Felipe VI irá a Jordania pese a los consejos en contra: "El Gobierno se ha dado cuenta del gran valor del Rey"
- De programarse como visita oficial pasa a ser "de trabajo", e irá acompañado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aprovechando las excelentes relaciones del monarca con el rey Abdalá II.
- Más información: Felipe VI viajará a Jordania sin la reina Letizia y la visita oficial se acorta a dos días
Todo estaba listo. Iba a ser una visita oficial a Jordania que tanto la Casa Real española como la Hachemita llevaban meses preparando. Los fotógrafos se frotaban las manos pensando en la imagen de las dos reinas, Rania y Letizia, entrando en el Palacio Real de Aman, dos de las royals con más glamour del mundo juntas en una misma instantánea.
Sin embargo, la situación tan delicada en la zona ha hecho que el viaje oficial de los Reyes a Jordania se quede en la versión más reducida posible: 24 horas en el país y que sea Felipe VI el que se desplace en solitario, sin Letizia y sin el grupo de empresario españoles que le iban a acompañar para entablar relaciones comerciales con el país.
"No hubo dudas de la necesidad de ir, incluso puede que con las nuevas circunstancias la presencia del Rey sea más importante. Lo que sí se tuvo claro, desde el martes, es que tendría que ser más corta, con menos ceremonia, nada de negocios ni de glamour, y sin la Reina. Felipe VI va con una clara misión y cometido que le ha pedido el Gobierno, bueno, es que no tiene que pedírselo, la Constitución le da ese papel fundamental", explica una fuente cercana a Zarzuela.
"Es verdad que los de seguridad aconsejaron no hacer el viaje, lógico. Pero tampoco les gustó cuando el Rey se fue al Líbano a visitar a las tropas españolas destinadas allí en la misión de la ONU, y como dice él mismo, son gajes del oficio", añade la misma persona. Hay que recordar que la Carta Magna española, en su artículo 97, reza que es el Gobierno quién dirige la política exterior, pero que es el jefe del Estado el que hace "la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales".
Aquel viaje al Líbano fue en el año 2015, en su primera visita como monarca a las tropas españolas en el exterior. La elección no fue casual, pues allí tuvo un sentido recuerdo para el cabo Francisco Javier Soria Toledo, fallecido el 28 de enero en su puesto de vigilancia de la misión de la ONU en Ghayar (frontera sur) tras un ataque israelí.
La visita al reino hachemita que hará el jefe del Estado responde a una invitación de Abdalá II. La fecha, que se había elegido al principio, era del 5 al 7 de octubre. El desplazamiento tenía como razón el ser "una oportunidad propicia para manifestar el deseo de continuar estrechando los profundos lazos existentes entre Jordania y España".
El valor de Felipe VI
Sin embargo, tras el intercambio de misiles entre Líbano e Israel, el motivo del desplazamiento del jefe del Estado cambió: "Está bien que el Gobierno se dé cuenta del gran valor que tiene Felipe VI en las relaciones internacionales y más, en una zona que conoce tan bien. Pedro Sánchez quiere poner a España como un posible mediador en Oriente Medio. El papel de Jordania y de su rey en todo lo que está ocurriendo en la zona es fundamental, y la relación de nuestro Monarca con Abdalá es de casi hermanos, así que ¿quién mejor que él para posicionarnos? Y el Rey no ha dudado en ir en ningún momento", indica.
Justo ayer jueves Felipe VI ha hecho referencia a este conflicto, tema fundamental en el viaje que va a realizar que ha pasado de oficial a viaje de trabajo en la agenda de la Casa del Rey. Fue durante la inauguración de la VI edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, acto en el que entregó el premio anual de este evento al Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y donde hizo una llamada a lograr soluciones "compartidas, inteligentes y solidarias" ante retos globales y en medio de un escenario de incertidumbre en el mundo con dos "horribles guerras", en referencia a la de Ucrania y al conflicto en Oriente Medio.
Un acto al que asistieron, entre otros, el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy; el presidente electo del Consejo Europeo, António Costa; y los presidentes de Galicia (Alfonso Rueda) y Baleares (Marga Prohens). No estuvo el de Exteriores, José Manuel Albares, que viajará con Felipe VI el sábado y que nunca dudó en que el viaje se iba a producir a pesar de los acontecimientos, ya que cerró hace apenas 24 horas una entrevista con un canal de televisión jordano.
"Horribles guerras"
En su intervención en el acto que tuvo lugar en la localidad pontevedresa de O Grove, el monarca sólo ha hecho referencia directa al conflicto en Oriente Medio al señalar que el mundo vive un escenario caracterizado por una conflictividad generalizada y en el que "dos horribles guerras", en alusión a la que sufre esa región y Ucrania, continúan causando muerte, dolor y destrucción. "La inestabilidad convertida en costumbre se suma a la extensa relación de desafíos que tienen que afrontar las democracias occidentales. La seguridad, la diversificación de la economía, el impulso de la transición energética, la erosión de los ecosistemas, el impacto de la Inteligencia Artificial, la creciente polarización de las sociedades o la gestión migratoria son -ha subrayado- sólo algunos de los retos a corto y medio plazo", ha añadido.
En su intervención el jefe del Estado ha querido destacar el papel tan importante que tienen la Unión Europea en estos conflictos. "No podemos fallar. Hay que buscar la manera de hacer todavía más, de lograr un efecto multiplicador de nuestros esfuerzos. España y Europa lo merecen y lo necesitan. Démosle el 100% para estar todos a la altura de lo que los tiempos nos exigen", ha añadido.
Felipe VI ha elogiado la labor de Borrell como Alto Representante de la Política Exterior de la UE asegurando que no ha escatimado esfuerzos para lograr que Europa mantuviese o aumentase su capacidad de acción, influencia y representación en todo el mundo.
Ha dicho que su etapa en ese cargo "ha sido de todo menos tranquila" pero, pese a las dificultades, ha logrado que la voz de Europa se escuche como referente de valores, de respeto al Derecho Internacional y de compromiso democrático y con los derechos humanos "desde Palestina a Venezuela, pasando por Ucrania o el Sahel".