A la izquierda, Begoña Morenza con algunos de los perros de Yaracan. A la derecha, Simone Biles y Beacon.

A la izquierda, Begoña Morenza con algunos de los perros de Yaracan. A la derecha, Simone Biles y Beacon.

Reportajes

Begoña, la instructora de perros 'terapeutas' como el de Simone Biles: ayudan a tratar enfermedades

Desde Yacarán, la entidad de la que es socia y fundadora, realiza intervenciones asistidas por animales en distintos centros y hospitales.

4 agosto, 2024 02:10

Beacon es, posiblemente, uno de los personajes del momento. Y Beacon no es otro que el golden retriever de 4 años que se ha convertido en uno más del equipo de gimnasia que ha llevado Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de este año. 

Beacon no es sólo una mascota, sino que es, por así decirlo, un perro 'terapeuta'. Es el que ayuda a todo el equipo de gimnastas, entre ellas Simone Biles, a lidiar con el estrés y la ansiedad que sufren con este tipo de competiciones. 

En España no existe la figura de Beacon, pero sí la figura de Área, una de los 20 perros con los que cuenta Yaracan, una empresa socialmente responsable creada en 2010 y dedicada a las Intervenciones Asistida por Animales (IAA).

Área, una de las perras 'terapeutas' en el Hospital 12 de Octubre.

Área, una de las perras 'terapeutas' en el Hospital 12 de Octubre. Cedida

Área un día cruzó su camino con Begoña Morenza, socia fundadora y directora general de la entidad y, desde entonces, dedica su vida a ayudar a personas que padecen algún tipo de trastorno o enfermedad. 

Desde Yaracan, Área y otros muchos perros acuden a distintos centros, residencias y hospitales, acompañados un responsable de la entidad, a realizar distintas actividades acordes a cada paciente. 

Un regalo que ofrecer

Begoña Morenza ha sentido siempre una gran pasión por los animales. A los 12 años decidió que algún día dedicaría su vida a ayudar a otros seres humanos a través de los animales, puesto que para ella supusieron una gran ayuda en un capítulo de acoso escolar a los 9 años.

Cuenta a EL ESPAÑOL que fue en el año 2010 cuando decide "dejarlo todo", para dedicarse en cuerpo y alma a lo que siempre había sido su vocación. "Estudié gestión comercial y marketing, pero sabía que eso no era lo que quería. En 2007 descubrí que lo que yo soñaba a los 12 años era algo que ya existía en Estados Unidos, así que me puse a investigar para crear algo como lo que a día de hoy es Yaracan". 

Efectivamente, la terapia asistida con animales ya es algo completamente instaurado en la cultura estadounidense. Lo llevan poniendo en práctica desde el año 1980 en diversas instituciones, y para Begoña fue su fuente de inspiración. 

Begoña Morenza.

Begoña Morenza. Cedida

"Desde pequeña sabía que los animales tenían que un regalo que ofrecer y, cuando vi que en Estados Unidos se hacían terapias con perros, y que contaban con avales científicos, supe que tenía que hacer algo", cuenta. 

De eso hace ya 14 años. Ahora, Yaracan se ha convertido en toda una institución de referencia en las intervenciones con animales. Cuentan con un gran equipo de formadores y responsables sanitarios que ya actúan en comunidades como Madrid, Galicia y Andalucía

De Alzheimer a tumores cerebrales

Área, Noa y Leia saben que los jueves están marcados en su calendario. Estas dos golden retriever y la bichón habanero acuden, desde hace ya un año, de forma presencial al Hospital 12 de Octubre de Madrid. Allí trabajan con Berta Zamora, responsable del área de Neuropsicología pediátrica, ayudando a niños con tumores o daños cerebrales

Esta fusión comenzó "por casualidades de la vida". Berta cuenta a EL ESPAÑOL que todo empezó en 2020, con una paciente que tenía "un daño cerebral muy importante". "Esta niña quedó casi en estado vegetal, perdió todas su habilidades. A pesar de nuestros tratamientos, la paciente seguía sin recuperar nada, y tuvimos que darle el alta. Cuando llegó a casa y estuvo con su perro, empezó a mejorar, y esto me hizo pensar mucho", explica. 

Berta conocía Yaracan, sabía lo que hacían allí con los animales y los proyectos que tenían, y decidieron "crear un proyecto". "En los hospitales, desgraciadamente, no hay rehabilitación neurocognitiva. Hay de otros tipos, pero esa no, y fue el motor para empezar a mover todo". 

Terapia con animales en el Hospital 12 de Octubre.

Terapia con animales en el Hospital 12 de Octubre. Cedida

Yaracan y la unidad de Berta se pusieron a trabajar y, con un proyecto piloto dispuesto a empezar, llegó la pandemia. Eso no frenó la idea y Berta, dispuesta a todo, decidió empezar con la iniciativa en modalidad online. 

"Montamos varios grupos de pacientes, de acuerdo a su estado y capacidades, y ellos, los cuidadores y los perros estaban desde casa. Con cada grupo la terapia y las actividades eran distintas, pero fue increíble ver el cambio en esos pacientes", cuenta Berta. 

A pesar de la distancia, pacientes que no habían mejorado en su estancia hospitalaria comenzaban a hacerlo. Otros, más reticentes de participar en actividades para su recuperación, empezaron a volcarse con los perros. El éxito fue tal que, en 2023, la modalidad pasó a ser presencial.

