Enrique Gómez, durante el 'polémico' acto con una pareja homosexual en su parroquia de Miajadas, Extremadura.

Enrique Gómez, durante el 'polémico' acto con una pareja homosexual en su parroquia de Miajadas, Extremadura. E. E.

Reportajes Iglesia Católica

El cura que defiende las bodas gais: "Si bendecimos animales, ¿por qué no a una pareja lesbiana?"

Hace años que lo afirma, pero Enrique Gómez suscitó la polémica hace unos días, después de bendecir a una pareja homosexual en Extremadura.

19 mayo, 2024 01:47

Hace unos días que la bendición de una pareja gay en una iglesia de Miajadas, Plasencia, desató una polémica que ha puesto el foco sobre las normas y prácticas de la Iglesia Católica. El protagonista fue el párroco Enrique Gómez Rodríguez, quien en medios de comunicación locales ha defendido desde hace años la incorporación de las parejas del mismo sexo a la Iglesia Católica: "¿Por qué no íbamos a poder unir a dos personas homosexuales?", dijo en 2022 al Diario Hoy.

Por aquel entonces, Enrique Gómez Rodríguez también se preguntaba que, "si se realizaban bendiciones a animales y bancos, ¿por qué no a una pareja gay o lesbiana?". Y ahondaba en la idea: "Hay muchos cristianos gais que pertenecen a grupos de la Iglesia y lo están pidiendo", alegaba. En la misma entrevista también cuestionaba "¿por qué no puede acceder la mujer al sacerdocio? ¿O a ser diaconisa?".

Si ha vuelto ahora a los rotativos es por un evento que suscitó la polémica y que tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de Belén, en Miajadas. Allí, Gómez ofició la bendición de una pareja homosexual de 30 años de relación, después de una ceremonia civil. Muchos se preguntaron cuál es la raíz del problema, pues no es en realidad que una iglesia católica no pueda bendeciir matrimonios del mismo sexo.

Imágenes durante la bendición que recibió la pareja homosexual en Miajadas, Plasencia.

Imágenes durante la bendición que recibió la pareja homosexual en Miajadas, Plasencia. E. E.

Esto es, de hecho, algo posible desde que el año pasado se publicó la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, que permite a los sacerdotes la bendición de forma pastoral

No osbtante, la forma en que se llevó a cabo esta bendición provocó una reprimenda por parte de la Diócesis de Plasencia, que emitió un comunicado señalando que el párroco no respetó las normas establecidas por la misma declaración. "Las formas, no obstante, contravinieron claramente lo dispuesto por la declaración, algo que no podemos aprobar y que lamentamos profundamente", expusieron rápidamente.

Según la declaración, la bendición de parejas del mismo sexo debe realizarse de manera discreta y sin que se confunda con los ritos propios del matrimonio heterosexual. Sin embargo, en el caso de la bendición llevada a cabo por Gómez Rodríguez, se utilizaron ritos similares a los de lo que es "un matrimonio tradicional" para la Iglesia, lo que generó controversia y provocó esa intervención del Obispado.

A pesar de reconocer "el error" y lamentar las consecuencias, Gómez Rodríguez defendió su acción argumentando que su objetivo era "hacer el bien", acercándose a un mundo que considera necesario evangelizar. Esta postura refleja su compromiso con una visión de la Iglesia que se aleja de la rigidez doctrinal y busca "adaptarse a la realidad contemporánea", según él mismo explicó.

La pareja manifestó en redes sociales su agradecimiento, a pesar de lo polémico: "Una Iglesia que da pasos pequeños, pero los da. Gracias infinitas, Enrique, por proponernos hacer la bendición dentro de la parroquia y en nuestra iglesia de Belén, algo que no dudamos ni un minuto en decir que sí. Fue una ceremonia preciosa", compartieron.

[Un cura oficia una boda gay en una iglesia de Miajadas, Cáceres: "Hemos tenido mucha suerte"]

El párroco polémico

Para comprender mejor la figura de Enrique Gómez Rodríguez y su enfoque pastoral, es necesario explorar su vida y trayectoria en la comunidad de Miajadas. Nacido en Talayuela y proveniente de una familia humilde, Gómez Rodríguez se ordenó como sacerdote a una edad temprana y llegó a Miajadas como ayudante del párroco Agustín Cornejo.

