A mediados de los 2000, en uno de los hoteles de la estación de esquí Gstaad se celebraba una exclusiva fiesta de fin de año, organizada por una de las familias más importantes del Ibex-35. Los jóvenes bailan y festejan tras las uvas en un ambiente de élite, aunque el suceso que se va a producir a continuación puede cambiarlo todo. Un tipo con los pelos largos, de aspecto desaliñado y evidentemente ebrio se presenta en la puerta e intenta acceder. El padre organizador le para los pies. ¿Quién es usted y dónde se cree que va?, viene a decirle. La tensión no se corta cuando el joven, de aspecto algo chungo insistimos, se presenta: es Javier Hidalgo, el rebelde de los cachorros de la jet set. No está invitado a la fiesta y tendrá que darse la vuelta.
Nunca ha sido lo que esperan de él. Su extensa cabellera nunca gustó a su madre y su fachada nunca se enmarcó en la de su cuadrilla de amigos. Eso a él no le ha hecho cambiar sus hábitos; tampoco rehuir de la fama que le acompaña. Nunca le ha molestado que digan esto de él: le gusta vivir la vida. No sabe vivirla, en realidad, de otra manera.
Javier Hidalgo ha copado las páginas del papel couché desde que es muy joven; es un bon-vivant al que las relaciones personales se le dan algo mejor que bien. "Un perfecto crápula", dice el periodista Eduardo Verbo. "Es un tipo coqueto, al que le gusta aparentar que tiene menos edad de la que tiene, por ejemplo. Es verdad que es conocido por ser bastante activo desde el punto de vista de... Me entiendes sin decirlo", se escucha decir sobre él al otro lado del teléfono a quien le ha tratado muy de cerca.
Las páginas salmón, sin embargo, se le han resistido durante años. Habiendo nacido ya rico, todo lo contrario a su padre, Juan José Hidalgo, presidente de Globalia, último empresario hecho a sí mismo, la fama anteriormente mencionada le lastró. Todo cambió, sin embargo, cuando compró Pepephone a su padre por una cantidad irrisoria y se la vendió a MásMóvil por 158 millones de euros.
Esto le abrió, además, las puertas del negocio familiar y de Air Europa en particular, pero no le hizo abandonar en ningún caso su buena vida. "Si no es el mejor negociador, es de los mejores", dicen quienes le han visto en acción.
Ahora, su nombre también pulula entre las páginas políticas y de tribunales. El motivo: la vinculación de personas de su entorno a presuntos casos de corrupción. Sus relaciones con Víctor de Aldama y Begoña Gómez, esposa del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, han puesto en tela de juicio el rescate del Gobierno a Air Europa y el resto de negocios que tenía entre manos con los otros dos protagonistas.
Esta misma semana, de hecho, ha tenido que enviar un burofax al Senado para poder ser citado en la comisión de investigación del caso Ábalos. La intención era facilitar un domicilio para poder acudir a la comisión de investigación, ya que se había rumoreado que podía encontrarse en paradero desconocido.
"No ha estado ilocalizable ni huido", dijeron fuentes de su entorno a EL ESPAÑOL. De hecho, está en Los Ángeles en un proyecto. "Supongo que [el hecho de acudir al Senado a dar explicaciones] no le gustará y le joderá, pero acudirá. Ya lo ha hecho otra vez", apunta una fuente del entorno.
Esto último se refiere a que, en septiembre de este mismo año, el exCeo de Globalia ya declaró en el conocido como caso Koldo ante la Audiencia Nacional, donde el juez Ismael Moreno investiga las presuntas comisiones ilegales a través de varios contratos públicos de suministro de mascarillas firmados al inicio de la pandemia de Covid-19 por la empresa Soluciones de Gestión SL. En dicha declaración, negó haberse reunido con Begoña Gómez y Víctor de Aldama para la cuestión por la que se le preguntaba. A posteriori, el juez desestimó imputarle por falso testimonio.
Su nombre volvió a salir a la palestra este jueves, durante la declaración de Víctor de Aldama ante la Audiencia Nacional. El comisionista le nombró de pasada en un proyecto conjunto, a través de Wakalua Hub, para intervenir en localidades de la España Vaciada y convertirlas en pueblos temáticos. No volvió a mencionarle las dos próximas veces que habló del rescate de Air Europa.
