Eva Fernández trabaja en el área de producción en Bimbo de Valladolid hace más de 20 años.

Eva Fernández trabaja en el área de producción en Bimbo de Valladolid hace más de 20 años. Cedida

Reportajes

El drama de Eva y otros 205 trabajadores por el cierre de Bimbo: despedida con dos hijos, hipoteca y 49 años

Con más de 17 años dedicados a la empresa, Eva, Ramiro y Delfín son algunos de los 166 empleados afectados, también hay 40 de subcontratas.

24 septiembre, 2024 03:13

El pasado miércoles 18, el Grupo Bimbo de Valladolid anunció el cierre de la sede y el despido de 166 empleados directos y alrededor de 40 subcontratados. Una noticia que no saben cómo digerir porque viven al día, con hipotecas que pagar y familias que mantener.

En el caso de Eva, Ramiro y Delfín, llevan más de 17 años en la empresa, desde que era Panrico y años más tarde lo comprara Bimbo, ubicado en el polígono industrial San Cristóbal. 

Eva Fernández tiene 49 años y lleva trabajando en Bimbo 26, en el área de producción, su primer y único empleo. "Desde que me divorcié hace un par de años, vivo al día con el salario, con una hipoteca hasta 2036 y dos hijas que mantener. Una de 20 que está en la universidad y la última de 17", relata.

Las edades de los trabajadores de la sede de Valladolid están entre los 35 y 55 años. "En 2012 la empresa tuvo una crisis y para no vernos en la calle aceptamos la reducción del salario, se congelaron las antigüedades, entre otras medidas. Ahora me pilla en el peor momento. Así ofrezcan ir a otra planta, no me compensa por el gasto en combustible", señala Eva.

"Mis hijas no están en edad de tener preocupaciones, sólo me tienen a mí, ahora me tendrán que ayudar a hacer un currículum", dice Eva, quien tenía el horario de siete a tres de la tarde, que le permitía conciliar trabajo y familia.

Ramiro Sanz, de 52 años, lleva 24 en la empresa. También pertenece a la época de Panrico. "Siento que nos han puesto en la guillotina después de haberlo dado todo. A lo largo de mi vida he perdido seres queridos, como mi hija y hace poco a mi padre. Tengo a mi madre en una residencia y una hipoteca para pagar".

Según explica Ramiro, el pasado miércoles llamaron a todos a una reunión donde hicieron el anuncio del cierre sin más explicación. "Desde las siete y media de la tarde se dejó de producir ese día, pero teníamos que esperar dentro al fin el turno. Todos estupefactos y en shock, nadie entendía nada. El jueves y viernes trabajamos con normalidad".

Ramiro Sanz es trabajador de Bimbo hace 24 años, desde que era Pan Rico.

Ramiro Sanz es trabajador de Bimbo hace 24 años, desde que era Pan Rico. Cedida

El Comité de Empresa ha convocado una concentración en la puerta de Las Cortes de Castilla y León para el este martes 24 a las 15:30 horas. Al día siguiente habrá una reunión donde la empresa explicará los motivos.

Somos personas, no robots

"Yo entiendo que si una empresa tiene pérdidas, tiene que tomar sus medidas, pero no es nuestro caso. Muchas veces nos han felicitado por los objetivos alcanzados, que todo va de maravilla. Han traído unas máquinas nuevas hace poco. A pesar de eso, quieren echar el cierre, es injusto, porque somos personas, no robots", expresa Ramiro.

El vallisoletano ve complicado que una subcontrata lo pueda coger en otra empresa por su edad. Mientras habla con EL ESPAÑOL no puede dejar de llorar, y sí, los hombres también lloran porque no son de metal. "Hemos puesto el hombro cuando hacía falta, como durante la pandemia. Dispuestos a cambiar turnos, fechas. El despido colectivo nos decepciona".

"Pedimos un poco de empatía de las autoridades, una empresa se levanta y ofrece productos de calidad porque hay personas que lo trabajan. Hoy nos toca a nosotros, pero mañana le puede tocar a cualquiera", apunta Ramiro.

El estrenado padre

Un poco diferente es para Delfín López, que se reincorporaba a la empresa este lunes, tras haber estado de baja por paternidad. El nacimiento de su primogénita que ahora tiene 9 meses ha sido uno de los momentos más felices de su vida y ahora se ve empañado con la noticia del cierre de Bimbo.

Delfín López es trabajador de Bimbo en Valladolid, hace poco nació su primera hija.

Delfín López es trabajador de Bimbo en Valladolid, hace poco nació su primera hija. Cedida

"Me hacía mucha ilusión volver a mi puesto de trabajo, llevo 17 años aquí, desde que era Panrico. Ha sido mi primer y único empleo. Estoy desconcertado con la noticia al igual que mis compañeros", manifiesta Delfín.

Su primera reacción, según confiesa, ha sido no creérselo. El estrenado padre es natural de Salamanca. Hizo una FP de Grado Superior en la rama de la automoción y lo compatibilizaba con Panrico. Ante la falta de oportunidades en lo que había estudiado, decidió quedarse en la fábrica porque tenía contrato fijo.

Con tan solo 19 años, Delfin empezó en el área de almacén y logística. A mediados de 2015 lo cambiaron a la zona de producción donde es operario. "Mi prioridad ahora es mi familia, vivimos en una casa de alquiler y no me puedo permitir ir al paro. Estoy agradecido con todo lo que he aprendido, pero también me he esforzado mucho, hacer cambios de turnos, cubrir suplencias, entre otras funciones".

Área de producción de la empresa Bimbo.

Área de producción de la empresa Bimbo. Cedida

La fábrica de Bimbo en Valladolid produce productos de la marca como sus conocidos donuts glass y bombón, los pepitos, Donettes, Trigetón y los Mini bollycaos. También cuenta con otros centros de producción en Medina del Campo, Barcelona y Azuqueca de Henares en Guadalajara.

Por su parte, Félix Fernández, presidente del Comité de Empresa y representante de Comisiones Obreras (CCOO) explicó a este periódico que la aparición el 18 de septiembre de la directora de Recursos Humanos y el jefe de operaciones a escala nacional, se dio repentinamente y el anuncio del cierre los dejó 'en blanco'.

La Junta de Castilla y León ha anunciado que tratarán de intermediar para ver si se puede revertir esta decisión, mientras que CCOO considera que la planta es 'totalmente viable' porque en Valladolid no se han registrado indicadores económicos malos. 

La consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, ha asegurado este lunes que la Junta de Castilla y León está radicalmente en contra y que la empresa está en la obligación de buscar alternativas. "Apelamos a esa responsabilidad social para que reconsidere esta decisión", ha manifestado en declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en el Encuentro Informativo de Europa Press y Unicaja celebrado en Valladolid.