Las Islas Canarias recibieron este año un número de migrantes por mar similar al de Grecia, a pesar de tener una extensión de territorio 18 veces más pequeña que la del país mediterráneo.

Las Islas Canarias recibieron este año un número de migrantes por mar similar al de Grecia, a pesar de tener una extensión de territorio 18 veces más pequeña que la del país mediterráneo. Arte E. E.

Reportajes CRISIS MIGRATORIA

Varón maliense de 26 años en cayuco hacia El Hierro: el perfil del migrante que protagonizó la ruta canaria en 2024

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Un hombre maliense, de unos 26 años, se embarca en un cayuco desde el puerto de Nuadibú, en Mauritania, rumbo a El Hierro. No viaja solo. A su lado, otros 40 hombres, la mayoría entre los 18 y 35 años, comparten el mismo sueño: cruzar el Atlántico para alcanzar las costas canarias. Esta escena, replicada cientos de veces durante el 2024, simboliza la realidad actual de la ruta canaria, una de las más letales de la historia reciente del Atlántico y, aún así, de las más transitadas.

Este año las cifras vuelven a reflejar la magnitud de la crisis migratoria. Más de 46.000 personas llegaron a Canarias, superando ampliamente las 39.900 de 2023 y las 30.000 llegadas de 2022. El Hierro, con 22.744 migrantes recibidos, se consolidó como el principal destino, seguido de Lanzarote con 7.207 y Gran Canaria con 6.153. 

Los datos oficiales, a los que ha accedido EL ESPAÑOL, también revelan un aumento del 43.5% en fallecidos y desaparecidos respecto al año anterior, alcanzando 287 personas. Todos los números posicionan a Canarias como "el lugar con mayor presión migratoria de la Unión Europea", según apuntan fuentes de Frontex. Se estima que unas 10.000 personas han perdido la vida intentando llegar a las costas españolas.

Los equipos de emergencias ayudan a desembarcar a varios migrantes, en el puerto de La Restinga, en El Hierro.

Los equipos de emergencias ayudan a desembarcar a varios migrantes, en el puerto de La Restinga, en El Hierro. Antonio Sempere (EP).

Nuadibú, situado en el extremo occidental de Mauritania, es el principal punto de partida para estas travesías. Este puerto, conocido por su industria pesquera, se ha convertido en una salida clave para miles de migrantes. Los cayucos que parten desde aquí son embarcaciones rudimentarias, muchas veces diseñadas para la pesca costera, no para enfrentarse a las traicioneras corrientes del Atlántico. El viaje hacia Canarias puede durar entre cinco y diez días, según expertos, dependiendo de las condiciones del mar y el estado de las embarcaciones.

Los meses de enero y noviembre fueron los más críticos en 2024, con 7.182 y 7.686 llegadas respectivamente. 

Sin embargo, lo que llama especialmente la atención es la creciente diversidad entre los migrantes que toman esta ruta. Si bien la mayoría sigue siendo de origen africano, provenientes principalmente de Mali, Mauritania, Marruecos y Senegal, también han comenzado a llegar migrantes de Asia. En particular, ciudadanos de Pakistán y Bangladés han sido identificados en varios rescates.

Este fenómeno, vinculado a las redes de crimen organizado transnacionales, como ya avanzó EL ESPAÑOL, pone de manifiesto cómo la mafia bangladesí ha comenzado a utilizar Mauritania como un punto de partida para introducir migrantes asiáticos en Europa. "Estas redes son sofisticadas y adaptan sus rutas constantemente para evitar los controles", apunta un analista del Centro Nacional de Inmigración y Fronteras (CENIF).

Los peligros del mar

La ruta atlántica es particularmente peligrosa debido a la combinación de factores naturales y humanos. Las embarcaciones suelen estar sobrecargadas, con cientos de personas apiladas en espacios reducidos, lo que incrementa el riesgo de naufragio. Además, las redes de tráfico de personas explotan la desesperación de los migrantes, cobrándoles grandes sumas por travesías que a menudo terminan en tragedia.

"La capacidad de respuesta humanitaria se encuentra al límite", afirma un portavoz de Cruz Roja. La organización destaca que, entre los migrantes, un porcentaje significativo corresponde, además, a menores no acompañados6.336, según datos oficiales. En Canarias esa "crisis de acogida" de los menores ha sido uno de los temas políticos del año: hasta el momento, el Gobierno de España sigue sin establecer una línea de actuación a nivel nacional que defienda los derechos de la infancia.

La Salvamar Acrux, durante el traslado de 44 personas que viajaban en una embarcación desde de Mauritania hasta el puerto de La Restinga, en El Hierro.

La Salvamar Acrux, durante el traslado de 44 personas que viajaban en una embarcación desde de Mauritania hasta el puerto de La Restinga, en El Hierro. Antonio Sempere (EP)

La comparación con otras rutas migratorias también resalta la gravedad de la situación en Canarias. Grecia recibió migrantes en cifras similares a las de Canarias en 2024. Sin embargo, el país mediterráneo tiene 764% más kilómetros de costa que las islas. El Hierro, cinco veces más pequeña que Lesbos, recibió el doble de llegadas que la griega. Sin embargo, a diferencia del Mediterráneo, las aguas del Atlántico presentan mayores desafíos: corrientes impredecibles, temperaturas más bajas y una mayor distancia entre los puntos de partida y destino.

Uno de los momentos más críticos en estas travesías ocurre cuando las embarcaciones deben ser rescatadas. La Salvamar Macondo, por ejemplo, rescató a 85 migrantes a 20 kilómetros de la costa de Gran Canaria en una operación nocturna en noviembre. Los migrantes, que habían pasado seis días en el mar, estaban deshidratados y al borde del colapso. "Cuando llegamos, algunos ya no podían mantenerse en pie", relató entonces un miembro del equipo de Salvamento Marítimo.

El viaje también suele incluir intentos desesperados de huida. En septiembre, por ejemplo, un grupo de magrebíes que había llegado a Lanzarote intentó escapar del control policial al desembarcar. Según CEAR, estos incidentes reflejan el miedo constante de los migrantes a ser deportados o retenidos. "No es sólo un viaje peligroso, también enfrentan un futuro lleno de incertidumbre", explican.

"Un enfoque integral"

En el muelle de La Restinga, hasta donde han llegado el mismo número de migrantes que la mitad de la población de El Hierro, las escenas de desesperación se han vuelto cotidianas. Hombres deshidratados, menores asustados y familias que llegan con lo puesto. Las autoridades locales herreñas, con recurso muy limitados, trabajan junto a las distintas ONG para ofrecer asistencia humanitaria inmediata, pero denuncian que la capacidad de respuesta se ve desbordada.

Un cayuco a su llegada al puerto de La Restinga, en El Hierro.

Un cayuco a su llegada al puerto de La Restinga, en El Hierro. Antonio Sempere (EP).

Uno de enero, el contador vuelve a empezar y las cifras y los números deberían servir para aprender. "La situación exige un enfoque integral que no sólo gestione las llegadas, sino que también aborde las causas fundamentales de la migración", afirman desde Frontex. Su portavoz afirmó a este periódico que se necesita cooperar con los países de origen y tránsito, como Mauritania y Senegal, para desmantelar las redes y crear alternativas legales para la migración.

Por su parte, representantes de CEAR coinciden en que "la solución pasa por el compromiso europeo con los derechos humanos y la colaboración internacional". Por estadística, mientras España toma las uvas de fin de año, dos cayucos con 68 personas a bordo tratan de arribar en las costas canarias. Quizás alguna más, pero de las que no llegan no hay registros formales ni precisos.