayendo porque no se sostenían y finalmente solo ha sido juzgado, y absuelto, por ese último.

"Si digo la verdad la sentencia no la he podido leer todavía. Me la ha explicado mi abogado", explica. Está desbordado, recibiendo felicitaciones de familiares y amigos. Joaquín lloró ayer tanto de alegría como de pena.  "Ya estoy más o menos al 90%. Ya puedo sonreír. Pero la sentencia no va a reparar el daño de todo lo que me han hecho, tanto personal como profesional. Porque la justicia es justa cuando es rápida, pero han sido 4 años y dos meses", reflexiona a este periódico.

[El capitán de la Guardia Civil de Algeciras, Joaquín Franco, absuelto del delito de revelación de secretos]

En su sentencia absolutoria, la titular del juzgado de instrucción número 4 de Algeciras, María Cruz Landaluce, estima que "podemos concluir, en definitiva, que no existe en las actuaciones, ni se ha puesto de manifiesto en el acto del juicio oral celebrado, a través de prueba fehaciente, que el acusado cometiera el delito que se le atribuye, esto es, que necesariamente las informaciones y detalles de investigaciones policiales fueran filtradas por el acusado".

El juicio de Franco ha durado dos días, el 14 y el 15 de septiembre. El primer día de la vista cumplió 41 años de aquel día que entró en la Guardia Civil. La sentencia absolutoria ha sido el final de una agonía que comenzó en julio de 2019. Además de pasar casi un año en prisión "para buscar pruebas" desde su detención fue apartado del Cuerpo de la Guardia Civil. 

-¿Ahora se va a reincorporar?

-Me voy a incorporar a la Guardia Civil. Yo iba a ascender a comandante en 2019, estaba de los primeros (en la lista de ascensos). Yo sería hoy comandante de la Guardia Civil. Por eso, a mis 60 años y por poco tiempo que me quede, voy a volver para recuperar lo que era mío. Y porque la Guardia Civil está por encima de todo. Es la mejor empresa del mundo.

[Investigan por corrupción al ex jefe de la Guardia Civil contra el narcotráfico en el Estrecho]

El abogado de Juan Franco, José Diego Malia, ha declarado a EL ESPAÑOL que la sentencia es "contundente. Porque no había elemento probatorio alguno. Yo confiaba desde el minuto uno en que iba a salir absuelto, viendo además como han ido cayendo los delitos uno tras otro. Y el de revelación de secretos... no tenía ni pies ni cabeza. Esta sentencia es de las que de verdad hacen justicia". Aunque, sostiene, Franco ha pasado "por la pena de telediario. Ha sufrido y está en estado de shock con su absolución".

El capitán Joaquín Franco, con 20 años de experiencia en la lucha contra el narco, varias veces condecorado y con una hoja de servicios impoluta hasta 2019, ha vivido desde su detención "con lo justo" explica una fuente de toda solvencia. También estuvo limitado en sus movimientos, sin poder salir de Algeciras y Tarifa (Cádiz), "decían que por riesgo de fuga". 

La guerra en la Comandancia

De fondo, en esta historia se encuentran las supuestas rencillas y celos profesionales en la Comandancia de la Guardia Civil, que arrancan en 2018. Fue el mismo año en el que se implanta el Grupo OCON-Sur, el grupo de élite en la lucha contra el narco, desmantelado hace un año y liderado por David Oliva, teniente coronel hoy imputado por malversación y cohecho.

Como ya contó EL ESPAÑOL de fuentes de toda solvencia, a Joaquín Franco "Oliva le destrozó la vida. Por celos. Por la Comandancia de Algeciras iba diciendo que lo iba a meter en la cárcel. Fue él quien denunció a Franco ante Asuntos Internos". La detención de Franco fue filtrada: se grabó y fotografió la imagen descompuesta del hombre, en estado de shock. También se difundieron datos de su caso aun cuando el juez había decretado secreto de sumario. 

Joaquín Franco era perro viejo y con enorme experiencia frente al narco del Estrecho. "Oliva se cargó a través de Asuntos Internos a la única persona que le intentó parar los pies: el jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algeciras". Todo fue por hacerse con el control policial del narcotráfico. "Franco podía hacerlo porque tenían el mismo rango".

[Así se fraguó la guerra interna en la Guardia Civil de Algeciras por controlar al narco del Estrecho]

¿Y qué le decía? "Pues que no podían hacer investigaciones prospectivas, que hiciera instrucciones normales..." Y el jefe de la Brigada Judicial de la Guardia Civil comenzó a enterarse de operaciones cuando éstas ya habían empezado, "en la que participaban sus subordinados sin que nadie le informase".

Cuando el entonces capitán Oliva, en 2018, se hizo cargo de OCON-Sur en Algeciras, "no tenía equipo", y recurrió, en primer lugar, a agentes de la Guardia Civil que provenían de la Brigada Judicial que capitaneaba Franco. Varios de ellos acabaron en OCON-Sur, como un agente que fue quien presuntamente "hizo una de las filtraciones que se le endosaron a Franco y que le valió la imputación de revelación de secretos".

Fue un listado de personas clientes de un concesionario a los que supuestamente iban a llamar a declarar. En el juicio, la testifical de agente de la Guardia Civil ha dejado de manifiesto en la sentencia "que dicha lista era manejada por los letrados, como dijo el testigo A.B., habiendo admitido el propio agente (...) que la confeccionó, que se la mostró a una letrada, si bien, aclaró que se limitó a mostrársela, que no se la entregó. Extremos todos ellos que no fueron suficientemente aclarados".

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La enemistad entre David Oliva y Joaquín Franco se hizo abiertamente manifiesta con la detención, o entrega pactada con la Fiscalía, de Abdellah El Haj Sadek El Membri, el Messi del hachís. Fue Franco quien se encargó del operativo de su entrega ante el fiscal Juan Cisneros. "Oliva y la UDYCO quisieron intervenir y Franco les paró los pies, porque dijo que se había comprometido, siempre con conocimiento de sus superiores y guardando la legalidad". Todo esto constaba en el procedimiento, consultado por este periódico. "A partir de ahí, comenzó el runrún de que era un corrupto, y luego se encontró sin apoyo por parte de sus superiores".

La estocada final a Joaquín Franco fue la declaración de un agente corrupto en prisión, como ya contó días atrás EL ESPAÑOL, quien atestiguó que Franco estaba a sueldo de los narcos. "Bajo engaño, le hicieron firmar una declaración en su contra". Este agente también ha declarado en el juicio: que Joaquín Franco "nunca le comunicó nada directamente" y que desde que se fue de Algeciras "no ha tenido contacto con él". 

Casi cuatro años después, a David Oliva también le abrió una investigación Asuntos Internos, que fue clave en la decisión de desmantelar la unidad de élite contra el narcotráfico en el sur de España que dirigía hasta 2022. Figura como investigado por supuestamente, cohecho y revelación de secretos, por los que el pasado 12 de abril declaró en la Audiencia Nacional. A diferencia de Juan Franco, David Oliva se encuentra en libertad, no ha sido apartado del cuerpo y jamás pisó una prisión de manera preventiva como sí le ocurrió a su compañero, ahora absuelto.