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"La cadena de sucesos ha fallado". La frase de Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), retumba como una solemne letanía a lo largo de la conversación. Cuenta de ello dan los 205 cadáveres –a la hora de cierre de este reportaje– que se apilan en las morgues improvisadas de la Ciudad de la Justicia y de la Feria de Valencia y los testimonios de los vecinos de Paiporta, de Utiel, de Requena, de Chiva, de Picassent, de La Alcudia, de otros tantos otros municipios de la Comunidad Valenciana arrasados por el agua. Recuerdos sumergidos en garajes anegados por la riada, hogares destruidos por las inundaciones, vidas segadas de forma abrupta por la virulencia indescriptible de la peor DANA del siglo

Una vecina paiportina asegura a este periódico que el bajo en el que vivía quedó sumergido por los desbordamientos y tuvo que ser rescatada heroicamente por el inquilino del segundo, que le lanzó una escalera para que pudiese escapar del torrente. ¿Por qué cuando ya llevaba dos horas a salvo le llegó un mensaje de Es-Alert [el protocolo para situaciones de emergencia por el que se avisa a los teléfonos móviles del riesgo por fenómenos meteorológicos de gran riesgo] en el que Protección Civil alertaba de que había que extremar las precauciones por la tormenta?

Si la AEMET había decretado la alerta roja para la provincia de Valencia a las 7:36 de la mañana del martes, ¿por qué el SMS llegó a los móviles hacia las 20:11 de la tarde, cuando decenas de personas ya habían muerto y miles estaban atrapadas por la riada? ¿De quién dependía que se mandase antes o después? ¿Y por qué la Agencia Estatal de Meteorología ha sido uno de los organismos más señalados cuando predijo con tiempo la catástrofe que se avecinaba?

Imágenes desde la 'zona cero' de la catástrofe de la DANA.

Imágenes desde la 'zona cero' de la catástrofe de la DANA. Rodrigo Mínguez E. E.

Por lo pronto, el sindicato ultraderechista Manos Limpias ha aprovechado la situación para denunciar a la responsable de la AEMET, María José Rallo del Olmo, y al director de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Emilio Argüeso, por un presunto delito de "homicidio imprudente", "imprudencia grave de lesiones" y "daños por imprudencia". Tampoco ha tardado en llegar el cruce de acusaciones políticas para responsabilizar al otro de la mala gestión del sistema de alertas tempranas.

Las preguntas se agolpan en una población exhausta que ha demostrado una gran solidaridad y altura de miras. Qué ha fallado en esa 'cadena de sucesos' a la que hace referencia Rubén del Campo? ¿En qué consiste el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, Meteoalerta, que regula las alertas? ¿Cómo funciona y quién manda los avisos de Protección Civil? ¿Es cierto que los radares meteorológicos de la AEMET no funcionaban correctamente y que eso pudo precipitar una infradetección? ¿Se le puede exigir responsabilidades a una institución que alertó con cinco días de antelación de la tragedia?

¿Es, como ha sugerido el líder del PPAlberto Núñez Feijóo, responsabilidad del Gobierno central el no haber tomado las riendas de la situación e informado con antelación a la ciudadanía? ¿O es, como asegura el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, culpa de la gestión del ejecutivo autonómico del popular Carlos Mazón? "Creo que no es el momento para estos debates. Como portavoz de AEMET y como ciudadano, creo que debemos analizar lo que ha pasado en frío. Hay que hacer una reflexión profunda a nivel de país".

Por lo pronto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha respaldado la actuación de la AEMET. "Emitió numerosos avisos en virtud del Protocolo de Alerta Común. Se trata de un formato de mensaje estandarizado diseñado para todos los medios, todos los peligros y todos los canales de comunicación. Es decir, un formato universal para alertas de emergencia que garantiza que la información crítica llega a todos".

Un grupo de bomberos ayuda en las tareas de rescate en la 'zona cero' de la DANA.

Un grupo de bomberos ayuda en las tareas de rescate en la 'zona cero' de la DANA. Rodrigo Mínguez E. E.

Protocolo 'alerta roja'

El primer paso para entender la dimensión del problema pasa por comprender cómo funcionan los protocolos de detección de la AEMET. El Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, conocido simplemente como Meteoalerta, establece cuándo una situación climática crítica es susceptible de aviso y define las características de dichas alertas, así como los criterios para su emisión y sus formatos de difusión.

