J.J. Abrams ('La historia de Lisey'): "No creo que nadie me haya asustado más en la vida que Stephen King"
J.J. Abrams nos da las claves del desarrollo de la miniserie de Apple TV+ 'La historia de Lisey', por qué eligieron a Julianne Moore como protagonista y Pablo Larraín como director, o su larga relación con Stephen King, autor de la obra, desde que se conocieron gracias a 'Perdidos'.
13 junio, 2021 02:17Noticias relacionadas
No se puede entender la cultura pop de los últimos 50 años sin ellos. J.J. Abrams fue bautizado como el Steven Spielberg de la televisión después de crear Felicity, Alias, Perdidos y Fringe. Años después, Hollywood pensaría en él para relanzar dos viejas propiedades intelectuales de las que quizás hayas oído hablar: Star Trek y Star Wars.
Stephen King ha publicado más de 70 obras literarias, vendiendo más de 300 millones de ejemplares en todo el mundo. Cadena perpetua, El resplandor y Misery son algunas de las incontables historias del escritor que han saltado de la página a la pequeña o la gran pantalla. Los caminos de Abrams y King vuelven a unirse gracias a La historia de Lisey, la miniserie de Apple TV+ protagonizada por Julianne Moore que estrenó sus dos primeros capítulos el pasado viernes.
Han pasado casi quince años, pero J.J. Abrams no ha olvidado su primer encuentro con el maestro del terror. “Lo más típico de Stephen King que me ha pasado con él sucedió literalmente el día que le conocí”, ríe el productor de televisión más cotizado de Hollywood. “La primera vez que nos vimos acabamos yendo al cine a ver una película de terror. Cada vez que uno de los personajes era asesinado, Stephen lo celebraba con entusiasmo. Fue divertidísimo verle reaccionar exactamente como podrías esperar”.
El vuelo 815 como origen de todo
La pareja se había conocido gracias a Perdidos, obsesión inmediata de King desde su estreno. Al autor no le había importado que ésta hubiera conseguido el éxito que meses antes se le había escapado a uno de sus proyectos, Hospital Kingdom, en la misma cadena. King empezó a hablar de la serie de ciencia ficción en sus columnas, recomendándola a todas horas cuando todavía no era el fenómeno en el que se acabaría convirtiendo y llegando a recomendar a sus creadores a cerrar antes de que fuera demasiado tarde.
A finales de 2006, después de una tercera temporada que había visto dos veces para certificar que era lo mejor de la televisión ese año, King publicó su novela más personal. En La historia de Lisey, cosas del destino, la protagonista definía la obra de su marido, escritor, como “historias que habían complacido a la gente normal, gente que estaba atrapada en aviones entre Los Ángeles y Sídney".
La primera decisión: el productor
“Me emocionó mucho que pensara en mí para producir la serie porque este es su libro favorito”, reconoce Abrams. Ya habían trabajado juntos anteriormente en 22.11.63, una miniserie sobre un profesor que viaja en el tiempo para impedir el asesinato de Kennedy, y Castle Rock, una antología de terror inspirada en el universo creativo de King. Esta vez el reto era diferente. “Cuando Stephen me dijo que quería adaptar él mismo todos los episodios me quedé aliviado. Hasta entonces estaba nervioso porque su relación íntima con este libro implicaba que teníamos que estar a las alturas de lo que él esperaba”.
La primera decisión que había que tomar era la forma del proyecto. Durante años, King se había negado a que Hollywood convirtiera su libro más íntimo, inspirado en su matrimonio con Tabitha King y la idea de qué pasaría en su vida si el autor muriera, en una película más. “Resumir todos los elementos que hay en La historia de Lisey en una película de dos horas hubiera sido muy complicado. Sería otra cosa muy diferente”. Abrams, rey de la televisión generalista durante más de diez años, es consciente de los radicales cambios que ha vivido el medio desde su llegada.
“La realidad es que ahora podemos contar las historias en el tiempo que realmente requieren”, reconoce un veterano que aún recuerda los desafíos de tener que hacer televisión generalista con 22 episodios por temporada. “Apple nos dio la libertad para contar el viaje del personaje como quisiéramos. Cuando empezamos a trabajar en el proyecto, Stephen dijo que serían probablemente entre ocho y diez episodios, seguramente ocho. Y así fue”.
King empezó a trabajar en el proyecto desde cero. “No se decidió a transcribir la novela y partirla por episodios. Reformuló la esencia del libro para crear una buena adaptación, algo que es mucho más difícil de lo que puede parecer a simple vista”, confiesa un productor que llevaba más de una década sin participar como director o guionista en sus proyectos para televisión. “Con esta serie también confirmé lo que ya había intuido cada vez que he estado o trabajado con él. Es un tipo maravilloso, divertido, encantador y muy decente. No creo que nadie me haya asustado más en la vida que Stephen King. Siempre me sorprende que la misma persona sea capaz de ser todo eso”.
