Detienen a Christopher un año después de hallar los cuerpos de dos menores en un vertedero de Toledo
El Juzgado mantiene la instrucción abierta sobre la muerte de Ángel y Fernando, los menores de Carabanchel fugados para ver a la novia de uno de ellos.
20 marzo, 2024 02:23Las investigaciones judiciales en torno al fallecimiento de los menores Fernando y Ángel, desaparecidos en Carabanchel el 10 de diciembre de 2022 podrían dar un giro de guion al caso. El Juzgado nº 3 de Toledo mantiene la causa abierta y advirtió en el sumario de que existen indicios de que la familia de la novia del mayor de ellos podría estar implicada, pese al informe policial que decretó que la causa de la muerte de Ángel, de 11 años, y Fernando, de 17, fue accidental y que murieron asfixiados al dormir en un contenedor.
Por ello, y a raíz del sumario, el pasado 15 de noviembre tuvo lugar una vista en el juzgado en el que declaró tras ser citada Trinidad P., la madre de Lucía G., la joven que tenía una relación sentimental con uno de los chicos, Fernando, de 17. Quien también estaba citado Christopher H., pareja sentimental de Trinidad. No se presentó. Desde mucho antes se encontraba en paradero desconocido, y desde ese noviembre pesaba sobre él una requisitoria judicial que ha quedado resuelta esta semana, tras su detención por parte de la Policía Nacional en una casa okupa en Cádiz capital.
La pareja vivía allí con sus cuatro hijos, todos menores y de muy corta edad, desde después del verano de 2023. Fue una vez que el juez levantara el secreto de sumario del caso y apareciesen varios testimonios que vincularían a Trinidad y a Cristopher con los hechos, pues la familia de Lucía no aprobaba la relación entre ella y Fernando.
[El entorno del menor encontrado sin vida en un vertedero cree que se fugó por un tema amoroso]
La pareja se refugió en Cádiz hace varios meses por temor a posibles represalias. En la casa okupa "llamaban la atención: Cristopher iba presumiendo de que tenía pistolas", cuentan a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras del caso en la capital gaditana. Incluso alardeaba de ellas en sus redes sociales.
El hombre tenía una pistola y una escopeta, que no aparecieron en la casa en el momento de ser detenido. Fueron esas fotos las que llegaron hasta la Policía Nacional, quienes acudieron al domicilio dos días antes de su detención. En ese momento no pudo ser identificado ya que no se encontraba allí. "Al día siguiente se deshizo de las armas".
Dos días después pudo ser localizado y al ser identificado saltó en el sistema que estaba en busca y captura por no presentarse a declarar en el juzgado. La pareja convive con sus cuatro hijos menores de edad "y de vez en cuando la familia viene aquí a verlo y a traerle un hijo para que lo vea".
Los vínculos
En el sumario aparece la declaración policial, que no judicial, de Trinidad. Aseguró que no tenía contacto alguno con Fernando desde junio de 2022. Pero al peritar el móvil de Fernando aparecieron varias llamadas entre el menor y la madre de su novia: en septiembre, en octubre y en diciembre, siendo significativa la del 10 de diciembre de 2022, día en el que desaparecieron los menores. La policía recuperó el móvil de Fernando, un Nokia. Al analizarlo, descubrieron además que Trinidad había utilizado este terminal desde el 12 de diciembre hasta el 19 de diciembre de 2022.
Son varias las declaraciones que apuntan hacia ellos, incluida la de F., una de las dos hermanas del propio Cristopher. El 30 de diciembre de 2022 telefoneó al 091 y denunció que el menor de 11 años, Ángel, "se encontraba retenido y encadenado en una silla" en el domicilio de Trinidad y Cristopher, en otra casa okupa en Toledo. La joven lo denunció, sostuvo, tras comunicárselo M., la madre de Trinidad y abuela de la novia. Otra hermana de Cristopher, V., aseguró que "vio llegar un coche negro al domicilio, y que bajaron de él tres hombres con los dos niños, subieron a la casa y luego solo bajaron los tres hombres", detallan fuentes cercanas al caso.
Desde el despacho de abogados de Marcos García Montes, que representa a la familia de los dos menores fallecidos, detallas a EL ESPAÑOL que han pedido al juez que se declare una pieza separada del caso, "y que se active la protección de testigos".
Se habían casado
Fernando fue a Toledo acompañado de su primo Ángel con la intención de escaparse con Lucía, hija de Trinidad. Fuentes conocedoras del caso detallan a este periódico que Fernando y Lucía se habían casado ya por el rito gitano pese a la oposición de la familia de la joven. La pareja se separó en junio de 2022.
Los niños desaparecieron en Carabanchel el 10 de diciembre de 2022, y según la autopsia recogida en el informe policial incluido en el sumario, fallecieron de forma accidental, asfixiados, tras refugiarse en un contenedor de la ciudad de Toledo en la madrugada del 10 al 11 de diciembre. Las cámaras los grabaron rebuscando en los contenedores por la costumbre, "porque recogían chatarra", explicó entonces la familia para desmentir que se metieran en un contenedor a dormir.
Murieron, según recoge el informe definitivo de la autopsia, "entre las 00.00 horas del día 10 y las 04.00 horas del día 11 de diciembre”. Sus cuerpos no aparecerían hasta varias semanas después en un vertedero.
Sin embargo, en las diligencias aparece la declaración de tres personas que también ubican a los niños en Toledo en la tarde del 11 de diciembre, es decir, que indican que estarían vivos ese día, contradiciendo así el día del fallecimiento. Se trata de un vigilante de seguridad de la estación de autobuses, que declaró incluso haber mantenido una conversación con los niños al mediodía. Le preguntaron sobre los horarios de los autobuses que iban para Madrid.
"Este señor declara que está totalmente seguro de que se trataría de ellos: incluso apuntó que le preguntaron cómo llegar a Santa Bárbara, el barrio donde vivía Lucía", abundan los abogados de la familia de los niños. También asegura haberlos visto en la tarde del día 11 de diciembre un recepcionista del hotel Zentral de Toledo y la dueña de una tienda que se encuentra muy cerca de donde vivía Lucía, con su madre, Trinidad, y con Cristopher..
Tras su detención el hombre ha borrado su cuenta de Instagram, donde subía las fotos. La última de ellas se la hizo poco después de ser detenido. Es una imagen de sí mismo que supura tristeza, y la acompaña con una reflexión: "Alludé (sic) y me pagaron con la traición. Estuve cuando me necesitaron y me vendieron como un perro. Abrí las puertas a quien no debía".