"Este plan plantea que cuando se superan ciertos umbrales en nevadas, vientos fuertes, fenómenos costeros, calor, frío, galernas y, por supuesto lluvias intensas, hay que dar una señal de aviso", asegura Rubén del Campo en entrevista con EL ESPAÑOL. Según señala el artículo 8.a) del Real Decreto 186/2008, de 8 de febrero, por el que se aprueba el Estatuto de la AEMET, este organismo tiene la competencia en la elaboración, suministro y difusión de informaciones meteorológicas y predicciones de interés general para todos los ciudadanos de España. 

La AEMET tiene distribuida por todo territorio nacional una red de predictores meteorológicos que estudia y analiza estos fenómenos mediante modelos de predicción matemática. "Tenemos tres niveles de aviso: amarillo, el más bajo, que es una suerte de preaviso de algo que puede llegar a ser fuerte; el naranja, cuando se producen peligros importantes donde las actividades diarias se ven comprometidas y puede haber daños personales y a bienes vulnerables; y el rojo, que es el umbral más alto".

En el caso de la DANA que ha asolado España, era una alerta roja. Implicaba un riesgo extremo. "Se emite pocas veces, porque está reservada para situaciones muy graves". La AEMET, sabedora de que la situación iba a ser drástica, emitió la señal de alarma a las 7:36 de la mañana. Es más, el 25 de octubre, casi cinco días antes de la tragedia, el doctor González Alemán, físico, meteorólogo e investigador de la AEMET, ya había avisado en la red social X de que "las características y el comportamiento" de la DANA tenía "potencial de entrar en el grupo de las de alto impacto". Y alertó: "Es de las que pueden ser recordadas en la vertiente mediterránea".

"Aquí entra en juego una distinción que muchas veces no se tiene en cuenta, pero que es fundamental: en la AEMET nuestro cometido es emitir los avisos que forman parte de Meteoalert", asegura Del Campo. "Cuando lanzamos esos avisos, las respectivas Protecciones Civiles lanzan sus alertas, y esas competencias están transferidas a las comunidades autónomas. Cada uno tiene su protocolo debidamente adecuado a las realidades de cada territorio, y son ellos quienes deciden cuándo se envían los avisos".

Para explicarlo gráficamente: cuando un meteorólogo le da al botón de 'aviso rojo', esos avisos se difunden de forma automática. "Hay una red de protección civil llamada Red de Alerta Nacional (RAN) que distribuye esas alertas de forma automática. No hace falta llamar a nadie ni avisar. Se trata de un sistema robusto que llega a todas las protecciones civiles nacionales y a nivel europeo", ya que está vinculada al Mecanismo Europeo de Protección Civil

Vehículos desplazados por las riadas provocadas por la DANA en la 'zona cero' de la catástrofe.

Vehículos desplazados por las riadas provocadas por la DANA en la 'zona cero' de la catástrofe. Rodrigo Mínguez E. E.

Las 12 horas perdidas

Carlos Mazón, el presidente de la Comunidad Valenciana, aseguró el miércoles que el envío de los avisos móviles a través del sistema ES-Alert se realizó desde el Centro de Cooperación Operativo Integrado (Cecopi) autonómico, donde, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, estaba presente José Ángel Núñez, jefe de Climatología y Portavoz de Aemet en Valencia.

Tal y como señala la Guía de organización operativa estatal para la respuesta inmediata ante emergencias de Protección Civil elaborada por el Ministerio del Interior, cada comunidad autónoma cuenta con un Centro de Coordinación Operativa (Cecop) donde, en caso de emergencia, se realiza la dirección y coordinación de todas las operaciones, y dispone de un sistema de enlace con otros Centros de Coordinación que puede integrarse en el mismo.

Cuando la comunidad autónoma correspondiente enfrenta una situación de emergencia, existen cuatro 'niveles' o 'situaciones' que pueden decretarse. El Nivel 0, en la que se prevé la inminencia del suceso y se activa un plan de emergencia; el Nivel 1, cuando el suceso ya ha ocurrido y sus efectos se pueden paliar mediante el empleo de los medios disponibles en el ámbito territorial afectado; y el Nivel 2, que supera la capacidad inicial de respuesta de la Comunidad Autónoma que dirige la emergencia y prevé un empeoramiento paulatino de la situación y precisa de apoyo estatal, previa solicitud de dicho territorio. Este 'Nivel 2' era el que estaba decretado.