Terapia con niños en el Hospital 12 de Octubre.

Terapia con niños en el Hospital 12 de Octubre. Cedida

"Ves que para ellos el perro es un estímulo muy diferente al resto y, algo muy importante, es que no lo conciben como terapia, sino como un juego. Aunque las actividades estén todas enfocadas en su recuperación, para ellos es algo divertido. Ellos juegan tirándoles la pelota, o dándoles premios, pero en realidad están siendo tratados para mejorar, por ejemplo, sus habilidades motoras", continúa la experta. 

El trabajo físico no es lo único por lo que Área y el resto de perros son útiles en este tipo de terapias. También suponen un apoyo emocional muy grande para los pacientes, ayudándoles a llevar mejor tratamientos como la quimio o la radio. 

Neuropsicología no es el único servicio que cuenta con terapia asistida con perros en el 12 de Octubre. Yaracan ya había aterrizado en el hospital en 2019 con sus proyectos 'A cuatro patas' y 'Huellas de Colores'. En este caso en la UCI pediátrica, de la mano de Alba Palacios, medica adjunta del servicio.

Terapia en residencias.

Terapia en residencias. Cedida

Pero los niños no son los únicos pacientes de estos perros 'terapeutas'. Los adolescentes, adultos y ancianos también son tratados a través de estas intervenciones en varios centros y residencias. 

"Trabajamos con enfermedades como el Alzheimer, con trastornos mentales graves, con personas que sufren depresión, TDAH, que tienen algún tipo discapacidad física o intelectual...", explica Begoña, directora de Yaracan. 

Todo estos proyectos y terapias están avalados científicamente por la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, y han dado lugar a varios estudios de resultados que están publicados en la página web de Yaracan. 

Los 'relaciones públicas' de los perros

Aunque desde Yaracan no tienen rechazo a ninguna raza ni ningún tipo de perro, sí que es cierto que no todos pueden realizar este trabajo. Es una cosa de carácter y de sensibilidad del propio animal y, tal y como lo define la directora de la entidad, el perfil idóneo es "el relaciones públicas de los perros"

"Tiene que ser un perro muy sociable, que le gusten las personas, que disfrute del contacto con cualquier ser humano que se encuentre y que luego sea un perro controlable, que tenga potencial de adiestramiento y que le estimule el juego y la comida. Los más idóneos, por así decirlo, son los golden retriever o los bichón maltés", explica Begoña. 

En Yaracan, los perros tardan en formarse entre un año y medio y dos años. Se hace a través de jornadas de adiestramiento, donde se les enseña que "ciertos estímulos, como caricias un poco más torpes de una persona en rehabilitación" los reciban como algo positivo. 

Equipo fundador de Yaracan.

Equipo fundador de Yaracan. Cedida

Pero no sólo están educados de una manera especial, también tienen unos protocolos sanitarios mucho más estrictos que el resto de perros. "Al final, el animal está en lugares y espacios con personas vulnerables, y en un hospital hay que tener mucho cuidado con la higiene. Somos muy meticulosos con eso y siempre realizamos controles de desparasitación cada mes y medio, cuando lo normal es tres meses. Cumplimos muchos protocolos a partes de los legalmente establecidos para el resto de mascotas", afirma.

Los perros que llegan a Yaracan pertenecen, o bien a los miembros de la entidad, o bien a núcleos familiares externos. En cuanto a los perros de protectora o de adopción, aunque no cierra la puerta, Begoña admite que han tenido algún caso y que puede "no salir bien". 

"Los perros que están en adopción son perros que no sabes de donde vienen, ni el carácter que pueden llegar a tener cuando crezcan. Con algunos nos hemos dado cuenta de que, con el paso del tiempo, este trabajo no les divierte", cuenta Begoña. 

En busca de financiación 

En Yaracan utilizan una "combinación" para financiar las terapias asistidas con animales que ofrecen. "Para proyectos como las IAA en centros de personas con discapacidad, las familias de los pacientes abonan una cantidad por la participación de los pacientes en las sesiones", matiza la directora. 

En proyectos más grandes, como los realizados en el Hospital 12 de Octubre o en el Hospital de Torrejón de Ardoz, se financian a través de entidades externas. "En el caso del 12 de Octubre, está financiado por la fundación Royal Canin", explica Begoña.

En el caso del Hospital de Torrejón de Ardoz, donde realizan IAA para casos de Alzheimer y demencias y terapias con niños con autismo y TDAH, comenzó con financiación de entidades externas. Pero, "al ver los resultados tan maravillosos", ha pasado a ser financiado por el propio hospital

Óscar, uno de los pacientes, con perros de Yaracan.

Óscar, uno de los pacientes, con perros de Yaracan. Cedida

Actualmente el equipo de perros que forma Yaracan son 20, pero es un número que va variando por la jubilación de algunos perros cuando se hacen mayores o cuando, desgraciadamente, fallecen. Para ampliar el equipo, y también los proyectos, están en constante búsqueda de financiación

"Nos emociona enormemente ver lo que pueden aportas los animales, ver que personas que no querían seguir adelante ahora van animados a las terapias. Ojalá se puedan hacer más proyectos, y estas terapias llegue también a otras ciudades", finaliza Begoña.