Hidalgo no está imputado en ninguna causa. Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL que le han tratado de manera cercana aseguran que les resulta "extraño" que se le trate de relacionar con ilegalidades. "Nunca ha tenido un escándalo, es muy cuidadoso con eso", aseveran a este periódico.
Un "crápula"
"A los periodistas de sociedad nos cautiva el lado salvaje de Javier. Es el perfecto crápula y parece orgulloso de ello. Siempre está rodeado de las mujeres más jóvenes y guapas", apunta el reportero Eduardo Verbo. "Imagino que debe impresionar viajar en avión privado y que te agasajen con los mejores regalos de lujo", insiste antes de preguntarse. "¿Quién no probaría, aunque fuera una vez en la vida, el hecho de desayunar en Madrid, almorzar en Londres, merendar en El Cairo y cenar en Kenia? Con él es posible, eso y mucho más".
Verbo accedió a su casa en 2020 para una entrevista en Vanity Fair. "Se cuida muchísimo. Tiene sauna y piscina. Le dan masajes a diario y usa la Indiba. La noche pasa factura, pero él se pone a plan leyendo a Deepak Chopra o haciendo retiros espirituales. Tiene esas dos facetas muy desarrolladas: es un animal nocturno, pero también profundo", destaca. "Es un tipo simpático, agradable, fanfarrón... pero, en el fondo, misterioso. Ni él mismo parece saber quién es en verdad Javier Hidalgo", dice Verbo.
Para nadie es un secreto que Hidalgo es una persona de contrastes. La muestra más clara es su ecologismo declarado, a pesar de que todo lo que tiene es gracias a la aviación. Son distintas las personas que lo señalan. Hay quien de refilón, tratando algunos de sus proyectos, se da cuenta. "El tipo de turismo que le gusta a él es exclusivo, muy pegado al entorno, sostenible… Él siempre ha tenido una preocupación real por la sostenibilidad. No sé cuánto hay de cálculo, pero es verdad que lo que hace está enfocado en ese sentido".
Otra fuente recuerda que su casa en Madrid tiene un aire selvático. La tilda de "mística", de "parda" con muchos toques de lujuria. Su armario está lleno de prendas lujosas. "Le gusta vestir bien", sentencian.
Verbo dibuja una escena similar con otras palabras, apuntando a su personalidad. "Su referente en la vida es Peter Beard. De hecho, tiene uno de sus famosos collages muy grande en la entrada de su casa. El fotógrafo era como él: un tipo inteligente para los negocios y un romántico empedernido con sus ligues. Les unía una gran amistad, heredó su pasión por África y la naturaleza. De hecho, quería grabar un documental sobre la naturaleza y uno de sus últimos proyectos fueron unos ecolodges en República Dominicana".
Verbo añade contexto a la sensualidad de Hidalgo: "Particularmente, Javier me recuerda a Porfirio Rubirosa. Es el playboy por antonomasia. No tiene reparos en pasearse desnudo por la proa de su yate. En eso también se parecen. Aunque como dijo Truman Capote, cuando dios da un don también entrega un látigo para fustigarse. El látigo puede ser una profunda insatisfacción".
Quienes le han tratado personalmente, sin embargo, creen que es una persona coherente, a la que le gusta divertirse. "Por eso no ha tenido nunca relaciones largas y es lógico. Le pasa como a Leonardo Di Caprio". Con la madre de su hija, de hecho, siempre ha confesado tener una gran relación.
Sobre él se han contado muchas cosas. Se ha llegado a publicar que fletó un Airbus A330 para llevar a todos sus amigos ver a José Tomás torear en Nimes. Se lo negó a Verbo -porque no le "gustan los toros"- en la entrevista mencionada anteriormente, en la que dijo entender los viajes de Sánchez con el Falcon. El resto de lo que se cuenta de él no le molesta.
"Es muy mitómano", dice quien le conoce. En su casa guarda las fotos con los famosos con los que se ha encontrado a lo largo de los años. La más extraña, quizás, la de Fidel Castro.
Los viajes y las fiestas son habituales en su día a día. Relacionarse, en todos los sentidos, es lo que mejor se le da. En uno de esos saraos conoció a Víctor de Aldama en México en 2018. Gracias a su magia consiguió también entablar una buena relación con la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.