Desde sus inicios en la comunidad de Miajadas, Gómez Rodríguez se destacó por su compromiso social y su enfoque pastoral centrado en la cercanía con la realidad de las personas. Junto con Cornejo, llevó a cabo una labor pastoral activa, participando en movimientos sociales y apoyando a los trabajadores agrícolas durante las movilizaciones conocidas como 'la guerra del tomate' o 'la guerra del maíz'.

Además de su trabajo pastoral, Gómez Rodríguez se involucró en diversas actividades comunitarias, colaborando con asociaciones locales y brindando apoyo a personas necesitadas. Su compromiso con la justicia social y su apertura a la diversidad reflejan una visión de la fe que busca integrarla en la vida cotidiana y en los desafíos contemporáneos. En sus propias palabras:"El pastor de hoy en día muchas veces tiene que ir delante para tirar de la gente, otras veces al medio acompañando, y otras veces atrás para ir empujando. Ser sacerdote hoy para la sociedad de hoy".

En su enfoque pastoral, ha defendido la importancia de salir al encuentro de la realidad y mostrar cercanía a aquellos que tradicionalmente han sido marginados o excluidos. Esta postura lo ha llevado a cuestionar las normas establecidas por la Iglesia en relación con temas como la bendición de parejas homosexuales o el acceso de las mujeres al sacerdocio.

Aunque su acción de bendecir a una pareja gay genera controversia y haya sido objeto de críticas por parte de la jerarquía eclesiástica, Gómez Rodríguez sigue siendo una figura influyente en la comunidad de Miajadas. Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL sostienen que, más allá de la reprimenda y la polémica, que han llevado al párroco a la obligación de no atender a los medios de comunicación, Enrique Gómez continuará oficiando misa en Nuestra Señora de Belén. Ahora lo hará como uno de los primeros curas españoles que se ha mostrado abierto en público a unir en matrimonio parejas homosexuales.

Cristianos homosexuales

Raúl Peña, portavoz de la Asociación CRISHOM (Comunidad de cristianos LGTBI de Madrid), que comenzó a luchar por la integración de las personas LGTBI en la Iglesia y de los creyentes en el colectivo LGTBI hace 18 años, atiende a EL ESPAÑOL para tratar la situación del colectivo en la Iglesia en relación a los hechos recientes.

"Un hito muy importante ha sido la declaración Fiducia supplicansque unida a una anterior que hubo en la que se permitía que las personas homosexuales y transexuales bautizaran a sus hijos no naturales y fueran padrinos o madrinos del bautismo, pues quizás se ha dado un cierto avance. Tampoco es un grandísimo avance, pero es un cierto avance", explica, en relación a los últimos progresos de la Iglesia Católica.

Esta declaración, que ha sido por la que se ha suscitado la polémica, permite la bendición de personas que forman una pareja homosexual, como se ha explicado en puntos anteriores: "Esto es muy importante, pero no es una boda, no es un matrimonio, no se está dando acceso a ese sacramento: para eso habría que cambiar toda la base teológica que rige la doctrina de la Iglesia, habría que renovarla, para que el matrimonio no esté enfocado únicamente en la procreación; que parece que es lo que se busca", dice Peña.

El portavoz prosigue en esa idea: "De hecho, parece tan evidente eso que cuando dos personas (hombre y mujer) se van a casar, una de las preguntas que se realizan en ese examen previo es: ¿es usted un impotente o sabe si su pareja lo es? Y entonces si lo son, pues no se pueden casar. La Iglesia se ha basado tanto en la procreación que ha dejado fuera todo lo demás, incluso el amor de parejas heterosexuales estériles, por ejemplo".

"Nosotros apoyamos al párroco de Miajadas y creemos que debemos seguir en este camino, avanzando. Es un camino muy similar al del papel de la mujer, que también está relegada por el simple hecho de ser mujer", concluye.