Sonia, este jueves, tumbada en el sofá del salón de su casa en la pedanía murciana de La Albatalía, junto a una imagen previa al accidente, cedida por su padre.

Sonia, este jueves, tumbada en el sofá del salón de su casa en la pedanía murciana de La Albatalía, junto a una imagen previa al accidente, cedida por su padre. Cedida / Badía

Reportajes

El milagro de Sonia, la atropellada en Murcia con su patinete: "El conductor tendría que ir a la cárcel"

La joven recibe el alta tras 16 días en coma y afirma no recordar el atropello por el que sigue hospitalizado su novio, Iván. El supuesto autor del accidente está en libertad, pese a haber provocado borracho otro siniestro en 2017.

20 septiembre, 2024 03:01
La Albatalía

Sonia está en esa edad donde lo más importante son sus amigos. En esa etapa, en la que un adolescente es menos cariñoso con sus padres y ni por asomo les demuestra sus sentimientos. Pero esta semana, le dice a diario a su padre, Miguel, a su madre, Carmen, y a su hermano pequeño, lo mucho que les ama. El motivo de este cambio radical han sido los 16 días que Sonia ha pasado en coma en la UCI, tras ser atropellada en la avenida de la Ñora, junto a su novio, Iván, cuando iban de camino a su casa en un patinete eléctrico que fue reventado por el conductor de una furgoneta.

"Desde que me atropellaron me he dado cuenta de que podría haber muerto y de lo importante que es la familia. Antes no les decía a mis padres 'te quiero', pero ahora lo hago todos los días", según reflexiona Sonia, de 16 años, a la que este siniestro vial le ha hecho madurar de manera forzosa porque le ha robado la vida que lleva cualquier adolescente a su edad. "No puedo caminar sin marearme y tengo una sensación rara porque hablo despacio, no escucho bien y a veces veo un poco borroso".

Sonia ha perdido mucha masa muscular porque ha adelgazado once kilos tras permanecer 23 días en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, debatiéndose entre la vida y la muerte cuando ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos donde le hicieron una traqueotomía. De hecho, Miguel, y su mujer, Carmen, no pueden reprimir las lagrimas cuando escuchan hablar a su hija durante la entrevista que concede -con su atorización- a EL ESPAÑOL tras haber recibio el alta médica.

- ¿Qué es lo primero que harás en cuanto puedas salir de casa?

- Sonia: Lo primero que quiero hacer es ir al hospital para ver a mi novio, Iván, porque le echo de menos. Llevo mucho tiempo sin estar a su lado. Solo puedo verle cuando hacemos alguna videollamada.

Sonia, de 16 años, y su padre, Miguel, relatan las secuelas del atropello en patinete eléctrico que sufrió esta menor junto a su novio, Iván, de 17 años.

Un conductor llamado Álex G. B. (Bolivia, 1975) y al que ya le habían retirado el carné de conducir durante dos años, tras ser condenado por causar un accidente de tráfico en 2017 bajo los efectos del alcohol, tiene la culpa de que esta pareja de postal se haya separado.

A pesar de ese historial, Álex está en libertad con cargos mientras se resuelve el recurso presentado por Verónica Ene y Sergio Marco: los abogados de Sonia e Iván. En el recurso, piden al juzgado que este boliviano ingrese en prisión hasta que se celebre la vista oral, en base a la "maldad intrínseca" que demostró al volante, al huir del lugar de un accidente, sin prestar auxilio a dos víctimas menores de edad que agonizaban sobre el asfalto.

"Mi novio está muy mal", se lamenta Sonia, interrumpiendo la entrevista con este diario en su casa de La Albatalía, rodeada de acequias, en plena huerta del Segura, para hacerle una viodellamada a Iván porque a su padre le acaban de soplar por WhatsApp que su yerno ya se ha despertado de la siesta y ha terminado de merendar a las 17.45 horas de este jueves.

- Sonia: Hola Iván. ¿Cómo estás? Te quiero.

La conversación no es recíproca porque el pobre Iván, de 17 años, sigue postrado en una cama de La Arrixaca tras salir de la UCI y le acaban de retirar la traqueotomía. El chaval no articula palabra y debe pasar por el quirófano la próxima semana, debido a que le quitaron un trozo del cráneo para rebajar la presión y evitar secuelas cerebrales. A pesar de todas sus limitaciones, Iván le responde a su chica con un gesto universal para cualquier pareja: le lanza un beso con la mano.

Miguel, el padre de Sonia, se aparta de la videollamada porque se emociona al presenciar una escena tan tierna como desgarradora. "Mi hija dice que se siente mal porque ella ha recibido el alta y su novio sigue hospitalizado", según confiesa este empleado del Grupo Crit. "Lo primero que Sonia dijo tras despertar en la UCI fue: 'Quiero ver a Iván'".

Carmen, la madre de Sonia, y su tía, Sonia, este jueves, durante la videollamada con Iván que sigue ingresado en La Arrixaca.

Carmen, la madre de Sonia, y su tía, Sonia, este jueves, durante la videollamada con Iván que sigue ingresado en La Arrixaca. Badía

- ¿Cómo están viviendo el regreso de Sonia a casa?

