La Nochevieja salvaje de Jonathan Rivera, el dueño del Bar Jhony que ha vendido 14.000 cervezas a 1 € y con bocata gratis
- "Es por el morbo de beber", asegura el gerente del local, que ha hecho pleno al quedarse sin stock en la entrada de Año Nuevo.
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Una de los grandes fiestas de la Nochevieja cervecera se celebra, cada año, en un pequeño local de Talavera de la Reina (Toledo): el Bar Jhony – España Profunda. Desde 2022, de su barra salen miles de tercios cuyas lupuladas ambrosías van a parar a las insaciables gargantas de los talaveranos y de todos aquellos curiosos que, desde los pueblos y ciudades colindantes, deciden pasarse por su bar. En Nochebuena batió su récord al vender 12.000 botellines; en Nochevieja, Jonathan Rivera, su dueño, ha superado la cifra tras vender a sus clientes 14.000 botellines.
"Ya se ha convertido en una tradición venir aquí en estas fechas. La gente acude por el morbo de beber más cerveza", asegura Rivera, quien lleva al frente del negocio desde hace 13 años, tras tomar el relevo de su padre, fundador del bar.
"Esto empezó a evolucionar poco a poco cuando me hice cargo del negocio. Cada vez venía más gente joven. Date cuenta de que en 2019 vendimos 3.000 cervezas, en 2020 cerré por miedo a las denuncias por las restricciones durante el Covid y fue en 2022 cuando esto despegó. Vendimos 6.000 botellines en Navidad y este año ya es una locura. Tenía 14.000 previstas para Año Nuevo y las vendimos todas".
El secreto del éxito radica en una estrategia simple pero efectiva: vender las cervezas a 1 € durante todo el año y, en estas fechas especiales, acompañarlas de bocadillos gratuitos. "Antiguamente hacía barbacoas, pero me denunciaron dos veces porque en Talavera no te dejan cocinar en la calle", comenta entre risas.
Ahora, en lugar de parrilladas, prepara bocadillos de salchichón, lomo, chorizo, queso y hasta empanadas. "Montamos mostradores para los bocadillos y una barra exterior donde se sirve la bebida. Eso es gratuito con la consumición, pero todo tiene que pagarse primero", explica.
Para abastecer la demanda, Rivera alquila camiones frigoríficos y asegura un stock masivo. "Este año, para Nochebuena, metí cinco palés de cervezas, con 350 cajas cada uno. Pero se consumieron todas. A las 4 de la tarde ya no quedaba nada y tuve que cerrar una hora más tarde. Incluso pedí otros dos palés más, pero ni así dio tiempo a reponer", señala.
Además de las fechas clave como Nochebuena y Nochevieja, el bar mantiene una actividad constante durante todo el año. "Vendemos alrededor de 400.000 botellines anuales, siempre al mismo precio. La gente sabe que aquí puede disfrutar de una cerveza fría a buen precio, y eso nos ha dado fama", afirma Rivera.
El Bar Jhony no es sólo un negocio, sino una tradición familiar que comenzó hace 35 años. "Mi padre, que todavía vive, lo abrió, y yo ahora lo llevo con mi mujer y mi hermana. En días grandes, como en Nochebuena, también tengo que tirar de mi hermano, porque abrir tantas cervezas una a una es imposible siendo solo uno".
La evolución del local y la fidelidad de sus clientes han hecho del Bar Jhony un punto de referencia en Talavera y sus alrededores, algo que este Año Nuevo se confirma con su venta de 14.000 botellines. "Algunos vienen desde fuera solo por la experiencia", insiste Rivera. "Queremos que la gente no solo venga a beber, sino también a disfrutar del ambiente. Esto ya no es solo un bar, es una fiesta que nadie quiere perderse".