Ayuso acusa a Marlaska pero los becarios de Nacho Cano no tenían visa al no estar homologado su curso
- Delegación de Gobierno sostiene que no se pudo acreditar el plan de estudios, ni la formación o el número de horas lectivas previstas.
- Se les instó a "abandonar el país a la mayor brevedad" después de probar que venían a España a desempeñar una labor diferente.
La Delegación de Gobierno en Madrid denegó el visado de estudios a los supuestos becarios de Nacho Cano porque el curso en el que alegaron que se iban a formar no estaba homologado. Según ha podido comprobar EL ESPAÑOL de diferentes fuentes, los casi 20 jóvenes mexicanos intentaron modificar su situación administrativa una vez en España, siendo notificados en mayo de que la solicitud había sido rechazada por éste motivo.
Documentos relacionados con los contenidos del plan de estudios, tipo de formación, número de horas lectivas previstas o los estudios que los jóvenes ya venían realizando en México no pudieron ser acreditados. Fuentes de la investigación policial sostienen, además, que no existía ningún tipo de formación en marcha por parte de la compañía de Malinche, y que se intentó crear uno exprofeso para poder modificar el status de los inmigrantes en el país. Junto a la resolución de mayo se les instó a abandonar el país a la mayor brevedad, después de probarse, según dice, "que venían a España a desempeñar labores diferentes".
Entre ellas, se destaca el formar parte de las funciones musicales de Malinche en Madrid y realizar otro tipo de espectáculos en las instalaciones del 'Templo Canalla', una especie de showbar donde se efectuaban actuaciones una vez terminaba la obra. En imágenes recopiladas por el atestado policial, y a las que ha podido acceder este medio, se puede ver a varios de los supuestos becarios actuando encima de diferentes tarimas; lo hacen en distintas fechas, con vestuario del musical, y a pesar de no tener ni permiso laboral ni contrato de prácticas en vigor.
Hechos que confrontan de manera directa la postura mantenida por Nacho Cano, quien dice sufrir una "cacería ideológica" por parte del Gobierno a causa de su apoyo a Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid se mostró este miércoles en defensa del exmiembro de Mecano, cuya detención, dijo, era inaceptable: "El trabajo de Cano no puede ser embarrado porque la política así lo decida". Sentenció acusando a Marlaska de "sobreactuar" desde el Ministerio del Interior.
"Venimos de turismo"
Los casi veinte jóvenes mexicanos entraron en España durante el pasado mes de diciembre a través del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Lo hicieron en hasta seis vuelos de Aeroméxico procedentes de Guadalajara, una ciudad del oeste mexicano. Al llegar, los que fueron preguntados por autoridades policiales en la frontera declararon ser turistas, aprovechando que las personas de nacionalidad mexicana tienen derecho a 90 días de libre tránsito en la Unión Europea con fines estrictamente turísticos.
Les acompañaba una mujer de nacionalidad mexicana, y de 54 años, que actualmente tiene un alto cargo en la dirección de la empresa de Malinche. Ella fue detenida también junto a Nacho Cano el pasado lunes por un supuesto delito de favorecimiento de la inmigración irregular y contra los derechos de los trabajadores. Los supuestos becarios se han referido a ésta mujer en varias entrevistas como "la persona que se encarga de supervisarles en todo momento".
Los abogados que defienden a Cano, y a los 17 jóvenes mexicanos que todavía permanecen en territorio español, explicaron el martes, en rueda de prensa, que habían solicitado el visado de estudios a las semanas de llegar "pero que no existía todavía una resolución". Sin embargo, parece probado, de acuerdo con la información y a las fuentes recabadas para este artículo, que ya conocían que las solicitudes habían sido denegadas y ahora afirman a EL ESPAÑOL, de hecho, que para entonces ya habían recurrido la resolución de la Delegación de Gobierno en Madrid.
Juristas especializados en leyes de extranjería consultados por éste periódico afirman que, en este caso, los supuestos becarios de Nacho Cano no se encuentran necesariamente en situación irregular, pero que "de ninguna manera" podrían trabajar ni estudiar de manera legal en España. "A falta de una resolución definitiva, continúan siendo meros turistas para el sistema, no hay forma de que puedan formar parte de una institución académica ni mucho menos de una empresa".
