Alejandro Rojas Marcos (Sevilla, 2 de septiembre de 1940) se considera un "andalucista de izquierdas", por muchos 'cosquis' que le den los de su bando político por pactar y arrimarse a Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, al que él mismo considera "un españolista de derechas". El fundador del Partido Andalucista no piensa en la etiqueta del líder popular, sino en lograr que Andalucía "tenga poder"; Es decir, alcanzar el "poder Andaluz" por encima de ideologías. En realidad, es algo similar a lo que pretende el mandamás popular, que ya ha hablado de un movimiento para "unirnos como andaluces, por encima de cualquier ideología".
Desde la entrada del Partido Popular en la Junta, el andalucismo ha logrado al menos dos grandes victorias: que se reconozca nuevamente el 4 de diciembre, Día de la Bandera desde 2022, y que se lleve a término un protocolo para proteger el andaluz. Esto le ha costado a Moreno algunas críticas, en su mayoría llegadas desde más allá de Despeñaperros: hay quien no entiende el acercamiento del presidente popular al andalucismo.
Moreno Bonilla y Rojas Marcos han entablado una buena relación a pesar de sus "diferencias ideológicas". A sus 84 años, el exalcalde de Sevilla continúa peleando por lo que él denomina el poder andaluz. Y para lograrlo no le causa rubor alguno pactar con quien considera "un españolista de derechas".
"Toda mi vida me he dedicado a la lucha por el poder andaluz, lo que me interesa es que Andalucía tenga poder y tengo muy claro que, igual que la democracia tuvo que venir de la mano de la izquierda y la derecha, igual que la autonomía tuvo que venir de la mano de la izquierda y la derecha, el poder andaluz tendrá que venir de la mano de la izquierda y la derecha o no vendrá, como ha pasado en Cataluña, en Euskadi y como pasaría en cualquier lugar", afirma Rojas-Marcos.
El último gesto de acercamiento entre ambos quedaba reflejado el pasado miércoles, 4 de diciembre, tras la firma de un acuerdo entre la Consejería de Desarrollo Educativo y la fundación que lleva el nombre del exalcalde de Sevilla para proteger el andaluz. "Hace un par de años que se lo propuse a Juanma", responde Rojas-Marcos, dejando claros los roles de cada cual.
Su argumentación es clara. "Aunque hay gente en la izquierda y la derecha a la que le da repeluco cualquier pacto entre ellas, yo sé que depende de lo que se pacte, hay cosas que no se pueden pactar, pero hay cosas que se pueden y se deben pactar. Entonces, en esta línea de buscar el poder andaluz, vi que el presidente era una persona abierta, que no era de un PP cerrado con el que no se puede hablar, sino que era una persona abierta, dialogante, y le dije: Andalucía tiene una seña de identidad que, como pasa en todos los pueblos, es el idioma, el habla, que es fundamental. Lo comprendió y al final ha salido adelante este protocolo".
Ahora, Rojas-Marcos y su fundación serán los encargados de proteger y defender el andaluz. "No es un acento, es un dialecto. No es un problema de acento. No es solo una pronunciación. No es una lengua, pero es un dialecto. El andaluz es un habla".
"¿Qué hemos hecho?", se pregunta antes de responder: "Un protocolo en el que no se pretende el estudio, el habla andaluza está más que estudiado, fundamentalmente, se pretende buscar vías de aplicación en los medios de comunicación y en los centros de enseñanza, empezando por los públicos. Este es el tema. Lo que se pretende es defenderlo y fomentarlo. En los públicos obligándoles y en los privados sugiriéndoles. Y se crea un comité de expertos que vea cómo se aplica".
Moreno quiere ser andalucista
La protección del andaluz es el último gesto de Moreno Bonilla para 'rascar' votos en el granero del nacionalismo. Tanto el presidente como sus colaboradores hablan sin pudor de la "vía andaluza" con la que revalidar la mayoría absoluta en las próximas elecciones regionales apostando por un liderazgo centrado.
Juanma Moreno no se ha declarado en ningún momento andalucista explícitamente, aunque, tal y como han confirmado fuentes de su entorno en varias ocasiones, quiere serlo.
Además, Moreno y Rojas Marcos concuerdan en algo fundamental que ya pronunció el 4 de diciembre el presidente andaluz: andalucismo "para unirnos por encima de cualquier ideología".
Moreno Bonilla trata de diferenciarse. Por ejemplo, ha asegurado que él sí es "progresista", todo lo contrario a Pedro Sánchez, que prioriza a unos territorios frente a otros. El presidente de la Junta de Andalucía busca parecerse al electorado andaluz. O, como dijeron tras las elecciones europeas los populares, "el PP es el partido que más se parece a Andalucía".