Durante semanas, King se convirtió en el invitado estrella del rodaje. “Estuvo bastante tiempo en el plató”, recuerda el productor. “Como cualquiera que ha estado en un rodaje ajeno, a mí me ha pasado, llega un momento en que te preguntas qué estás haciendo ahí”. El escritor hizo suya la máxima de “ver, oír y callar”, algo que solo se saltaba para felicitar a sus directores y actores después de ver al final de cada día los dailies, el metraje en bruto y sin editar de la película que permite intuir hacia dónde va el proyecto.
La segunda decisión: la Lisey de carne y hueso
Con J.J. a bordo del proyecto, el siguiente paso era encontrar a la actriz que cargara sobre sus hombros el complicado viaje emocional, sobrenatural y psicológico de la heroína protagonista. “La explicación más inmediata es la más obvia: Julianne Moore es buenísima. Sabíamos que necesitábamos a alguien que fuera capaz de convencernos de que está pasando por un episodio de estrés postraumático y crear un personaje con el que la audiencia pudiera volcarse”.
Abrams nunca había trabajado con la ganadora del Oscar. Moore había aparecido en una de las adaptaciones menos celebradas del autor, una nueva versión de Carrie estrenada en 2013 y en la que Moore interpretaba a la terrorífica madre de la protagonista. El decepcionante resultado del remake no quitó a King y Moore el deseo de volver a trabajar juntos. La pelirroja fue, promete Abrams, el único nombre que estuvo sobre la mesa cuando empezaron a buscar. “Nos voló la cabeza. Julianne volvió a hacer una de sus interpretaciones memorables”.
Tercera decisión: ejecutando una visión ajena
Resuelta la incógnita de quién sería la Lisey de carne y hueso, fue la propia Moore, también productora ejecutiva, la que pensó en Pablo Larraín para hacerse cargo del proyecto. El director y la actriz se habían conocido en 2018, cuando ella rodó Gloria Bell, una película dirigida por el también chileno Sebástian Lelio en la que él ejercía como productor. “Afortunadamente, porque realmente nunca sabes lo que va a pasar en cada producción, estábamos muy seguros con Pablo”, admite J.J.
“Sabía que era un director fantástico, pero me quedé muy tranquilo al ver cómo equilibraba los géneros y elementos tan dispares de la historia”, confiesa el supervisor del proyecto. “También había desafíos muy concretos, como poner en imágenes un concepto como el Boo'ya Moon, que cada lector se lo ha imaginado de una forma. Eso debía combinarse con escenas muy humanas y ancladas a la realidad. Pablo y Stephen crearon una relación muy fluida poniendo en común las ideas de cada uno y viendo juntos cuál era la mejor forma de ejecutarlas”.
Las buenas sensaciones previas se confirmaron cuando empezaron a ver las imágenes que llegaban del rodaje, al que Abrams apenas se acercó por estar ultimando la postproducción de Star Wars: El ascenso de Skywalker. “No recuerdo ver nunca dailies que fueran tan hermosos y que se acabaran pareciendo tanto al producto final que ha llegado a los espectadores. Las imágenes que había creado Pablo con Darius Khondji, el director de fotografía, parecían vídeos promocionales de la serie”.
Preparando su regreso como creador a televisión
Actualmente, Abrams está enfrascado en el desarrollo de sus dos primeros proyectos para televisión como creador y guionista desde Undercovers, la serie de espías que NBC canceló en 2010 sin terminar de emitir todos los episodios producidos. El primero en anunciarse fue Demimonde, una serie descrita como un drama de fantasía y ciencia ficción que explorará la batalla del mundo contra una fuerza monstruosa y opresiva. Según su creador, la producción de HBO Max se benefició de los retrasos del COVID-19 para delinear las tramas al completo de su primera temporada y concretar las líneas maestras de toda la serie.
La segunda producción en marcha es Duster, la historia de un impulsivo conductor que trabaja a las órdenes de un sindicato del crimen cada vez más poderoso. La serie está ambientada en los violentos Estados Unidos de los años 70 y es fruto de la colaboración entre Abrams y LaToya Morgan, guionista durante varias temporadas de Shameless y Parenthood. La producción, también de HBO Max, supondrá la reunión de Abrams con Josh Holloway, el rebelde Sawyer de Perdidos.
Los tres primeros episodios de 'La historia de Lisey' ya están disponibles en Apple TV+. Cada viernes se estrena un nuevo episodio.
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