- Miguel: Mi hija pesaba 52 kilos y ahora está en 41 kilos, todavía tiene que someterse a una rinoplastia porque ingresó en la UCI con el tabique nasal roto, aún presenta un esguince en la rodilla izquierda, ha perdido masa muscular en el cuello, tenemos que ayudarla a ir al baño...

Nosotros solo queremos que nuestra hija vuelva a ser la de antes, que su novio reciba el alta médica y que el conductor que los atropelló entre en prisión antes de ser juzgado porque puede huir o volver a reincidir, a pesar de que tiene que ir al juzgado a firmar y le han quitado el carné de conducir.

El ingreso en la cárcel del conductor investigado depende del juzgado y la recuperación de los chicos es una incógnita que se resolverá con el tiempo, a base de acudir a sesiones de rehabilitación con especialistas: fisioterapeutas, neurólogos, psicólogos... Prueba de ello es que el rostro angelical de Sonia está mancillado por cicatrices tapadas con dos tiritas en la frente y otra en su nariz, el color de su piel es pálido, marcado por las magulladuras de sus brazos, incluso le faltan uñas en algunos dedos.

Sonia prefiere no salir en ninguna foto hasta que se encuentre mejor a nivel físico y emocional. Para ello es vital el cariño que recibe de sus padres, de su madrina, Sonia, y de su pandilla del IES Miguel de Cervantes donde no ha podido empezar el curso en primero de Bachiller por el atropello que sufrió la madrugada del domingo 25 de agosto. "Mis amigas están muy contentas y emocionadas desde que he recibido el alta", subraya esta joven, sin soltar un simpático cerdito de peluche que le regalaron durante su ingreso en La Arrixaca. "Después del instituto quiero estudiar Magisterio de Primaria".

- ¿Qué ocurrió en el accidente?

- Sonia: No recuerdo nada. El último recuerdo que tengo es de dos semanas antes del atropello. De un día que pasé en una piscina en Molina de Segura, junto a mi padre y mi hermano, de 9 años, porque mi novio, Iván, estaba en un campamento de verano.

Miguel, este jueves, abrazando a su hija, Sonia, junto a su esposa, Carmen.

Miguel, este jueves, abrazando a su hija, Sonia, junto a su esposa, Carmen. Badía

 

De momento, esta menor de edad no ha sido citada a prestar declaración porque acaba de recibir el alta médica. Su mente se apagó cuando Álex, al volante de una furgoneta, supuestamente atropelló a la pareja de menores, tras invadir el carril por el que circulaba Iván, a bordo de su patinete, mientras se disponía a llevar a casa a su novia, Sonia, desde el Rincón de Beniscornia hasta La Albatalía: dos pedanías murcianas separadas por apenas 4 kilómetros y que están conectadas por la avenida de la Ñora.

Iván y Sonia habían quedado para cenar y ver una película. Cuando sufrieron el accidente, la madrugada del domingo 25 de agosto, incumplían la Ordenanza Municipal de Movilidad de Murcia, ya que no permite que haya más de un ocupante por patinete (VMP), pero la conducta más grave fue la de Álex: el conductor de la furgoneta porque no cumplió con su deber de socorrer a dos jóvenes gravemente heridos. De hecho, Álex se entregó a la Policía Local doce horas después del siniestro y cuando la furgoneta con la que huyó ya había sido localizada por un coche patrulla.  

Verónica Ene y Sergio Marco, los abogados de los menores, justifican su petición de ingreso en prisión de Álex por "la gravedad y la trascendencia" de su conducta de abandonar el lugar de un accidente de tráfico, para "encubrir un delito grave contra la seguridad vial" que se podría haber saldado con la muerte de Sonia e Iván, de no ser por los vecinos que acudieron a socorrerles a la avenida de la Ñora.

"Una vecina que bajó a la calle después de que el conductor huyera del lugar del atropello, me contó que vio a mi hija, Sonia, arrastrarse por el asfalto para llegar hasta Iván y tratar de despertarle, pero luego se desmayó abrazada a él", subraya Miguel, de 38 años, sin despegarse del móvil para mensajearse con Erik, el padre de Iván, para estar informado al detalle de la evolución del zagal que le ha robado el corazón a su chiquilla. "Es el primer amor de Sonia. Son novios desde que ella tiene 13 años y él 14 años". 

- Sonia, ¿eso es cierto?

- Sonia: Sí. Le conocí en el instituto porque éramos compañeros de clase. Un día me dejó una nota anónima en mi mesa, pero una amiga le vio hacerlo y me contó que había sido Iván. En la nota me puso: 'Te quiero'. Para mí no tenía sentido que me dijera eso porque no nos conocíamos y él no me gustaba, pero empezamos a hablar por Instagram, luego comenzamos a quedar, a ir al cine, le regalé un peluche de Spiderman...

- ¿Qué esperas de la Justicia?

- Sonia: El conductor tendría que ir a la cárcel después de lo que nos hizo. Nos atropelló y a mi novio lo ha dejado muy mal.