Los gestos han sido muchos. Moreno Bonilla presentando el libro de la historia del Partido Andalucista en la Fundación Blas Infante de la mano de Rojas Marcos es uno de ellos. Otro fue encargar el discurso del Día de la Bandera a Paco Tous, que pronto dejó claro que no era del "mismo palo" que el PP y elogió al presidente por ello.
Obviamente, esto no sienta bien a todo el mundo. El PSOE recrimina a Moreno Bonilla, en palabras de su portavoz Ángeles Férriz, que saque "el disfraz de andalucista una vez al año".
"Colonización castellana del andaluz"
Tras este último guiño al andalucismo por parte de Moreno Bonilla, la pregunta fuera de Andalucía es clara: ¿qué es el andaluz?
Rojas Marcos entiende que "se parte de la base de que el habla andaluz es una modalidad del español, no del castellano, de la lengua española, aunque sabemos que el español es hijo del castellano, como este es hijo del latín. A partir de la presencia de España en América, el español tiene distintas modalidades. La de México, Argentina, Colombia… La modalidad en Andalucía, en Canarias. Los expertos lingüistas dicen que el andaluz es un dialecto, aunque a su vez tenga distintas modalidades. Claro. Todos los idiomas tienen distintas modalidades, como el francés o el inglés".
El hecho de que en Cádiz pronuncien distinto a sus vecinos de Jerez y a su vez los dos se diferencien de los granadinos y ninguno de los tres tenga nada que ver con cómo dicen las eses en Sevilla capital, "no significa que haya una unidad fundamental", dice Rojas Marcos. "Hablar de ceceo o no son modalidades, variedades. Cada variedad tiene que tener una coherencia. O seseamos o ceceamos o jejeamos, pero con una coherencia. Lo que está claro es que el andaluz es una cosa y el castellano otra, ambos modalidades de la lengua española".
"¿El problema cuál es en Andalucía?", vuelve a preguntarse antes de contestar: "En Andalucía ha habido una colonización castellana histórica. Lo que los andaluces llamamos hablar fino. Cuando yo iba al colegio y leía me decían: niño lee bien. Eso significaba leer las eses finales, diferenciar las zetas de las eses… Lo otro era hablar mal. Había una imposición".
"¿Resultado? Que pones la radio y los periodistas, que te vas a tomar una cerveza con ellos y hablan un perfecto andaluz, cuando hablan por la radio parece que son de Valladolid. ¿Qué pasa? Que ha habido una colonización, una influencia de que hablar andaluz no es lo correcto. Sin embargo, eso no pasa en Canarias. ¿Qué es hablar bien andaluz? En sus distintas modalidades, es hablar coherentemente: o pronuncias las eses finales o no las pronuncias, pero no unas veces sí y otras no", insiste.
"¿Por qué pasa esto? Porque no se ha defendido el andaluz. Como me contaba Clavero, que tuvo que ir a clases para aprender a hablar castellano porque si no no sacaba la cátedra. El que quiera hablar castellano, estupendo, pero si habla andaluz, que hable bien. Se habla mucho un mal andaluz que podríamos llamar castellándaluz, con eses unas veces, sin eses otras…", dice Rojas Marcos.
E insiste: "Que nos hayan obligado a hablar en español, el resultado no es un andaluz ni un castellano; es un mal castellano y un mal andaluz. Eso es un castellandaluz. Un mal castellano y un mal andaluz".
Pregunta.—Ahora también hay una corriente que lo escribe.
Respuesta.—Hay gente que quiere llevar el andaluz a la escritura, es decir, llevar a la escritura la pronunciación. Es respetable, es una opción, pero no caminamos por ahí. No nos parece ni mal ni bien, pero no caminamos por ahí. No necesariamente la escritura debe responder al habla en una lengua. El argumento y referencia más evidente es el inglés. Es decir, no tiene por qué coincidir [la escritura y la pronunciación].
"Mi patria es Andalucía"
Hay quien habla ya de una tercera ola de andalucismo. En el PP lo saben bien y tratan de llegar a ese caladero de voto, a esa 'Generación del Mollete' que bautizó el politólogo Jesús Jurado.
Sin embargo, Rojas Marcos no lo ve. Solo aprecia algunos brotes, una leve brisa.
P.—¿Qué le falta a Andalucía para volver a tener un partido andaluz fuerte a nivel estatal?
R.—Efectivamente, querer. Con querer, surge. Alguien con carisma, una vanguardia que tire… Nos falta querer.
P.—¿Llegará con esta tercera ola del andalucismo?
R.—Yo no la he visto. Hay una brisa, pequeños focos de brisa. Yo no sé si falta mucho o poco, ojalá sea pronto. Mis respetos para Adelante Andalucía y Andalucía Por Sí. AxSí surge del Partido Andalucista, y Adelante Andalucía surge tras la confrontación con Podemos, es decir, ellos pertenecían a un partido estatal, pero hay un choque legítimo entre el Podemos andaluz y el Podemos español. Yo tuve cierto trato con la líder anterior, Teresa Rodríguez, que era una fuera de serie.