Existe, no obstante, una tercera situación excepcional de Nivel 3: "En ella se considera que está en juego el interés nacional y es declarada por el ministro del Interior, bien por propia iniciativa o a instancias de las CC.AA. afectadas o de los delegados del Gobierno en las mismas. El director de la emergencia es el propio ministro del Interior y la UME asume la dirección operativa de la emergencia bajo su dirección". Esta alerta nunca se ha decretado en España por un fenómeno meteorológico, ya que requiere la declaración de un estado de alarma, de excepción o de sitio

"La Generalitat no pidió pasar a situación 3, es cierto, pero el Gobierno puede tomar esa decisión por sí mismo, sin necesidad de que se lo pida la comunidad autónoma afectada. El paso a situación 3 lo puede pedir hasta la Delegación del Gobierno si quiere", ha subrayado la Generalitat Valenciana. "El Gobierno podía haber asumido perfectamente y legalmente el mando, decretando la situación 3 de emergencia, y no lo hizo porque se estaba actuando correctamente y en el seno del Cecopi".

Grande-Marlaska se enrocó en que, al tratarse de una emergencia de nivel o situación 2, el envío del aviso dependía única y exclusivamente de la Generalitat: "En esa situación operativa corresponde a las autoridades autonómicas de Protección Civil la gestión del protocolo ES-Alert para enviar alertas a la población que se encuentre en una zona afectada por emergencias o catástrofes inminentes", aseguró.

Las autoridades autonómicas de Protección Civil que menciona están enmarcadas en la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, un organismo dependiente, a su vez, del Ministerio del Interior. Sin embargo, la activación de los planes territoriales de protección civil ante una emergencia de cualquier tipo y su posterior gestión es responsabilidad exclusiva de las autoridades autonómicas, ya que tienen las competencias transferidas. Y, al no declararse una emergencia de Nivel 3, correspondía a la Generalitat gestionarlo.

Tal y como señala la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Comunidad Valenciana, los servicios de Protección Civil se estructuran a partir del Plan Territorial de Emergencia de la comunidad autónoma. Este plan proporciona el marco organizativo y los mecanismos que permiten la movilización de los medios para afrontar las emergencias.

Fuentes de Interior confirman que en esta situación corresponde a las autoridades autonómicas de Protección Civil la gestión del protocolo ES-Alert: "En el caso de la DANA que ha afectado a la Comunitat Valenciana, el envío de esta alerta masiva a la población era responsabilidad de la Generalitat, como ya hicieron los gobiernos de las comunidades autónomas de Madrid y Andalucía en pasadas emergencias de similares características".

PREGUNTA.– ¿Se sabía hasta qué punto la DANA iba a ser tan letal? 

RESPUESTA (Rubén del Campo, portavoz de la AEMET).– Las predicciones del tiempo que hicimos se han ajustado a lo que se ha observado. Con una excepción, y es que en la zona cercana a Utiel llegó a duplicarse lo que estaba previsto. Había lluvias intensas y hablábamos de 180 litros por metro cuadrado, pero en algunas zonas llegaron a 500. En 8 horas cayó lo que puede llover en un año entero. No hay río, rambla ni barranco que soporte eso. En cualquier caso, con que se hubiese cumplido el umbral rojo previsto la situación ya iba a ser lo suficientemente grave para sacar el aviso. En cualquier caso, si hay 205 fallecidos es que algo, evidentemente, ha fallado.

P.– ¿A qué hora, exactamente, se distribuye la primera alerta?

R.– La alarma se transmite a las 7:36 y de forma automática tanto al sistema RAN como a la página web de la AEMET y a la red social X. Cuando se trata de situaciones de especial gravedad, se añade un tuit manual en el que pedimos precaución. También existe una comunicación directa entre la AEMET, en este caso de la delegación valenciana [cada comunidad autónoma tiene su delegación meteorológica territorial], y la correspondiente Protección Civil autonómica.

P.– El gobierno valenciano, y esto sí lo dijo la AEMET, aseguró que la tormenta acabaría sobre las 18:00 del martes. Luego cambió sobre la marcha y lo pospuso a las 20:00.

R.– Cuando se lanzó el aviso, este estaba activado hasta las 18:00. Luego se amplió dos horas más. A partir de esa hora, lo que pasó fue que la lluvia más intensa se fue hacia el interior, lo que propagó los efectos más allá de donde había llovido. Hubo zonas en las que llovió muy poco. Pero las riadas se formaron en zonas de arriba y bajaron y lo anegaron todo. Ojalá se hubiera podido predecir y los avisos meteorológicos estar puestos. El pronóstico fue acertado pero con una excepción notable, la riada.