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La bailarina 'conflictiva'
Las investigaciones policiales comenzaron en enero de 2024, tan sólo un mes después de que los jóvenes mexicanos se asentaran en Madrid. El motivo fue la denuncia en la Comisaría Centro de una de las bailarinas, mexicana de menos de 30 años, a la que Cano y su equipo tildaron de "una persona conflictiva" por no "adaptarse al grupo".
Otra bailarina mexicana, en declaraciones a EL ESPAÑOL, sostuvo que lo de "conflictiva" venía porque "se creía superior al resto". Pero no respondió a la pregunta de si consideraba que eso era un motivo suficiente para ser expulsada del programa, que fue la decisión que tomó el equipo de Nacho Cano hace unos meses.
En la Policía Nacional la joven aportó "varia y diversa información", mucho antes de ser expulsada, como que se encontraban alojados en un hostal de la Plaza del Callao (en el centro de Madrid) durmiendo en habitaciones de cuatro en cuatro. O que recibían una compensación económica mensual de 300 euros —posteriormente se incrementó a 500— mientras ensayaban 10 horas diarias con el fin de actuar en la función de Melinche.
Los datos, recogidos en el atestado policial, hicieron que agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras continuaran las pesquisas con la intención de aclarar cuál era la situación de los jóvenes inmigrantes en España. Efectivos de la Policía y una inspectora de trabajo se personaron en las instalaciones utilizadas para el espectáculo con el fin de interrogar a los integrantes.
Desde allí trasladaron a los supuestos becarios a dependencias policiales, en la Calle de Leganitos, para poder identificarles al no portar el pasaporte con ellos; así como continuar la investigación y clarificar los horarios y las posibles retribuciones económicas que podrían estar percibiendo de manera irregular. "Pero siempre como víctimas y no como investigados", especifican desde la Comisaría a EL ESPAÑOL.
Los hechos ocurrieron hace más de una semana. Los abogados de Nacho Cano han presentado ahora, sin embargo, y después de que se conociera la detención del exmiembro de Mecano, querellas en nombre de 17 bailarines mexicanos por presuntas presiones policiales. "Nos preguntaban si Cano nos miraba mucho", afirmó una entrevistada a este medio. Desde el Sindicato Unificado de Policía explican que es algo habitual, "parte del protocolo", cuando se investiga un posible delito contra el derecho de los trabajadores.
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En manos de la Justicia
El atestado policial, fruto de una investigación de seis meses, se encuentra ya en los Juzgados de Plaza Castilla, donde continuarán las diligencias y se fallará finalmente si Nacho Cano y la otra mujer en libertad con cargos han cometido, o no, dos supuestos delitos: el de favorecimiento de la inmigración irregular y otro en contra los derechos de los trabajadores.
A pesar de que la temporada del musical Malinche en Madrid finalizó recientemente, los 17 supuestos becarios permanecen todavía en territorio español, donde afirman continuar ensayando a diario de cara al estreno que hará el musical en Ciudad de México en 2025. Esta promesa, la de ser los protagonistas del elenco cuando el espectáculo aterrice en territorio azteca, se presenta para ellos como un conflicto de intereses: si realizan una denuncia pública en contra de Nacho Cano se acabará, en palabras textuales de una bailarina entrevistada, "el sueño de su vida".
En México, la mayoría de los artistas no gozan de una serie de derechos laborales que aseguren condiciones de trabajo justas y dignas. Eso se debe principalmente a la naturaleza informal y esporádica que tiene el empleo en el país. Bailarines y actores realizan actividades sin un contrato formal, sin acceso a la seguridad social y sin una remuneración justa y acorde al trabajo que realizan.
La oportunidad de abandonar esas condiciones y saltar a otros países como Estados Unidos, Canadá o, en este caso, España, se presenta como algo único a lo que intentar aferrarse de cualquier manera posible. En este sentido, las autoridades policiales sostienen que los presuntos becarios no han sido conocedores en ningún momento de los vaivenes de su situación administrativa, sino que tienen, simplemente, "confianza ciega" en la organización de Malinche y en a quien llaman "Tío Nacho".