El que fuera líder del Partido Andalucista recuerda cómo fueron sus inicios y el objetivo que debe que tener el andalucismo. "El andalucismo trata de que Andalucía tenga poder. Poder político, económico, social… En España tenemos ejemplos evidentes de lo que son pueblos o sociedades con mucho poder. Como por ejemplo ocurre en Euskadi o Cataluña. Los andaluces son un ejemplo de un pueblo con muy poco poder. Por eso surge Blas Infante con el Ideal Andaluz y por eso se me ocurrió lo del Poder Andaluz. La prueba de nuestro poco poder es que Blas Infante le da un himno a los andaluces y la primera frase es andaluces levantaos", dice el abogado sevillano.
Eso no quita que lo que hoy se ha conseguido de la mano de Moreno Bonilla sean peticiones históricas de los andalucistas. "Nosotros, cuando luchábamos por la autonomía, e incluso cuando gobernamos con el PSOE, planteamos el habla andaluz como muchas otras cosas, pero en esto el PSOE era inasequible".
Rememora Rojas-Marcos que "el PSOE aparcó el 4 de diciembre, convocado por izquierda y derecha, como Día de Andalucía y antes no movió un dedo para provocarlo, aunque a la Junta preautonómica, los andalucistas le propusimos y conseguimos que ese fuera el día de Andalucía. Más tarde, al PSOE le interesó que fuera el 28F, porque era un día de choque entre izquierda y derecha. Y dejó el 4 de diciembre porque iban de la mano la izquierda y la derecha. Al final, del bloqueo del 28F perdido tuvimos que salir de la mano".
Rojas Marcos apunta que "el PSOE ha estado 40 años gobernando Andalucía y no ha hecho nada por la identidad de Andalucía". "El PSOE levantó la bandera de Andalucía para ganar el 28-F, pero en el momento que se conquistó la autonomía, a ver qué han hecho por la identidad de Andalucía en la cultura, en la enseñanza, en la comunicación,… Nada".
P—Juanma Moreno, con estas concesiones al andalucismo, como se les llama desde Madrid, ¿está bloqueando la posibilidad de que se cree un partido andaluz?
—En Madrid, a estos brotes de poder andaluz, en los que coincidimos un españolista de derechas y un andalucista de izquierdas, les llaman concesiones al andalucismo del partido popular. De concesiones nada. Aquí hay un encuentro con un presidente españolista en beneficio de Andalucía. Lo mismo que yo, que no tengo nada contra España, aunque mi patria sea Andalucía, quiero que a España le vaya bien. Es curioso que algunos de la izquierda de Andalucía me dan ‘cosquis’ porque entienden que potencio a la derecha y a Juanma le dan ‘cosquis’ porque está promocionando el andaluz.
Mi planteamiento es claro. La democracia tuvo que venir de la mano de la izquierda y la derecha. Porque el pueblo, para bien y para mal, es una mezcla de ambas. Las grandes cosas se consiguen de la mano de distintas ideologías. La tentación del sectarismo que todos los políticos llevamos dentro impide que lleguemos a acuerdos que pongan lo común por encima de lo propio, porque evita que haya un sentido de unidad en un estado, un pueblo o una ciudad.
A esta misma pregunta, Rojas Marcos contestará poco más adelante durante la charla que le ha mandado un mensaje claro a Juanma Moreno: "Le he dicho que lo que tiene que hacer es irse del PP y crear un partido andaluz de derechas. Se ríe, claro".
En ocasiones, las reclamaciones de los políticos populares confrontan con las concesiones de los gobiernos centrales a otras regiones. Sin ir más lejos, Juanma Moreno reprochó a Sánchez su "bilateralidad" con Cataluña en la Conferencia de Presidentes. "Me voy muy preocupado", apuntó.
Sin embargo, a Rojas Marcos no parece inquietarle. "Lo han hecho Felipe González, José María Aznar, lo ha hecho Zapatero, Rajoy, incluso Franco. El poder siempre negocia con el poder. Franco quiso atenuar ese enfrentamiento con Cataluña y Euskadi. A Andalucía le quitó la industria textil y se la dio a Cataluña. La siderúrgica fue a Euskadi. ¿Qué le pasa a Sánchez? Que está negociando y está dando a manos llenas. ¿Por qué? Porque quiere seguir en su sitio. Lo mismo que hizo Aznar. Lo mismo que todos".
El abogado es claro, no obstante, en este punto. "Que no se entregue al poder catalán o vasco más allá de lo razonable. Ellos se lo ganan. Ellos por pedir… Pedir no es malo. Lo malo no es darles, lo malo es darles quitándoselo a otros", dice Rojas Marcos, que aún así manda un recado a los andaluces: "El pueblo andaluz más que enfadarse con terceros lo que tiene que hacer es levantarse".