P.– ¿Se podrían haber evitado muertes si se hubiese avisado antes, y de forma más certera, a la población?

R.– Cuanto antes se lance una alerta, mejor, evidentemente. Por eso se habla de los early warnings, de los sistemas de alerta temprana. En el caso de la DANA, ojalá se hubiera podido predecir con más tiempo, pero la ciencia y el conocimiento científico llegan hasta donde llegan. Hay que hacer más infraestructura de seguimiento y de inversión en radares, y sobre todo en investigación y conocimiento de la atmósfera y en desarrollo de tecnologías predictivas. No obstante, siempre va a haber un margen de incertidumbre, porque la atmósfera es un sistema caótico y nunca vas a poder acertar al 100%. En cualquier caso, insisto: el pronóstico de la DANA fue acertado, con la excepción notable del efecto de las riadas.

Los efectos de la DANA, desde la 'zona cero' de la catástrofe.

Los efectos de la DANA, desde la 'zona cero' de la catástrofe. Rodrigo Mínguez E. E.

P.– Manos Limpias ha denunciado a la directora de la AEMET por "homicidio imprudente". ¿Qué opinión le merece?

R.– No vamos a hacer valoraciones al respecto.

P.– ¿Qué diferencia nuestro sistema de alerta del de, por ejemplo, Estados Unidos o Japón?

R.– El modelo estadounidense es uno que podríamos tener como referencia, porque no se anda con paños calientes. Hemos visto a dirigentes de estados como Florida o al propio Biden diciendo que si la población se quedaba en casa, iba a morir. Y evacúan a la gente. Milton, por fortuna, no fue tan devastador, pero el riesgo existía. Es lo que tenemos que conseguir en España: sabiendo que hay potenciales daños graves, debemos importar esa comunicación efectiva. Y hay que hacerlo junto a las protecciones civiles, apostando por un sistema de avisos más orientado a los impactos.

P.– En 2023, cuando la Comunidad de Madrid alertó de que una tormenta potencialmente destructiva iba a afectar el sur de la capital, y luego resulta que la gravedad fue menor de la esperada, algunos políticos criticaron la sobrerreacción. ¿Cree que deberíamos 'exagerar' más?

R.– Las alertas están para salvar vidas. Sé que hay factores económicos, sociales y de todo tipo que hacen que las cosas deban ponderarse mucho, y que no debemos sobrealarmar, porque esto es como el cuento del lobo. Pero cuando se lanzan avisos de este tipo hay que tener presente que, aunque luego no pase nada, la alerta es para prevenir a la población y nunca sabemos cuántas vidas pueden salvarse. Por eso digo que tenemos que hacer una reflexión colectiva, hacer piña y analizar las consecuencias de lo que ha pasado.

R.– También han circulado algunos bulos en redes sociales, como que los radares meteorológicos de Valencia no estaban operativos. ¿Es real?

R.– Los radares son fundamentales para la vigilancia meteorológica porque permiten hacer un seguimiento de hacia donde evolucionan las tormentas, cómo cambian y cuánto pueden durar. El radar que señalaban en ese bulo estaba operativo. Es cierto que sufrió hace un mes una avería grave por culpa de un rayo que estropeó la línea de media tensión que lo alimentaba. Había que arreglarla, y el trámite es costoso. Lo que no se decía en ese bulo es que este tipo de radares tienen un grupo de energía alternativo que hace que, aunque no pueda estar continuamente operativo, cuando hay previsión de lluvias torrenciales se pone en marcha. Ese radar lleva funcionando desde el [lunes] 28 de octubre.

"¿Qué podemos mejorar para que cale el mensaje de que un aviso rojo es una situación extrema que puede alterar nuestra vida?", se pregunta Del Campo, a modo de conclusión. "¿Cómo podemos lanzar los avisos a tiempo? Quizás es una cuestión de percepción cultural. Pero España es un país vulnerable. El Mediterráneo está ahí. Debemos ser conscientes de nuestra fragilidad, de que la cadena de sucesos ha fallado. Hay que revisar la comunicación y los protocolos. Es un aprendizaje duro, pero nos va a servir a todos. Esto no puede volver a suceder".