"El mejor negociador"
Los negocios de Javier Hidalgo son múltiples. Su primer negocio fue una agencia de modelos. "Te da una visión de cómo es él y sus gustos", narra una fuente que prefiere no revelar su identidad.
Desde el punto de vista profesional, hay quien no tiene dudas en tildarlo como "el mejor negociador empresarial de España".
Lo demostró por primera vez con la compraventa de Pepephone en 2016 a Más Móvil por 158 millones de euros. "La forma de hacerlo fue espectacular. Consiguió que se les consignase un gran montante de dinero que les hubiera salvado igualmente en caso de que no se hubiera llevado a cabo la operación", dicen fuentes conocedoras del mercado.
Aquello le abrió las puertas de Globalia. Ese mismo año fue nombrado CEO de la empresa familiar. Estaba siempre pendiente de Air Europa y, de hecho, sabía que podía ocurrir alguna catástrofe que le trajera problemas, como finalmente ocurriría con la Covid-19. "Conoce el sector de la aviación al dedo porque su padre desde pequeño le obligó a trabajar en distintas áreas de la compañía. Lo tiene todo totalmente controlado".
Por eso le buscó una especie de padrino antes de salir y llegó a venderla hasta dos veces -ninguna cuajó- a Iberia. La primera, por una cifra que rondaba los 1.000 millones de euros; la segunda, tras ser rescatada Air Europa, por la mitad. Finalmente, Iberia se retiró de ambas y no se llevaron a cabo, pero Hidalgo sacó rédito. "Es muy bueno negociando, es extraordinario", insisten las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL.
Begoña y Aldama
"Es un empresario al que nunca nadie le habría empañado lo que hace si no hubiera sido por esto", cuentan de él. Su relación con Víctor de Aldama ha sido de negocios, insiste. Por el momento, ningún juez ha decidido investigarle.
Víctor de Aldama le mencionó este jueves durante su declaración ante la Audiencia Nacional de pasada. Lo hace nombrando el proyecto Wakalua, un hub global de innovación crado por Globalia en colaboración con la Organización Mundial de Turismo, que coge el nombre de los antiguos barcos polinesios fabricados de manera colaborativa. Ahí incluye una reunión con Begoña Gómez, que también conocía un proyecto relacionado con IE África.
La relación de Hidalgo con la trama se basa en que contrató a Aldama como conseguidor. Y, ahora, Aldama se ha autoinculpado de cohecho en su declaración a la vez que implicaba a distintos miembros del actual Ejecutivo como Ángel Víctor Torres.
Sin embargo, aseguran fuentes cercanas a Hidalgo que lo realizado por exCeo es habitual en los negocios. "Nunca piensas que ese conseguidor le va a meter dinero en el bolsillo a nadie. Esto es lobby puro. Si pagarle a alguien por conseguir cosas es ilegal, entonces tendrían que cerrar todas las empresas".
Tampoco niega nadie que se llevara bien con José Luis Ábalos o con Aldama, con el que tenía negocios como TelefarmaciaAPP. Igual que se hizo "muy amigo de Begoña Gómez". De hecho, recalcan que siempre presumía de ello y nunca lo ocultaba. Jamás ha tenido problemas en salir en imágenes con personas públicas.
A Begoña Gómez, además, le unía su "interés absoluto" por África. Hidalgo tiene un proyecto en Botsuana de un complejo hotelero de lujo. Sin embargo, ahora parece estar inmerso en uno en Los Ángeles, donde ha notificado al Senado su dirección.
Quien le conoce defiende su inocencia. "Le incomoda esto, pero poco más", apunta una persona que piensa que "volverá a hacer cosas fenomenales. Es muy bueno haciendo determinadas cosas. Lo que hiciera el otro para conseguir lo que él dijese… Eso depende del intermediario, no del que paga".
Así son las dos caras de Javier Hidalgo, un hombre marcado por dos hierros: el de los negocios y el de la vida a todo tren. Dos hierros que se unen en una misma piel, según quien le conoce. "Es un tío peculiar, pero nunca ha sido mal tipo: es coherente y muy brillante con algunas cosas que ha hecho".